viernes, 30 de junio de 2017

Santa Camila da Sé


OPINIÓN  DE  JOSÉ  LUÍS  NUNES  MARTINS


La realidad supera la imaginación humana. Siempre. Hay historias que, aunque contadas sin muchos detalles de ficción, pocos creen en ellas. Por más extraña y distante de la verdad que esta narrativa pueda parecer, es por ser real por lo que merece, de hecho, ser contada.

Camila vivía en un barrio pequeño y central de la ciudad, pero su corazón era mayor que el mundo.

El marido tenía un problema grave de bebida, hace ya muchos años. Era un flagelo lento, pues nunca se sabía  cuando empeoraba un poco más. No había mejoras, sólo momentos de pausa.

Tenía solo una hija, condenada a una silla de ruedas desde pequeña.

Nunca oyó nadie a Camila quejarse. Sonreía y daba a los otros toda la paz que podía, aún cuando no la tenía. Su alegría le evitaba mil tristezas y le prolongaba las fuerzas.

Todos los domingos preparaba un almuerzo para algunos de los más pobres de entre los pobres de la vecindad, sirviéndoles un buen refrigerio en su casa. Sin esperar nada a cambio, sin pedir nada a nadie, solo porque sí. Porque podía y sentía que debía. Al final, el amor nunca tiene motivo.

Sus ingresos eran pocos, al igual que los de tanta gente pobre, pero casi siempre optó por olvidarse de sí a fin de tener algo para dar a los otros. Conocía bien el valor de lo esencial, por eso compartía lo que también le hacía falta a ella.

Quien no socorre al necesitado, lo abandona... Camila no desamparaba.

Era admirable ver llegar a los invitados. Pobres pero dignos, retribuyendo, lo mejor que podían, el bondadoso gesto semanal de Camila.

Ángelo era un invitado especial. Se pasaban semanas sin que nadie supiese de él. Aparecía siempre vestido completo, camisa tan blanca como era posible, con la misma corbata sencilla, el cabello arreglado y las uñas limpias. Sonreía al saborear el amor que había en aquella mesa. Escuchaba a todos, pero  pocos escuchaban  su voz.

La vida de Ángelo era un misterio. Camila no preguntaba nada y él tampoco decía nada. La gratitud es el mayor tesoro de los pobres y Ángelo agradecía cada domingo. Algunos creían que era un ángel.
No consta que Camila algún día venga a ser santa a los ojos de todos, pero tampoco nunca se entregó para el reconocimiento popular. Está en el cielo. Porque mientras se dio, pasó del tiempo a la eternidad.

Tal vez hoy sea más fácil olvidar a Camila que dejar que su ejemplo nos inspire... y nos lleve a perfeccionar nuestros días y nuestras noches.


 (ilustração: Carlos Ribeiro)

sábado, 24 de junio de 2017

¡El diablo existe... gracias a Dios!




Nuestras representaciones del diablo son ‘figuras simbólicas’, pero no el mismo demonio, cuya realidad y actuación son verdades de fe reveladas en la Biblia.

No es de extrañar que, en un mundo secularizado, se dude de la existencia de ángeles y demonios. Pero es más sorprendente, cuando no escandaloso, que sacerdotes católicos, algunos incluso con gran responsabilidad en reconocidas y beneméritas instituciones de la Iglesia, pongan en duda su realidad y acción. Es lo que parece haber sucedido cuando, en la edición del 1 de mayo pasado del periódico español El Mundo, se refería al diablo como si fuese una creación humana, simbólica del mal.
Las polémicas afirmaciones fueron las siguientes: “bajo mi punto de vista, el mal forma parte del misterio de la libertad. Si el ser humano es libre, puede escoger entre el bien y el mal. Nosotros, creemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto Dios es libre, pero Dios siempre escoge hacer el bien, porque es todo bondad. Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal. Los condicionamientos sociales también representan esa figura, pues algunas personas se comportan así porque están en un ambiente donde es muy difícil hacer lo contrario”.

A pesar de todo se ha aclarado después que el autor de esa ambigua declaración “cree en lo que cree la Iglesia”, tal vez persista la duda sobre lo que la Iglesia realmente cree en relación al demonio, así como sobre la libertad de los fieles sobre esta materia. O sea: ¿Existe realmente el diablo? En caso afirmativo, ¿su existencia no contradice la perfección y bondad de Dios? Y aún más: ¿Puede un católico disentir de las enseñanzas de la Iglesia sobre este aspecto en particular?

La fe de la Iglesia, aunque sea personal en cada uno de sus fieles, es objetiva y universal, o sea, está determinada por la Biblia y por la Sagrada tradición, según el magisterio eclesial, intérprete auténtico de la revelación sobrenatural. Los fieles son muy libres de serlo o no, pero o en relación al contenido de la fe: no se puede ser católico ‘a la carta’ o ‘a voluntad de feligrés’, sino solo en la Iglesia y según su doctrina. Todos los católicos están obligados, por una cuestión de la más elemental coherencia, a profesar todas las verdades de fe que forman parte de la doctrina cristiana. Como decía San Juan pablo II, quien no cree en el demonio, no cree en el Evangelio. Negar, consciente y voluntariamente, una verdad de fe es un acto herético, que implica la excomunión, o sea la exclusión de la iglesia. Como no todas las cuestiones teológicas están decididas de forma definitiva, hay libertad de opinión entre los católicos en relación a esos preceptos doctrinales no definidos dogmáticamente, pero no en relación a los que, por el contrario, forman parte integrante del depósito de la fe.

Entre estos contenidos esenciales sobre los cuales no es lícito a ningún católico no estar de acuerdo o dudar, está precisamente la afirmación de la existencia de Dios, que es uno solo en trinidad de personas y cuya única esencia es el amor. Como muy acertadamente se escribía en el Mundo, “nosotros, cristianos, creemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por tanto Dios es libre, pero Dios siempre escoge hacer el bien, porque es todo bondad”. Lo que se pone en cuestión es, entonces,  la existencia del mal: si Dios “es todo bondad”, ¡¿cómo se explica la realidad del mal?! ¡¿Si los hombres fueron creados a imagen y semejanza de Dios, que “es todo bondad”, cómo se entiende la maldad humana?!

La respuesta proviene de otra realidad, a la que se aludió también en el mismo texto: la libertad. Dios es libre y, por eso, su libertad es indefectible en la elección del bien. Las criaturas inteligentes por Él creadas, como los ángeles y los hombres, son también libres pero, como son seres limitados, su libertad no es infalible. Quiere esto decir que, aunque están natural y sobrenaturalmente  inclinados al bien, pueden, por defecto, optar por el mal, mientras su conocimiento y voluntad fueran imperfectos. Así se explica que algunos ángeles se hayan condenado, así como algunos hombres, aunque creados a semejanza de su Creador. El pecado es la opción consciente y voluntaria del mal, que es irreversible por la condenación eterna. Los demonios y las almas que están en los infiernos ya no se pueden arrepentir, y los ángeles y los santos ya no pueden pecar, no porque hayan dejado de ser libres, sino porque su libertad ha dejado de ser imperfecta, precisamente por la gracia de la bienaventuranza celestial.

En este sentido se deben entender tan polémicas declaraciones:”Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal”. O sea, nuestras representaciones del diablo son de hecho ·figuras simbólicas”, pero no el propio demonio, cuya realidad y actuación son verdades reveladas en las Sagradas Escrituras. Como se afirma en el Catecismo de la Iglesia Católica: “el Mal no es una abstracción, sino que designa a una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios” (nº2851). A veces se dice que alguna persona o cosa ‘es el diablo’, para así expresar que algo o alguien, es muy malo, pero es obvio que esas expresiones tienen que ser entendidas en sentido figurado; del mismo modo como cuando se dice de alguien que ‘es un ángel’, porque es muy bueno, o que un estado de mucha felicidad ‘es el cielo’.

El demonio es real, existe y actúa... ¡gracias a Dios! Afortunadamente, también él está bajo el poder del Creador, como criatura que es: todos los seres están bajo el poder de Dios, único Señor del universo. Por eso, el creyente sabe que, a pesar de no poderlo negar, sin caer en herejía e incurrir en la perspectiva de excomunión, la existencia y acción del demonio, no debe temerlo, porque más puede, de hecho, el amor de Dios.

Bien vistas las cosas, la existencia del demonio es incluso bastante positiva, porque es prueba de nuestra libertad, el mayor don de Dios a la humanidad, creada a su imagen y semejanza. También es una muy gratificante explicación para el mal que descubrimos en nuestro corazón, como reconocía un converso que, antes de ser católico, pensaba que las tentaciones eran expresión de su maldad intrínseca y, por eso, se detestaba a sí mismo. Cuando supo que, al final, eran cosa del diablo, quedó tan aliviado que dice que, la existencia del demonio y de las tentaciones, son de las verdades más consoladoras de la fe cristiana!

Nota final: sentido pésame a las familias de las víctimas de los incendios, así como una palabra de solidaridad para cuantos en él perdieron todos sus bienes. Por ambos he rezado mucho especialmente en estos días. Hago también míos los votos de todos nosotros: ¡es necesario que tragedias de esta naturaleza no sucedan nunca más!

http://observador.pt/opiniao/o-diabo-existe-gracas-a-deus/


viernes, 23 de junio de 2017

Con los ojos en el infierno


OPINIÓN  DE  JOSÉ  LUÍS  NUNES  MARTINS

Las lágrimas son gotas de pasión pura que explotan de forma lenta en los ojos de quien sufre.

En nuestro corazón, damos morada a personas, lugares, tiempos y cosas... recuerdos de lo que es, de lo que fue y de lo que podría haber sido... sueños de lo que queremos, de lo que todavía deseamos y de lo que esperamos que venga a ser.

Se sufre porque se ama, se llora cuando se ve esta vida tan frágil como es ella, en esta tierra en que los males intentan, sin cesar, destruir todo aquello que el bien ha construido.

Un infierno es una tierra donde la creación es destruida. Casi siempre como resultado de la voluntad de alguien que prefiere la guerra a la paz, la oscuridad a la luz, el humo a una brisa de aire puro.

El bien se renueva sin fin. Es siempre más fuerte. Puede el mal arrasar, en un solo día, lo que el bien lleva construyendo durante años... pero todo será edificado de nuevo, con el mismo espíritu, la misma fuerza y la misma finalidad.

Las emociones no son solo el motor de la mayor parte de nuestros gestos, son también parte esencial de los propios pensamientos más complejos. A veces nos llevan al desánimo, de la misma forma que, en otros momentos, nos insuflan de un poder capaz de levantarnos y hacer volar por encima de cualquier abismo.

Del peso bruto de nuestro luto a la alegría de una conquista dura... necesitamos llorar por muchas razones y emociones. Y si necesitamos, por eso mismo, debemos.

Con los ojos en el infierno... se llora.

Pero quien ama y llora se mantiene siempre bien cerca del cielo.



(ilustração: Carlos Ribeiro)


viernes, 16 de junio de 2017

Somos quienes somos, no importa dónde nos encontremos


OPINIÓN  DE  JOSÉ  LUÍS  NUNES  MARTINS


La identidad de cada uno de nosotros depende del encuentro constante de nuestro interior con sus circunstancias.  Pero también es verdad que las personas no cambian su esencia de forma súbita, a pesar de lo que puedan prometer. Así, un cambio de ambiente no significa una alteración en el interior.

La educación y el medio donde crecemos son factores que condicionan la construcción de quien somos, pero no serán tan determinantes como se acostumbra juzgar.

Alguien honesto no se vuelve deshonesto sólo por convivir con gente menos virtuosa. De la misma forma, una persona deprimida no se animará solo por estar rodeada de optimistas.

Es extraño que haya quien considere y evalúe a los otros solo por las circunstancias donde los encuentra. Mas, hay incluso quien haga encadenamientos extraños tales como: si una determinada persona es pobre, luego es triste y tendrá envidia de quien tiene más que él. .. Error grosero que muchas ve4ces se tiene como certeza probada. Un villano puede sonreír mucho, pero no por eso deja de ser quien es.

Hay quien sufriendo alguna pobreza de espíritu, se adapta de forma demasiado flexible al medio en que se encuentra, no por simpatía, sino más bien por una necesidad de encontrarse y sentirse acogido. ¿Qué tipo de amistas puede tener aquel cuyo corazón está tan débil que cambia de rumbo en función de los vientos?

Están también los que no cambian de acuerdo con las estaciones, compañías u ocasiones. Esos son fuertes. Se construyen de forma lenta, pero segura y sostenida. Todas las noches se renuevan y todos los días se fortalecen. Son firmes porque saben de dónde vienen, quienes son y quieren ser... o, por lo menos, quienes no quieren ser.

Cada uno de nosotros es señor de su destino, por eso es responsable de aquello que hace con lo que le fue dado. Quien abdica de su libertad por causa de las opiniones ajenas se hace esclavo de las apariencias.


(ilustração: Carlos Ribeiro)

domingo, 11 de junio de 2017

Los hermanos: una especie en vías de extinción




Mucho antes de ser un ideal de la Revolución Francesa, la fraternidad ya era un principio de los cristianos. Con tantos ataques a la vida, al matrimonio y a la familia, los hermanos son una especie en vías de extinción.

 “Si quieres ver  un niño feliz, dale un hermano. Si quieres ver a un niño muy feliz dale muchos hermanos”, decía Fernando Ribeiro y Castro, fundador de la Asociación Portuguesa de la Familias Numerosas (APFN) y de la Confederación Europea de Familias Numerosas (ELFAC). Con su mujer, Leonor, tuvo una muy numerosa y, por tanto, muy feliz familia: ¡13 hijos! En forma de testamento –falleció en 2004- dejó esa frase, especialmente apropiada para el Día de los Hermanos, que ocurre todos los años, el último día del mes de Mayo.

En un calendario repleto de los más variados días internacionales y mundiales, hacía falta un Día de los Hermanos: la circunstancia de haber sido portuguesa la iniciativa para su creación mucho honra a nuestro país, donde u8na experiencia pionera de esta celebración tuvo lugar, antes aún de haber ganado este dato relevancia internacional. Como se recuerda en el sitio de la APFN: “La Confederación Europea de las Familias Numerosas, en una deliberación tomada por su asamblea general el 18 de septiembre de 2014, decidió proclamar, instituir y celebrar el Día de los Hermanos el31 de mayo de cada año, después de una primera experiencia realizada en Portugal en ese año”. Una conmemoración que está, ahora, especialmente asociada a la entrañable memoria de Fernando Ribeiro de Castro.

 “Un Día de los Hermanos –se lee también en ese mismo sitio- es una fiesta familiar por excelencia – es una calurosa celebración familiar en su horizontalidad y, en el sentido exacto de la palabra, fraternidad. Ahora bien, el mes de mayo es el mes donde se señalan algunas celebraciones familiares, como el Día de la Madre (En Portugal, en el primer domingo de mayo) y el Día internacional de la familia, declarado e instituido el 15 de mayo por una deliberación de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992”.

Por una feliz circunstancia, en este mes de mayo, dos pares de hermanos portugueses fueron destacados, por muy diferentes motivos. Primero, los hermanos Francisco y Jacinta, que el papa canonizó en la celebración eucarística que presidió en Fátima, el pasado 13, centésimo aniversario de la primera aparición mariana en  Cova de Iria. En esa echa también, por curiosa coincidencia, otros dos hermanos portugueses- ¡inédita proeza!- ganaron el festival de Eurovisión: Lucía y Salvador Sobral.

Mucho antes de ser un ideal de la Revolución Francesa, la fraternidad era ya un principio y una realidad predicada e intensamente vivida por los cristianos. Los relatos de los Hechos de los Apóstoles, cuya autoría se atribuye al evangelista Lucas, son especialmente expresivos de cómo los primeros cristianos vivían esa fraternidad que, entre ellos, tenía los contornos de una verdadera vida comunitaria. Aunque, posteriormente, no se haya sido posible mantener ese estilo de vida y de practicarla, excepto en algunas instituciones religiosas, la verdad es que la fe, a pesar de ser un don personal, por el cual cada fiel tendrá que dar cuentas al Creador, no puede ser vivida sino comunitariamente, o sea, en Iglesia. Como la eclesiología de la comunión, asumida por el Concilio Vaticano II, proclama, no hay lugar para un individualismo católico: no se puede ser verdadero cristiano al margen de los otros fieles, o sea, dispensando a los hermanos.

Por eso también, la única oración que el Señor nos enseñó, se reza siempre en plural, al “Padre nuestro que estás en los cielos”, a quien pedimos, entre otros dones, “el pan nuestro de cada día”. Además, el propio Cristo se hizo acompañar de un grupo de sus discípulos que, de esa forma, introdujo un estilo de vida comunitario. También los esposos cristianos son llamados a vivir, con sus hijos y otros familiares, una comunidad específica: sus hogares deben ser ‘iglesias doméstica’, donde la relación natural es sublimada por la celebración de la misma fe, esperanza y caridad.

Difícilmente se comprende Fátima, si no se reconoce el ambiente profundamente cristiano de las familias de los Pastorcitos. No solo eran primos carnales, o medio hermanos –la madre de los dos más jóvenes era hermana del padre de Lucía- como los dos Marto eran hermanos. Este parentesco fue importante, sobre todo para Jacinta, que encontró en el hermano el apoyo que los padres no siempre le dieron. Por eso, cuando los dos fueron detenidos y aterrorizados por el administrador el Concejo, los padres  Marto no intervinieron, por lo que fue Francisco quien de hecho animó a la hermana, a quien más costó aquel aparente abandono de sus padres. ¡Qué buenos patronos para el Día de los Hermanos!

Portugal es uno de los países europeos con más baja natalidad y, no obstante, la mayoría de la izquierda continúa apostando por medidas contra la vida, sea fomentando el aborto, sea incentivando la eutanasia. No hay políticas que estimulen las familias numerosas a nivel de población, de la educación o de la salud. No se les facilita la opción por una educación de calidad en establecimientos no estatales, porque los precios estipulados en estas escuelas son muy superiores a los de tendencia gratuita enseñanza estatal que, por regla, es de menor calidad, pero más caro a los contribuyentes que las escuelas con contrato de asociación.

Se atenta contra la familia natural y el matrimonio, en beneficio de otras uniones que, en algunos casos, hasta excluyen la natalidad: a propósito de la “Guarda compartida” y bajo el auspicioso lema “Matar (¡sic!) el matrimonio conyugal, hacer nacer al matrimonio parental”, dos jueces De derecho, de los Juzgados de Familia y Menores de Lisboa y Mafra, disertaron el pasado día 30, en el Seixal, después de haberlo hecho en el Barreiro, en Oeiras, en Sintra, en Évora y en Vila Franca de Xira: ¡una auténtica tournèe ‘conjugalícida’! Y, en el caso de Liliana Melo, fue la propia Seguridad Social quien retiró a esta pobre madre la casi totalidad de sus hijos, y también separó, impidiendo la convivencia de los hermanos entre sí.

Con tantos ataques a la vida, al matrimonio y a la familia, no extraña que se celebre el Día de los Hermanos: a fin de cuentas, es una especie más en vía de extinción...


viernes, 9 de junio de 2017

Las urgencias no son lo más importante


OPINIÓN DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

En este nuestro mundo hay crisis todos los días. Suenan las alarmas por todos los lados. En su mayoría, las noticias son sorpresas negativas que reclaman, de forma ruidosa, una respuesta inmediata y definitiva.

La verdad es otra. Andamos lejos de lo que es importante, porque nos preocupamos en acudir a todas las urgencias. Lo que es importante nos parece tener una importancia tal que... puede y debe ser después, con más calma y con ideas más ordenadas.

Hay muchas personas que solo se motivan cuando el plazo final está a punto de llegar. Cree que las cosas importantes no lo son porque... parecen ser postergables.

Ahora bien, la vida está hecha de elecciones y nuestro tiempo es limitado. Es importante saber qué decir y qué callar. Lo que escoger, por muy malo que pueda parecer, y lo que desechar, por muy bueno que pueda parecer.

Nuestra vida y la de los que nos son próximos sigue su camino todos los días, de forma irreversible. Si decido estar lejos de alguien por algunos días, importa que yo sepa que jamás podré recuperar ese tiempo. De la misma forma, si nunca arriesgo nada y dejo pasar sucesivas oportunidades de hacer algo importante por mí o por alguien... es bueno que tenga conciencia de que la principal responsabilidad por eso es y será siempre mía.

Cualquier momento es bueno para revisar el orden de nuestras prioridades.

Pero, es bueno tener un plan B. Una idea de lo que es esencial, cuidando de eso con empeño y asiduidad. Si las urgencias se desmoronaran todas en una sola noche, no caeríamos en el abismo de la vida absurda.

Ningún hombre se baña dos veces en las mismas aguas del mismo río.
Es un buen criterio tratar solo de lo que es importante, desechando todo lo que no es, por más urgente que sea.

Tal vez lo más importante de nuestras vidas sea precisamente lo que insistimos en posponer.


(ilustração de Carlos Ribeiro)


sábado, 3 de junio de 2017

Medjugorje: ¿solución a la vista?




Para un cristiano la investigación sobre las supuestas apariciones de Medjugorge tiene sentido, pues debe conocer la solidez de sus convicciones y estar preparado para responder a quien le pida razón de la espera.

Entre los días 24 de junio y 3 de julio de 1981, se supone que ocurrieron, en Medjugorje, en la ex Yugoslavia, siete apariciones de Nuestra Señora, que después han tenido continuidad hasta el presente, pero solo en relación a una de las videntes. Pero, no obstante los treintaiséis años transcurridos, Medjugorge continua siendo un tema polémico para muchos católicos.

Mientras algunos fieles, principalmente los que tuvieron la experiencia de peregrinar hasta ese local, defienden con uñas y dientes as apariciones, las autoridades eclesiásticas, aunque valorando los abundantes frutos espirituales verificados allí, tiene algunas reservas en cuanto a la autenticidad del acontecimiento. Luego que el fenómeno supuestamente espiritual se verificó dio lugar a un conflicto institucional entre los franciscanos, que rigen la parroquia de Medjugorje y eran partidarios acérrimos de las apariciones, y el entonces obispo diocesano, que nunca dio su aval a l dichas visiones o apariciones marianas.

A medida que la tensión fue creciendo –uno de los franciscanos más implicado en el caso dejó después la Orden y también el ministerio sacerdotal- y el fenómeno adquirió dimensión internacional-  son muchos los millares de católicos que todos los años peregrina a Medjugorje  - La Santa Sede llamó a si la cuestión, que  ya había sobrepasado largamente el ámbito jurisdiccional del obispo diocesano respectivo e, incluso, de la correspondiente conferencia episcopal. Sin pronunciarse de forma definitiva sobre las supuestas visiones o apariciones , ni sobre los supuestos mensajes de Nuestra Señora, que los devotos de Medjugorje divulgaban diariamente durante años a fio, la Santa Sede se limitó a prohibir las peregrinaciones oficiales, sin con todo impedir que, privadamente, los fieles católicos si pudiesen se dirigiesen allí a rezar.

Un nuevo paso fue ahora protagonizado por el Papa. Por eso, Francisco, en la conferencia de prensa que, el pasado día 13, dio en el avión que lo llevó de Portugal a Italia, se pronunció sobre este caso, a petición de un periodista italiano.

El Santo padre recordó la clásica distinción entre la ‘revelación pública’ y las ‘revelaciones privadas’: mientras la primera forma parte de la fe eclesial y debe ser creída por todos los fieles, las segundas no son objeto de fe de la Iglesia, aún cuando la autoridad eclesial las aprobara, como aconteció con Lourdes y Fátima.

Para el caso de este posible acontecimiento, como también recordó el Papa Francisco durante el viaje de regreso a Roma, Benedicto XVI nombró una comisión  ad hoc, bajo la presidencia del Cardenal Ruini, que fue durante muchos años el vicario del Papa para la diócesis de Roma, de la que el Romano Pontífice es, por inercia, el obispo.

Esta comisión de la que también formaban parte cinco cardenales más, el conocido sicoanalista Tony Anatrella, varios teólogos, antropólogos, canonistas y psicólogos, entre otros especialistas, tuvo por misión “recoger y examinar todo el material” sobre Medjugorje. La comisión se reunió 17 veces, entre el 17 de marzo de 2010 y el 17 de enero de 2014, y estudió toda la documentación existente en el Vaticano, en la parroquia de Medjugorje y también en los archivos de los servicios secretos de la ex Yugoslavia. También oyó a los seis videntes y otros testimonios, habiéndose trasladado, en abril de 2012, al lugar de las apariciones. Fue también encomendada la presentación de un “relato pormenorizado’ sobre el caso; su parecer sobre lo ‘sobrenatural, o no’ de las visiones; así como sugerir posibles “soluciones pastorales” para el lugar.

A comienzos de 2014, esta comisión transmitió al Papa Francisco sus conclusiones, que suscitaron algunas dudas por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la cual decidió enviar las conclusiones de la comisión Ruini a todos los miembros de su sección cuarta –así llamada por reunirse el cuarto día de semana- para que cada uno de sus miembros diese su parecer. El Santo padre, informado de este expediente, decidió devolver el asunto, para impedir que, por así decir, se pusiese en pública subasta la relatoría del Cardenal Ruini, que el propio Papa francisco considera bueno. En carda dirigida al prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el santo padre exigió que ese parecer teológico le fuese enviado directamente.

Según el papa francisco, hay tres dudas que deben esclarecerse sobre Medjugorge: las primeras apariciones, los mensajes actuales y la cuestión pastoral.

En cuanto a las apariciones iniciales, el grupo de trabajo presidido por el Cardenal Ruini emitió el siguiente veredicto: trece votos favorables al reconocimiento de lo sobrenatural de las siete primeras apariciones, un voto contrario y un voto en blanco. No obstante la aprobación , casi unánime, de esas visiones, la opinión del papa Francisco no parece ser tan favorable, en la medida en que, a bordo del avión  que lo llevaba de regreso a Roma, dice: “sobre las primeras apariciones, cuando (los videntes) eran jóvenes, el relatoría dice, más o menos, que se debe continuar investigando”.

La Comisión constató una diferencia clara entre el inicio del fenómeno y su posterior desarrollo, por lo que deliberó por separado las dos cuestiones: primero, se pronunció sobre las 7 primeras apariciones, entre el 24 de junio y el 3 de julio de 1981; y, después, emitió su parecer sobre los fenómenos posteriores. La Comisión dio por probado que los seis niños videntes eran sicológicamente normales y no fueron influenciados por los franciscanos, ni por la parroquia o por cualquier otra persona o entidad. La Comisión también descartó la hipótesis de que las apariciones sean de origen demoníaco.

Más crítica es la opinión del Papa Francisco en relación a los fenómenos posteriores, sobre los cuales la Comisión Ruini también expresó muchas dudas. A este propósito, dice el Papa argentino en dicha conferencia de prensa aérea: “Yo, personalmente, soy más ‘malo’ [que la Comisión Ruini]: yo prefiero a la Señora Madre, nuestra Madre, en vez de la “Señora jefe de la estación de correos y telégrafos’, que todos los días manda un mensaje a la misma hora... ¡esta no es la Madre de Jesús! Estas supuestas apariciones no tienen el mismo valor. Lo digo como mi opinión personal”.

No obstante estas reticencias, la Comisión Ruini se pronunció favorable al levantamiento de la prohibición de las peregrinaciones oficiales a Medjugorje -13 votos a favor, entre los 14 miembros presentes- y sugirió, por mayoría, la transformación de la parroquia en un santuario mariano pontificio, “dependiente de la Santa Sede”. Una propuesta motivada por ‘razones pastorales’: la atención espiritual de los millones de peregrinos que continuamente acuden a esa parroquia.

El Papa francisco, después de haber examinado el relatoría Ruini y el parecer de los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, nombró al obispo polaco Henryk Hoser, como “enviado especial de la Santa Sede” para la cuestión pastoral de Medjugorje: Este verano, Hoser deberá concluir su investigación y, después, el papa francisco tomará la decisión final.

Para cualquier ateo o agnóstico, puede parecer exagerado todo el inmenso trabajo que Medjugorje ha significado para tantas autoridades eclesiásticas y científicas, desde el Santo padre hasta los cardenales, obispos, teólogos, canonistas, sociólogos, sicoanalistas, etc. Para un cristiano, todo este trabajo tiene sentido, no solo porque lo confirma en la fe y en la solidez de sus convicciones y devociones ((cfr. Lc 1, 4), sino también porque lo habilita para responder, con argumentos teológicos y científicos, a quien le pidiera razón de su esperanza (cfr. 1 Pd 3, 15).


http://observador.pt/opiniao/medjugorje-solucao-a-vista/

viernes, 2 de junio de 2017

Políticos a corto plazo


OPINIÓN DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

En los tiempos en que se levantaban catedrales, muchos fueron los hombres que soñaron y trabajaron por algo, aunque supieran que nuca lo irían a ver terminado. Aceptaban con humildad que su propio valor residía, no en ellos, sino en la grandeza de lo que construían. Luchaban por la edificación de una cosa que solo sus hijos o sus nietos verían construido. Sí se preocupaban de no buscar otro provecho sino el de saber que habían hecho su parte del camino.

Corresponde a cada uno de los que tienen la responsabilidad de representar a su comunidad decidir de acuerdo con lo que fuera mejor para todos. Los que ya son miembros activos y los que han de ser, para con los cuales tienen el deber de dejar las condiciones necesarias para que puedan vivir bien y que, en paz, busquen su felicidad y la de sus descendientes.

Pensar solo en sí mismo y en sus intereses, o tener un horizonte solo hasta la fecha de las próximas elecciones  debía ser considerado un crimen.

El planeta es la más bella de las catedrales. Tenemos el deber de no contribuir  a su destrucción, aunque puede que no lleguemos a ver el final de esa obra.

Los mares, el cielo y la tierra son dones que tenemos la obligación de preservar, aunque esa obra no se concluya en el tiempo de nuestros días.

El que no se acuerda de aquellos que nos confiaron el mundo en que vivimos, y no tiene presente a aquellos que ha de venir después de nosotros, olvídese de que el mundo es aún más de ellos que nuestro.


(ilustração de Carlos Ribeiro)