OPINIÓN
DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS
El corazón va a donde
depositemos nuestra atención, nuestras esperanzas y nuestros cuidados. Sólo
raras veces nuestro corazón está dentro del pecho, y eso es bueno. Mucho.
Lo
mejor de nosotros no es para nosotros. El corazón va donde depositemos nuestra
atención, nuestras esperanzas y nuestros cuidados. Sólo raras veces nuestro
corazón está dentro de nuestro pecho, y eso es bueno. Mucho.
Hay
infiernos escondidos dentro de nosotros. Algunos en los cuales están aquellos que se
creen más de lo que son, aquellos que creen que las apariencias son más
importantes que la verdad, aquellos que creen bastarse a sí mismos.
Hay
paraísos que pueden ser encontrados. Corazones en paz que calman las más
revueltas tempestades de nuestras vidas.
Es
así hasta el punto de que, a veces y en ciertas personas, el aire que rodea su
cuerpo gana un color sutil y muy bello. ¡Cuando se mueven parecen cometas que van
esparciendo oro por donde pasan!
¡Hay
otros que, por tener así el corazón tan expuesto, sienten todo. Sus dolores y
los del mundo entero. Abrazan los corazones que sufren y con generosidad
comparten el peso de las angustias y desesperaciones, pero también se alegran
con los que se regocijan pro las alegrías de la vida!
El
amor hace que los corazones se entreguen y se forme una nube que permite a los
que lo aceptan caminar por encima de los agujeros y las piedras de este mundo engañoso.
¡El
corazón vuela fuera de nosotros y nos hace volar, elevándonos y llevándonos
hasta el punto más alto de la existencia: el cielo! Ver el mundo a través de
los ojos del amor es admirar el corazón de todo lo que nos rodea.
¡Amar
no es una libertad que se pierde. Es una voluntad de ser rico por haberse dado
todo!
El
amor es todo aquello de que el mundo precisa.
Ilustração:
Carlos Ribeiro
http://rr.sapo.pt/artigo/89339/o_coracao_voa_fora_de_nos
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