miércoles, 18 de febrero de 2015

Del Mensaje del Papa para esta Cuaresma



Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia,…Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2).

Dios… Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos… Pero ocurre que cuando estamos bien … Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje:  la globalización de la indiferencia.

Pero Dios no es indiferente al mundo…En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra… Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6).

Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.

El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación:

1.- «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26)

Pedro no quería que Jesús le lavase los pies… Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen "parte" con Él (Jn 13,8) y así pueden servir al hombre.

La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo…, en particular en la Eucaristía …nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo...

La Iglesia es communio sanctorum,… Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas…

2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9)

Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.

A.- Uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración...
…Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos…. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.

B.- cruzando el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera… La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8).

Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.

3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) –
 ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?

- orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial… La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.

-podemos ayudar con gestos de caridad…

- El sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión…

… resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.

Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: "Fac cor nostrum secundum Cor tuum": "Haz nuestro corazón semejante al tuyo" (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.

Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.
Vaticano, 4 de octubre de 2014
Fiesta de san Francisco de Asís
FRANCISCUS PP.


No hay comentarios:

Publicar un comentario