domingo, 11 de junio de 2017

Los hermanos: una especie en vías de extinción




Mucho antes de ser un ideal de la Revolución Francesa, la fraternidad ya era un principio de los cristianos. Con tantos ataques a la vida, al matrimonio y a la familia, los hermanos son una especie en vías de extinción.

 “Si quieres ver  un niño feliz, dale un hermano. Si quieres ver a un niño muy feliz dale muchos hermanos”, decía Fernando Ribeiro y Castro, fundador de la Asociación Portuguesa de la Familias Numerosas (APFN) y de la Confederación Europea de Familias Numerosas (ELFAC). Con su mujer, Leonor, tuvo una muy numerosa y, por tanto, muy feliz familia: ¡13 hijos! En forma de testamento –falleció en 2004- dejó esa frase, especialmente apropiada para el Día de los Hermanos, que ocurre todos los años, el último día del mes de Mayo.

En un calendario repleto de los más variados días internacionales y mundiales, hacía falta un Día de los Hermanos: la circunstancia de haber sido portuguesa la iniciativa para su creación mucho honra a nuestro país, donde u8na experiencia pionera de esta celebración tuvo lugar, antes aún de haber ganado este dato relevancia internacional. Como se recuerda en el sitio de la APFN: “La Confederación Europea de las Familias Numerosas, en una deliberación tomada por su asamblea general el 18 de septiembre de 2014, decidió proclamar, instituir y celebrar el Día de los Hermanos el31 de mayo de cada año, después de una primera experiencia realizada en Portugal en ese año”. Una conmemoración que está, ahora, especialmente asociada a la entrañable memoria de Fernando Ribeiro de Castro.

 “Un Día de los Hermanos –se lee también en ese mismo sitio- es una fiesta familiar por excelencia – es una calurosa celebración familiar en su horizontalidad y, en el sentido exacto de la palabra, fraternidad. Ahora bien, el mes de mayo es el mes donde se señalan algunas celebraciones familiares, como el Día de la Madre (En Portugal, en el primer domingo de mayo) y el Día internacional de la familia, declarado e instituido el 15 de mayo por una deliberación de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992”.

Por una feliz circunstancia, en este mes de mayo, dos pares de hermanos portugueses fueron destacados, por muy diferentes motivos. Primero, los hermanos Francisco y Jacinta, que el papa canonizó en la celebración eucarística que presidió en Fátima, el pasado 13, centésimo aniversario de la primera aparición mariana en  Cova de Iria. En esa echa también, por curiosa coincidencia, otros dos hermanos portugueses- ¡inédita proeza!- ganaron el festival de Eurovisión: Lucía y Salvador Sobral.

Mucho antes de ser un ideal de la Revolución Francesa, la fraternidad era ya un principio y una realidad predicada e intensamente vivida por los cristianos. Los relatos de los Hechos de los Apóstoles, cuya autoría se atribuye al evangelista Lucas, son especialmente expresivos de cómo los primeros cristianos vivían esa fraternidad que, entre ellos, tenía los contornos de una verdadera vida comunitaria. Aunque, posteriormente, no se haya sido posible mantener ese estilo de vida y de practicarla, excepto en algunas instituciones religiosas, la verdad es que la fe, a pesar de ser un don personal, por el cual cada fiel tendrá que dar cuentas al Creador, no puede ser vivida sino comunitariamente, o sea, en Iglesia. Como la eclesiología de la comunión, asumida por el Concilio Vaticano II, proclama, no hay lugar para un individualismo católico: no se puede ser verdadero cristiano al margen de los otros fieles, o sea, dispensando a los hermanos.

Por eso también, la única oración que el Señor nos enseñó, se reza siempre en plural, al “Padre nuestro que estás en los cielos”, a quien pedimos, entre otros dones, “el pan nuestro de cada día”. Además, el propio Cristo se hizo acompañar de un grupo de sus discípulos que, de esa forma, introdujo un estilo de vida comunitario. También los esposos cristianos son llamados a vivir, con sus hijos y otros familiares, una comunidad específica: sus hogares deben ser ‘iglesias doméstica’, donde la relación natural es sublimada por la celebración de la misma fe, esperanza y caridad.

Difícilmente se comprende Fátima, si no se reconoce el ambiente profundamente cristiano de las familias de los Pastorcitos. No solo eran primos carnales, o medio hermanos –la madre de los dos más jóvenes era hermana del padre de Lucía- como los dos Marto eran hermanos. Este parentesco fue importante, sobre todo para Jacinta, que encontró en el hermano el apoyo que los padres no siempre le dieron. Por eso, cuando los dos fueron detenidos y aterrorizados por el administrador el Concejo, los padres  Marto no intervinieron, por lo que fue Francisco quien de hecho animó a la hermana, a quien más costó aquel aparente abandono de sus padres. ¡Qué buenos patronos para el Día de los Hermanos!

Portugal es uno de los países europeos con más baja natalidad y, no obstante, la mayoría de la izquierda continúa apostando por medidas contra la vida, sea fomentando el aborto, sea incentivando la eutanasia. No hay políticas que estimulen las familias numerosas a nivel de población, de la educación o de la salud. No se les facilita la opción por una educación de calidad en establecimientos no estatales, porque los precios estipulados en estas escuelas son muy superiores a los de tendencia gratuita enseñanza estatal que, por regla, es de menor calidad, pero más caro a los contribuyentes que las escuelas con contrato de asociación.

Se atenta contra la familia natural y el matrimonio, en beneficio de otras uniones que, en algunos casos, hasta excluyen la natalidad: a propósito de la “Guarda compartida” y bajo el auspicioso lema “Matar (¡sic!) el matrimonio conyugal, hacer nacer al matrimonio parental”, dos jueces De derecho, de los Juzgados de Familia y Menores de Lisboa y Mafra, disertaron el pasado día 30, en el Seixal, después de haberlo hecho en el Barreiro, en Oeiras, en Sintra, en Évora y en Vila Franca de Xira: ¡una auténtica tournèe ‘conjugalícida’! Y, en el caso de Liliana Melo, fue la propia Seguridad Social quien retiró a esta pobre madre la casi totalidad de sus hijos, y también separó, impidiendo la convivencia de los hermanos entre sí.

Con tantos ataques a la vida, al matrimonio y a la familia, no extraña que se celebre el Día de los Hermanos: a fin de cuentas, es una especie más en vía de extinción...


No hay comentarios:

Publicar un comentario