domingo, 11 de agosto de 2019

19 Domingo del Tiempo Ordinario



por Pablo Garrido Sánchez

Sabiduría 18,6-9  //  Salmo 32  //   Hebreos 11,1-2.8-19  //   Lucas 12,32-48
“Pequeño rebaño” (Cf. Lc 12,32)
…. Que un grupo humano cristalice como una comunidad fraterna es un verdadero milagro en medio de la sociedad de cualquier época; …El recurso a “lo pequeño” es  una característica del comportamiento divino…., pues ÉL, mejor que nadie sabe de nuestra fragilidad y pequeñez. El camino de Fe y libertad, que debemos realizar exige que DIOS se revele y se oculte al mismo tiempo, …. Esta experiencia paradójica es la misma, pero en naturaleza diferente, que en el Cruz de JESÚS: el proceso de muerte en JESÚS es un fragmento de su vida humana, en el que la ausencia del PADRE en lo sensible le hizo exclamar: “!DIOS mío, DIOS mío! ¿Por qué me has abandonado?” (Cf. Mc 15,34). ¿Podía el PADRE haber abandonado a su HIJO amado en los momentos más decisivos de su existencia histórica? El que se reconoce  “pequeño” ante el PADRE, tiene derecho a quejarse, como JESÚS, pero no a rebelarse.


El tesoro
… El dinamismo que mueve al hombre se concentra en su corazón, y JESÚS confirma la enseñanza: “Allí donde está tu tesoro se encuentra tu corazón” (Cf. Lc 12,34) El “yo” que es consciente, piensa y siente está en el corazón. …Nuestro “yo” se apega o identifica con lo que valora o encuentra deseable. La plasticidad del “yo” es una de nuestras características, y por eso es tan importante el diferenciar con claridad e inteligencia los bienes que adoptamos como valores y les damos la categoría de tesoros…

Tres hierbas perniciosas
En aquella parábola del Sembrador se menciona lo que sucede a la buena semilla que cae entre matorrales: unas hierbas contrarias ahogan el crecimiento de la buena semilla. En la interpretación del propio JESÚS las tres hierbas perniciosas son: el ansia de placeres, la preocupación por las riquezas, y las ansias de poder (Cf. Mc 4,18-19). …El corazón humano adherido a cualquiera de los polos de atracción antes  mencionados se encuentra gravemente impedido para ver y encontrar una salida  …En algún momento el dolor, el sufrimiento y la falta de paz interior, advertirán que seguir en esa dirección no es el camino adecuado; pero hasta entonces, no queda otra cosa  que esperar.

La Providencia
… “Buscad primero el Reino de DIOS, y lo demás se os dará” (Cf. Lc 12,31). El discípulo lleva algún tiempo escuchando al MAESTRO y es testigo de los signos, prodigios y milagros, que salen de sus manos; por tanto, tienen elementos que justifiquen una motivación suficiente para tomar una decisión en orden a la predicación y difusión del Reino de los Cielos. El discípulo mira a JESÚS desde sí mismo, sus propias fuerzas y posibilidades; pero también es una decisión influida positivamente por la comunidad de discípulos en la que está integrado. ... La presencia del Reino de los Cielos entre nosotros tiene siempre una doble dirección, que viene de DIOS al hombre y retorna del hombre a DIOS como respuesta agradecida al don recibido. Este “subir y bajar de los Ángeles” (Cf. Jn 1,51) es el requisito  indispensable, para que el Reino de los Cielos  irradie y difunda en medio de nosotros.


El tesoro imperecedero
…El desprendimiento personal a favor del Reino de DIOS confiere valor eterno a todo lo que tenemos aquí en este mundo. Para aceptar esta extraña contractualidad es preciso la Fe y el Amor a DIOS, de ahí que DIOS tenga que actuar primero en los corazones para infundir una certeza, que supere los cálculos humanos….. Si el Qohelet, la semana pasada, nos decía con una insistencia casi obsesiva, que “todo es vanidad en este mundo” (Cf. Qh 1,2); el Evangelio nos recuerda en cada línea que dependemos en totalidad del Amor de DIOS, que nos cuida  y salva en último término.

A la espera del SEÑOR
El Reino de DIOS, objeto central de la enseñanza y misión de JESÚS, está ligado de modo directo a su actuación en el tiempo histórico, a su exaltación en la Resurrección y a su vuelta: el SEÑOR volverá (Cf. Lc 12,43.46) Ahora, con el Apocalipsis, decimos: “ÉL, es el que viene” (Cf. Ap 1,7;22,7). Y su vuelta ocurre después de haber contraído un enlace nupcial en los tabernáculos eternos: “Llegó la boda del Cordero, y su esposa se ha embellecido” (Cf. Ap 19,7)…. El desposorio comenzó en este mundo, pero la Boda del CORDERO no tiene lugar en este mundo. …En este mundo queda establecido un pacto de fidelidad, que obliga sin tener el contrato de boda. Esta institución humana y religiosa vigente en aquel tiempo es una metáfora de la realidad interna, que opera en el dinamismo de expansión del Reino de DIOS en este mundo.


Debéis vigilar, esperando que “el SEÑOR vuelva de la Boda” (Cf. Lc 12,35). Cada una de las personas interpeladas por JESÚS tiene que mantener vivo el encuentro inicial, y permanecer en una anhelante espera, que tendrá un punto final en este mundo para cada uno en particular y todos en general; y ese momento impredecible será como “la llegada del ladrón en la noche” (Cf. Lc 12,39). Pero entre el encuentro inicial e iniciático con JESÚS y su vuelta definitiva al final de nuestros días, se van produciendo  otras venidas cuya frecuencia en cierto sentido es incesante:…. Este modo discreto de venir y estar es el que ofrece la fuerza y tensión a la virtud teologal de la Esperanza….: “Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas” (Cf. Lc 12,35) …la vigilancia es la atención debida a las cosas propias de la extensión del Reino de DIOS, y en este  punto quedan comprendidas todas las áreas de la actividad humana: La transformación de las relaciones sociales en relaciones fraternas …El tiempo de ocio transformado en un tiempo de enriquecimiento personal…. La laboriosidad destinada al trabajo profesional: … las relaciones familiares ocupan el primer lugar en toda la escala de las relaciones  personales: ahora es el momento de vivir las formas más nobles de un amor conyugal, paterno o materno, y de extender ese afecto familiar al resto de la parentela bajo la unción misma  del ESPÍRITU SANTO, que fragua el Reino de DIOS entre nosotros.

… “Llegado el SEÑOR en cualquiera de las vigilias de la noche, y encontrase a los suyos vigilantes; entonces los sentará a la mesa, y ÉL, personalmente, los irá sirviendo” (Cf. Lc 12,37).

Líderes
Para designar al que va delante y señala el camino le aplicamos nombres distintos. Hablamos del “pastor”, que utilizan una gran parte de las iglesias cristianas; en otros momentos se alude a los dirigentes de las iglesias con el mismo contenido atribuido a los “pastores”; y con una denominación  más  secular hablamos de “los líderes” como aquellos que ofrecen un cierto carisma que atrae y transmite confianza. En el movimiento inicial que origina JESÚS de Nazaret se encuentran los Doce, los Setenta y dos, y los cinco mil. El que conoce a JESÚS porque ha tenido un encuentro personal con ÉL, está en posesión de todos los títulos necesarios para convertirse en evangelizador, pues en esencia eso es la evangelización: anunciar que JESÚS es nuestro SEÑOR, y nuestro único SALVADOR.

El ladrón en la noche (Cf. Lc 12,39)
El don de la vida presupone todos los otros dones posibles, y es el que determina el encuentro en un destino definitivo. … San Lucas insiste en la vigilancia y preparación para no verse fuera de lugar; pero en otros pasajes lo inesperado supera la preparación: “Estarán dos en una cama: uno será tomado y el otro será dejado. Estarán dos en el campo…” (Cf. Lc 17,34).  El texto sagrado nos da a entender que DIOS es el dueño de la vida del hombre, y en último término dispone de ella como mejor conviene en su sabiduría y providencia. DIOS se reserva el desenlace último de los acontecimientos y la disposición de los tiempos en los que deben suceder... Dos frentes se ven afectados por los mensajes celestes: la Iglesia Católica y la sociedad actual en general… No necesitamos que los mediums o videntes de las intenciones divinas nos avisen, no ya lo que puede pasar, sino lo que va a pasar. Cualquier persona con un poco de información reconoce el actual proceso de encrucijada que vivimos en la humanidad con rasgos propios y diferentes a otros momentos cruciales en el transcurso de la historia…. El mosaico de divisiones dentro del Cristianismo nos debería advertir del resultado histórico de la soberbia institucional que produjo tal fragmentación.

Una aclaración
…: ¿Quién es el siervo fiel y prudente, a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para repartir a todos la ración a  sus horas?” (Cf. Lc 12,41-42): el siervo fiel y prudente, que encarna la dirección o presidencia al frente de la comunidad, que es signo del Reino de los Cielos, está encomendada a uno o varios dirigentes con el encargo de ofrecer el alimento espiritual, en primer término, a todos los hermanos. Es preciso traer el testimonio de los Hechos de los apóstoles: “Los hermanos eran asiduos a la enseñanza de los Apóstoles,  a la fracción del pan; a las oraciones y a la comunión” (Cf. Hch 2,42). En esos cuatro pilares descansaba la vida de las comunidades fundacionales del Cristianismo, y para ello debía existir un orden establecido de ministerios y carismas, que diesen concreción a las necesidades de todos y cada uno de los hermanos…

El dirigente irresponsable
“Pero si aquel siervo, suponiendo que el amo no viene, empieza a maltratar a sus compañeros; vendrá el amo, en el momento menos pensado, y condenará a ese siervo a la pena de los que nos son fieles” (Cf. Lc 12,45-46). La configuración de la Iglesia ofrece hoy  unos perfiles institucionales bastante diferentes de los comienzos,…: ¿Quién es el responsable del abandono masivo de católicos europeos, que se pasan en el mejor de los casos a otras iglesias cristianas, y en otros se van directamente al agnosticismo o al ateísmo?... El ESPÍRITU SANTO pedido por el HIJO al PADRE para todos los hombres, ¿ya no es operativo en los corazones de las personas? .

Fe y comunión
… “La Fe es certeza de lo que no se ve, y seguridad  de lo que se espera” (Cf. Hb 1,1).  ... La Fe religiosa del cristiano está  cimentada en JESUCRISTO, que es el Enviado del PADRE, nos trajo palabras del PADRE y nos rescató para una existencia eterna en su compañía. La Fe cristiana tiene la certeza de que JESUCRISTO pagó y canceló  la deuda que teníamos contraída como herederos de una humanidad lastrada por el pecado; y mantenemos una certeza en la propia resurrección de entre los muertos, porque JESÚS de Nazaret es el RESUCITADO, SEÑOR y CRISTO. …El cristiano no podrá  comprender o explicar su Fe sin  cimentarla en JESUCRISTO Resucitado, pues en palabras de san pablo: “Sin la Resurrección de JESUCRISTO, nuestra Fe no existe, y seríamos los más desgraciados de los hombres” (Cf. 1Cor 15,17-19), pues estaríamos afirmando cosas insostenibles. …La certeza de la vida después de la muerte en un estado de perfección total está dada por la Resurrección  que sitúa a JESUCRISTO a la derecha del PADRE con el  mismo poder y gloria. Tenemos certeza del don del ESPÍRITU SANTO por la experiencia personal del mismo y la  experiencia comunitaria en la que proliferan los dones y carismas en las personas sencillas que abren su corazón al SEÑOR.


Una Fe con distintos protagonistas
La Biblia se escribe hablando de personas que han creído en el único DIOS.  El autor de la carta a los Hebreos encabeza su documento: “De muchas maneras habló DIOS a los hombres, a través de los profetas. En esta etapa final nos ha hablado por JESUCRISTO” (Cf. Hb 1,1). En el capítulo once ratifica la afirmación inicial sobre la Fe con el vivo testimonio de Abel, Henoc, Noé, Abraham,  Isaac, Jacob, Moisés, y el resto de los protagonistas de los hechos que marcaron la Historia de la Salvación, que hacen posible el hecho mismo de la Encarnación del VERBO de DIOS…. El autor de esta carta insiste en el valor principal de la Fe, que es capaz de no sucumbir a la frustración al ver que la Promesa se aplaza una y otra vez. …Nosotros como ellos, “esperamos la tierra y la Ciudad Santa edificada sobre sólidos cimientos” (Cf. Hb 11,10); pero debemos sentirnos herederos de aquellos que “creyeron y esperaron contra toda esperanza” …También  ahora toca escribir páginas de Fe del todo inéditas, ya que las  circunstancias presentes son del todo peculiares; y el creyente sigue afirmando sin duda alguna que “JESÚS de Nazaret, muerto y Resucitado, es el CRISTO y SEÑOR, del Cosmos y de la Historia” (Cf. Hch 2, 36)

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