sábado, 12 de octubre de 2013

A distancia se ve mejor



Por José Luís Nunes Martins
publicado em 12 Out 2013 - 05:00



Para evaluar bien cualquier episodio de nuestra vida es esencial que haya pasado un período generoso de tiempo que permita que se desvanezcan las superficialidades y que se revele lo esencial.

Sólo la verdad perdura. Muchas cosas buenas son, al final, más… algunas más son, por encima de todo, buenas. Sólo el tiempo revelará el verdadero valor de cada hora.

Las pequeñas pasiones se extinguen  mientras que las verdaderas se engrandecen. Aquello que nos parece grande, casi siempre es, verdaderamente, pequeño… pero algunas cosas insignificantes son, en realidad, divinas.

Claro que para vivir bien una hora de vida, hay que sumergirse en ella, sin compararla con ninguna otra…, buena o mala, entreguémonos a la lucha. A pesar de que sea una de las peores horas, aunque la victoria parezca imposible.

Es importante vivir en la certeza de que navegamos tempestades, a veces subimos de forma magnífica, llegamos a volar, para después, casi siempre, caer vertiginosamente… algunos aprenden a vencer estos mares, conquistándolos con el coraje del que vive más allá de los dolores… otros, a penas luchan para mantenerse a flote como si eso fuese una gran victoria… muchos más, desisten mucho antes de haberse mojado los pies.

En cuanto al futuro, se ve mejor lo que vendrá mañana que aquello que podrá acontecer de aquí a un año… El futuro lejano se presta a todas las utopías. Buenas y malas. Casi siempre quiméricas y nada útiles.

Difícil, pero decisivo para la felicidad, es encontrar en cada momento o lugar apoyo donde dar el próximo paso… sin preocuparse de entender…

Las cruces de hoy revelarán su sentido mañana.


Un día lo comprenderemos todo.

1 comentario:

  1. Las cruces de hoy revelarán su sentido mañana. Por eso es tan importante resistir, o mejor dicho seguir adelante, pase lo que pase, hasta encontrar ese momento que formará parte del cimiento sobre el que vamos consolidando nuestra felicidad. Seguiremos en la lucha. Gracias, José Luis, un sábado más.

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