sábado, 14 de abril de 2018

¿Cuánto cabe en una lágrima?


José Luís Nunes Martins

Ser sencillo es una lucha permanente contra todas las tentaciones para desviarnos del camino cierto. Requiere una atención constante frente a nuestra tendencia a complicárnoslo todo siempre. Hay cada vez más estímulos y opciones, es esencial que cultivemos el discernimiento para trazar y seguir nuestro propio camino.
Mucha de la sed que sentimos es el resultado de deseos que aceptamos como nuestros. Buscamos con todas las fuerzas tantas cosas innecesarias que acabamos por despreciar lo importante. Queremos todo y acabamos, casi siempre, sin nada.
Somos egoístas y tan poco inteligentes que incluso creemos que nos bastamos a nosotros mismos y que tenemos en nosotros todo lo que necesitamos. No. Somos la mitad de tantas cosas y gotas de agua entre otras.

El agua es vida y siempre encuentra la forma de encontrar su camino. Insiste, se acumula y, con paciencia, acaba por descubrir a dónde ir. Cuando se estanca, se corrompe. ¡El agua es sencilla, pura y… viva!
No debemos detenernos en nada pasajero, en la certeza de que la eternidad es vida. Belleza sublime aconteciendo, creándose y multiplicándose.

Vivir es crear. Hacer nacer. Fuente de bien. El mundo quiere ser cada vez más bello, porque su belleza aún no está completa. Por eso cuenta con nuestra capacidad de crear para ser perfecto.
Hoy falta tiempo para pensar. Para esperar y meditar bien antes de decidir. Las acciones quedan siempre con sus autores. El resultado de nuestras decisiones somos nosotros. Mucho de aquello que soy depende de lo que decido, con mayor o menor consciencia. Soy responsable de mi vida, de dar respuestas y encontrar caminos.

¡Estoy llamado a concluir la creación de lo que soy, a ser protagonista de mi existencia, a ser espectador de todo y soy, por encima de todo, una obra prima!
Cada uno de nosotros tiene una misión. El que no sabe cuál es, procure hacer uso de sus dones. A lo que tiene de diferente y mejor de cara a los otros. No, no es lo que le es más fácil o le da más placer, es, sí, lo bueno que puede y debe hacer.

Tu misión es hacer de ti alguien en quien la vida tiene sentido.

El agua que brota de las fuentes no vuelve a ella sin haber cumplido su misión.
En este mundo solo tenemos esta vida. Sepamos hacernos fuentes de agua viva. Matando la sed de los que andan sedientos de respeto, verdad y amor, y limpiando cada una de las heridas de los que fueron despreciados, maltratados, humillados.

El agua busca el agua. Amor busca amor.
¡En una lágrima cabe toda la tristeza… pero también en una lágrima cabe la alegría de una vida entera!

En una lágrima hay una oración y una sonrisa. Una traición vencida por una esperanza de amor que, con certeza, se cumplirá.


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