Acabo de leer este artículo domical de Federico Jimenez Losantos y, la verdad, no he resistido la tentación de comunicar, al mundo entero a mi alcance, estas citas tan bellas y provechosas en favor del optimismo, la confianza, la esperanza...
"Porque hay delicadeza en las masas..."
“Jeevan se encontró pensando en lo humana que es una ciudad, lo humano
que es todo. Todos se lamentaban de la impersonalidad del mundo moderno, pero
él no creía que eso fuera cierto, nunca había sido impersonal ni mucho menos.
Siempre había habido una infraestructura masiva y delicada de gente trabajando
a nuestro alrededor sin que nos diéramos cuenta y, cuando la gente dejó de ir a
trabajar, toda la operatividad del mundo se detuvo. Nadie fue a llevar gasolina
a las gasolineras ni a los aeropuertos. Los coches se quedaron tirados. Los
aviones no pudieron volar. Los camiones permanecieron en sus puntos de origen.
La comida no llegó a las ciudades y las tiendas de alimentación dejaron de
abrir. Los negocios cerraron y sufrieron saqueos. Nadie fue a trabajar a las
plantas de energía ni a las subestaciones, nadie quitaba los árboles caídos
sobre los tendidos eléctricos. Jeevan estaba de pie junto a la ventana cuando
se quedaron sin luz." Estación Once Emily
Saint-John Mandel
“Porque hay delicadeza en las masas. O, mejor, para
no enmendarle la plana a Elías Canetti: porque en cada uno de los individuos de
la masa puede haber algo delicado, sutil, generoso, anónimo. Y porque existe un
anonimato generoso por naturaleza: el de la ciudad, el de la civilización.”
“ Hay tanto mérito, tanto trabajo de tanta gente
detrás de cada objeto que compramos sin pensar y usamos sin entender que sólo
ante la posibilidad de que todos los objetos y casi todos los sujetos
desaparecieran, el mundo recobraría su significado, como cada mañana después de
cada noche desde hace miles de años.”
En Libertad digital. Federico Jiménez Losantos
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