sábado, 22 de octubre de 2016

¡No se engañe, hay mucha gente que finge!


JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS


Querida amiga,

No se someta a la opinión que los demás tengan de usted, colóquese por encima de eso. Escuche sólo a quien le quiere bien. Lo que importa es el valor de nuestras acciones, no lo que los otros puedan pensar respecto de eso. Además, una buena acción será aún mejor si nadie supiera de ella.

Las opiniones son casi siempre sueltas, leves y pasajeras. Aparecen y desaparecen sin grandes porqués. Quien ama, ama, y no dejará de amar por causa de cualquier historia mal contada. Si eso sucediera, es probable que no amaba. El que nos estima, por más que se le presenten hechos, no cambiará la forma como siente y... resiente.

Todos imaginamos cosas unos de otros, a partir de lo poco que sabemos. Lo que importa es tener conciencia de ello, sabiendo que la tendencia es que reparemos en lo que confirma nuestras ideas, ignorando todo lo que las contradice.

No se engañe, hay mucha gente que finge –buscan tanto agradar a los otros que se olvidan de sí... y no hay camino más rápido hacia la soledad que la mentira. Las apariencias engañan y, después, desengañan. Siempre. En primer y último lugar a su autor.

Cada uno de nosotros tiene sus talentos. Sea auténtica, cuide de sus dones.

Quien no cultiva su valor, quedará sin él, porque lo dejará morir. Si todavía no ha encontrado su talento, no será porque él no exista, sino porque quiere encontrarlo donde él no está. No tenemos los dones que queremos, solo los que nos han sido dados.

Crea. Comparta. Escuche a su amigo, más aún cuando nos duela. Perfecciónese.
Un amigo no sirve solo para que compartamos alegrías y éxitos. La prueba de que lo estimamos es confiarle también nuestros errores, tristezas y desventuras, y escucharlo incluso cuando eso nos tuviera que doler.

Diga la verdad con claridad y tranquilidad. Escuche a los otros, pues no hay nadie con  quien no se pueda aprender. Evite los ruidosos, pero de forma que no lo perciban... ¡no grite mientras se aparta!

Sea bella, no mienta. Menos aún en los sentimientos. No se permita, jamás, dejar de ser quien es.

Diga la verdad. Ahuyentará a los que la desprecian, al mismo tiempo que atraerá hacia sí a quien reconoce la importancia y la luz de la bondad.

Si así hiciera, tendrá pocos amigos, pero buenos (¡uno solo basta para vivir!). Nunca más estará sola. ¡Aunque estuviera sin nadie a su lado... estará siempre en buena compañía!

Agradecido y pido que acuerde de mí en sus silencios.



(ilustração de Carlos Ribeiro)

http://rr.sapo.pt/artigo/66646/nao_se_iluda_ha_muita_gente_a_fingir

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