17 de junio de 2013
Una vez más nos reunimos los voluntarios de Cáritas de San
Fernando, creo que sobreviviendo bastante bien a la crisis; mantenemos nuestra
actividad, cada uno en su parroquia, recibiendo las aportaciones necesarias
para hacer frente al aumento incesante de familias en demanda de ayuda; y yo me
atrevo a decir que también refleja este encuentro el aumento de ganas de seguir
luchando al lado de las familias y personas que sufren el zarpazo de la crisis.
El Director Arciprestal agradeció nuestra presencia y dio la
enhorabuena al nuevo Delegado Diocesano de Cáritas, nuestro Arcipreste, el P.
Alfonso, que además nos daba la primera charla: Fe y caridad.
Comenzó invitándonos a leer de nuevo la parábola del Buen
Samaritano, y nos recomendó no darla por sabida, sino que descubriéramos las
miradas que pueden darse en el ejercicio de la caridad. Aplicándolo a la
crisis, nos damos cuenta enseguida que las miradas que predominan hasta en las
conversaciones más cotidianas son de carácter económico, o numérico, echando en
falta el lado humano, cómo afecta a las personas que la sufren en primera
persona.
En nuestra labor de cada día en cáritas quizá aplicamos más
la mirada de la eficacia, si podremos o no afrontar el reparto de víveres este
mes o el próximo, en definitiva seguimos primando en la acogida lo asistencial
frente a la escucha, el compartir, acompañar, promocionar. Cáritas no es una
ong. Utilizó la misma expresión del Papa Francisco para decirnos cómo debe ser
la atención a los necesitados: Cáritas es la caricia de la Iglesia.
Por eso hemos de tener siempre presente los voluntarios que somos Iglesia, la Iglesia que sirve a los más
necesitados.
De ahí que nuestra actitud es testimonial, porque nos
dejamos interpelar por la pobreza, nos descubre al verdadero Jesús en el pobre
y es la causa de nuestra conversión, entonces compartimos la pobreza con ellos.
Igual que Cristo se hace carne para poder salvar al hombre, nosotros
compartimos la pobreza con los pobres de nuestra comunidad, para rescatarlos de
la pobreza o de la indignidad.
Si lo hemos entendido bien, tenemos que cambiar de vida,
vivir sencillamente, tenemos que hacer presente a la Iglesia en la sociedad y
denunciar las desigualdades, las injusticias.
Para ello hemos de renunciar a la mundanidad, porque, “no
somos del mundo”, y si Cristo vino a servir, también nosotros servimos a
nuestros hermanos necesitados, aunque sepamos que este servicio supone un
riesgo, riesgo a no ser comprendidos, incluso perseguidos. Tenemos que ser y
parecer, que lo que hagamos no contradiga nuestro ser cristianos.
En segundo lugar intervino Sebastián Gómez Almazo, Responsable
de Cooperación Internacional de Cáritas Diocesana, para hablarnos de La
cooperación internacional en Cáritas. “Para nuestro bienestar, otros
pagan los costos”, pero casi nadie se para a pensar cómo ocurre esto, y de la
misma manera renuncia a conocer las verdaderas causas de la crisis. Por eso nosotros debemos plantearnos qué
debemos hacer hoy para construir otro mundo diferente donde no se produzcan
crisis tan injustas.
Para construir de manera diferente debemos adoptar nuevas
formas de compromiso, sin olvidar que somos esperanza, para lo cual debemos
dejarnos interpelar por la realidad y poder así discernir lo más adecuado y
conveniente.
Otra forma nueva de mirar la realidad de manera
transformadora es verla en su dimensión universal y buscar la cooperación,
sentirnos hermanos, compartir nuestro trabajo.
A menudo hacemos de nuestra parroquia nuestro territorio,
pero para construir en comunidad hemos de trascender nuestro ámbito particular,
poner en práctica la comunidad cristiana de bienes a escala universal, porque
amar cristianamente es amar sin medida.
La dimensión universal de la caridad debe llevarnos al
contacto con las Cáritas de otros países, conocer sus dificultades, o sus
maneras de actuar. Destacó Sebastián algunas acciones significativas en la
cooperación internacional: amor en la acción, sensibilización ante el
conocimiento de los problemas, la cooperación fraterna, participar en proyectos
de cooperación, participar en campañas de denuncia o para la promoción de determinados valores.
Hoy ya se está llevando a cabo la cooperación internacional
entre equipos de diferentes países. Cáritas Diocesana está empeñada en fomentar
esta cooperación informando y aportando los medios a su alcance, y anima a las
cáritas parroquiales a que se abran a la universalidad.
Tras las ponencias celebramos la Santa Misa, en la que el P.
Alfonso, como arcipreste, agradeció en nombre de todos los párrocos de San
Fernando la labor de las Cáritas parroquiales, resaltando la importancia del
ministerio de la caridad, que expresa la preferencia de la Iglesia por los
pobres, e invitó a todos los fieles a participar en esta labor que tanto
prestigio aporta a la Iglesia.
Concluimos el encuentro con una merienda cena compartida
hasta las diez y pico…A pesar del frío que hacía en el patio a esas horas, disfrutamos
de una agradable compañía y compartimos animadamente unos con otros, conocimos
a nuevos voluntarios lo cual anima de veras a seguir, confiados en que hay
relevo, necesario en algunos equipos, que ya están un poco mayores…
No hay comentarios:
Publicar un comentario