domingo, 30 de mayo de 2021

Santísima Trinidad



De la homilía del P. Luis Palomino 

Comenzó su homilía el P. Luis con su habitual catequesis litúrgica para enmarcar esta fiesta tan importante en el conjunto del año litúrgico, después de la Pascua la Iglesia celebra una serie de fiestas de gran importancia teológica, como son la Ascensión, Pentecostés, ahora la Santísima Trinidad, y después celebraremos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y por último el Corpus Cristi. Fiestas que cuentan con una gran tradición en España, y una gran participación de fieles.

Con la celebración de la Santísima Trinidad no pretendemos otra cosa más  que dar culto a Dios, un Dios trino: Dios Padre, creador del mundo, un Dios inmenso, inabarcable, que es principio y fin de toda la creación; Dios Hijo, es el rostro de Dios con el que se hace visible a los hombres y nos muestra el camino hacia Él; Dios Espíritu Santo que nos ilumina y da la fortaleza necesaria para orientar nuestra vida hacia Dios y hacia el bien.

El conocimiento de Dios es una tarea imposible para el hombre, sin embargo, vivimos por Él y para él, porque fuimos creados por Él. Pero podemos contemplarlo en sus obras, en la maravilla de la creación. Y de manera muy concreta lo podemos admirar y seguir con el testimonio que de Él da Jesús, su Hijo, en los evangelios.

Para ilustrar el misterio de la Trinidad, el P. Luis recurrió al tratado de san Agustín donde refiere el encuentro con un niño en la playa que trataba de llenar un boquete en la arena con el agua del mar. San Agustín le advierte que eso es imposible y entonces el niño le responde que de igual modo lo es resolver el misterio de la Trinidad por un ser humano, y desapareció.

Todavía hizo hincapié el P. Luis en la presencia de la Santísima Trinidad en nuestra vida, aunque a veces no demos cuenta, así cada vez que oramos comenzamos haciendo una invocación al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, o en la celebración de todos los sacramentos, y por supuesto en la Eucaristía, donde celebramos el sacrificio de Jesús al Padre, cumpliendo su voluntad, para la salvación de la humanidad.

Para terminar, nos ofreció el ejemplo de nuestra Madre, la Virgen, toda llena de gracia, y nos invitó a pedirle con humildad que nos ayude a saber escuchar, y seguir la voluntad de Dios.



sábado, 29 de mayo de 2021

Amor, el viento de Dios

 

José Luís Nunes Martins


El día que ya nada te espante, has muerto, aunque tu cuerpo pueda sobrevivir muchos años.

La creación es un proceso sutil por el cual lo pequeño se hace grande, por medio de una especie de soplo que da vida y la sustenta. Muchas más son todavía las maravillas en todas las otras cosas que, sin tener vida, embellecen y engrandecen el mundo en que vivimos.

Los mares, las montañas y los valles, los desiertos y todo cuanto hay de natural bajo el cielo tiene una belleza capaz de envolver un corazón atormentado, así que consiga admirar la bondad del mundo.

Repara en el viento que no consigues ver. Admira como solo te es posible ver lo que él hace.

¿Consigues ver crecer a un animal o a un árbol? Pero crecen. Con calma, paciencia y determinación. Como son animados por un soplo que los llena, hasta brota de ellos más vida.

¡En la creación, las criaturas son creadoras!

Sólo crea quien se da. El que hace mundo a partir de lo que tiene en sí. Crear es amar y ese es el camino para la plenitud que no cabe en nosotros, pero depende de nosotros para cumplirse.

Estate atento a lo que te rodea, hay milagros que acontecen a la vuelta. Admira los misterios que aun sin comprender como suceden, te enseñan a darte al mundo, a hacerlo más bello.

No esperes por el viento de Dios. ¡A tu fuerza y voluntad de amar se junta un soplo venido del cielo, que no se deja ver o sentir en el momento, pero que es evidente cuando, poco después de haber cumplido la misión, mires lo que ha pasado!

Quien ama nunca se duerme, sueña o despierta solo. No porque Dios esté en su corazón, sino porque vive y habita en el corazón de Dios.


https://agencia.ecclesia.pt/portal/amor-o-vento-de-deus/

domingo, 23 de mayo de 2021

Pentecostés

 De la homilía del P. Luis Palomino


Comenzó resaltando la importancia de esta fiesta en el calendario litúrgico, con ella culmina el tiempo de Pascua para dar paso al tiempo ordinario de la liturgia.

Pentecostés significa la venida del Espíritu Santo, Paráclito, consolador y fortaleza, viene a dar la sabiduría y el valor para entender el mensaje de Jesús y vivir como Jesús había vivido. Así podrán comprender los apóstoles y discípulos, que vivían asustados y encerrados, las palabras de Jesús: ahora vuelvo al Padre, es necesario que me vaya para que venga el Espíritu Santo; Voy a prepararos una morada en la casa de mi padre.

Con la venida del Espíritu saldrán a la calle a anunciar el evangelio en todas las lenguas, por todo el mundo, sin miedo.

La Virgen María, la llena de gracia, la esposa del Espíritu Santo estaba con los apóstoles y discípulos, Ella es el ejemplo perfecto, ya ha experimentado la fuerza del Espíritu Santo en su propia vida, y se convierte en el modelo perfecto del discípulo de Jesús.

La importancia de la Virgen María en los acontecimientos de pentecostés queda patente en la devoción popular a lo largo de la historia de la Iglesia, y como prueba de ello nos recordó la fiesta del Rocío, la Blanca Paloma, cuyo mismo nombre hace referencia a la representación propia del Espíritu Santo como una paloma.

El Espíritu Santo también hace eficaces los sacramentos, en cada uno está presente en los momentos trascendentales de nuestra vida. El Espíritu Santo viene a cada uno, dándonos vida, permitiéndonos nuestro propio desarrollo como personas de bien, y acompañándonos en todas nuestras buenas acciones.

Terminó su homilía animándonos a que nos comprometiéramos a pedir la sabiduría del Espíritu cada día para que nos ilumine cuando tengamos que tomar decisiones importantes y al comenzar el día para que nos ilumine en el camino a seguir.

 

sábado, 22 de mayo de 2021

El corazón es una herida siempre abierta

 José Luís Nunes Martins


No hay nada que pueda herir a un corazón. Su sensibilidad deriva de una capacidad de decisión única y extraordinaria de no dejarse endurecer a pesar de lo que sufre.

Muchas personas se apartan de su propio corazón. Intentan ser otras y no ellas, pero el resultado es que acaban creando algo peor…

Nuestra identidad depende mucho de la forma más o menos irracional como lidiamos con el mundo, más que, como pensamos, de nuestra claridad de ideas y de la lógica.

El corazón es simple: o se alegra y sonríe o, entristecido, sufre. Algunas veces queda en paz, pero nunca por mucho tiempo, porque no le gusta estar vacío y quiere experimentar cada cosa, sea real, posible o imposible. Más aún, estas distinciones no tienen sentido desde su punto de vista.

En el corazón cabe el infinito y la eternidad, dimensiones inaccesibles a la razón humana. Es capaz del cielo y del infierno, como si fuese una escala que va desde lo hondo del pozo hasta lo más alto del cielo.

Amar es un acto de valor supremo, porque implica abrir los brazos para abrazar y ser abrazado, pero cuando alguien se da así, se abre a ser traspasado por un puñal que alguien traiga escondido.

El milagro que es también un misterio es que no se puede matar un corazón. Puede sufrir, pero morir no. Tal vez porque no hay mal que sea mayor que el bien. Tal vez porque, en cierta manera, sufrir trae algún bien que no tenga sentido para la razón…

Si ya sientes todos los días iguales y existe en ti una gran indiferencia frente a todo lo que te rodea, entonces es el momento de que te retires y cuides de tu corazón damnificado. Muchas veces él se apaga cuando insistimos en no escucharlo o en hacer lo que le hace sufrir.

No debo ser esclavo de mi corazón, pero tampoco de nada me vale intentar dominarlo. La felicidad nace de la paz. Solo seré feliz si logro estar en paz con mi corazón.

Que nunca tu corazón deje de ser un castillo donde hay espacio para todo, donde la puerta abierta, tanto para acoger todo lo bueno como para expulsar todo lo malo.

https://agencia.ecclesia.pt/.../o-coracao-e-uma-ferida.../

 

domingo, 16 de mayo de 2021

Tienes que decidir antes de saber lo que conviene

 José Luís Nunes Martins


 Estamos condenados a tener que escoger, casi siempre antes de que tengamos la información necesaria para una decisión sensata.

 El elemento más importante en la construcción de lo que somos es a decisión. La elección. No tanto por su resultado, sino por los valores que las determinan.

 No existen las condiciones perfectas para avalar las opciones. Siempre hay un riesgo. Mañana sabremos más y mejor sobre lo que elegimos ayer.

 El tiempo es un mar en el que tenemos que navegar, eligiendo el destino y el mejor camino cada día. Las corrientes, vientos y mareas siempre están cambiando, por eso es importante estar atento y ajustar todo lo que depende de nosotros, para no dejarnos llevar por donde no queremos ir, aunque eso implique sacrificios.

 Hay personas que se condenan por todas sus decisiones. ¡Algunas porque siempre creen que las otras alternativas serían mejores, pero solo lo creen porque no fueron por allí! Otros piensan que los errores manchan su dignidad.

 ¿Cuántas decisiones definitivas tomamos sin esforzarnos siquiera por saber lo que podemos saber y sin ser conscientes de que el éxito o el fracaso no dependen solo de nosotros?

 Llegamos a pensar que cuanta más fe y menos saber ponemos en una elección más sobre noble es. Mientras tanto, nos toca poner de nuestra parte y no embarcarnos en pálpitos demasiado irracionales, pues una cosa es que no sepamos todo, otra, bien distinta, es elegir como si no pudiésemos saber nada.

 A veces, aunque no consigamos tomar una decisión correcta, es importante decidir en el momento acertado. La indecisión es mucho más pesada que la mayor parte de las decisiones. ¿De qué sirve una buena decisión demasiado tarde?

 ¿Frente a una decisión errada, que hacer? ¿Culparte, disculparte o intentar comprender lo que ha pasado?

 Una decisión no estará completa hasta que pase a la práctica.

 Decidir todavía no es cambiar el estado y rumbo de las cosas.






La Ascensión

 De la homilía del P. Luis Palomino


El P. Luis comenzó su homilía ofreciéndonos una breve catequesis sobre el Cirio pascual: representa a Cristo, luz del mundo, se enciende durante la vigilia pascual, y después en todas las misas hasta el domingo de la Ascensión, en que se apaga; pero no permanece apagado durante todo el año litúrgico, también se enciende para la despedida de los difuntos, y en los bautizos, para expresar que Cristo sigue acompañándonos durante todo el año y durante toda nuestra vida, porque Él es nuestra esperanza.

Resaltó el hecho del dolor que conlleva cualquier separación entre personas para ilustrar el echo de la Ascensión del Señor al cielo. La despedida del Señor de sus apóstoles los dejó tristes y desorientados. Pero no era una despedida definitiva. Igual que entre los humanos al despedirnos nos hacemos regalos, nos damos abrazos, y esperamos volver a encontrarnos algún día, Jesús les promete el Espíritu Santo, Él se va, pero para dar paso al Espíritu Santo, Quien les enseñará todo lo que deben saber sobre Jesús, y les dará la fortaleza necesaria para vivir y actuar como lo hizo su Maestro.

De este modo les hace también un regalo extraordinario, para ellos y para todos los que reciban su mensaje: la esperanza, una esperanza que colma de sentido la vida, que ofrece una luz imprescindible actuar en la vida de los hombres hacia la salvación, el reencuentro con el Origen.

Por tanto, todos estamos llamados a proclamar el mensaje de Jesús, a vivir según sus mandamientos. Y no es necesario que nos empeñemos en hacer  grandes cosas, porque Dios nos ha dotado de dones diferentes a cada uno según nuestras capacidades, basta con que las pongamos al servicio de los demás donde quiera que sea, y sepamos agradecer el bien que hagamos y recibamos.  





 

lunes, 10 de mayo de 2021

6 Domingo de pascua

 P. Luis Palomino


Hoy el tema es el amor, cuyo origen está, sin duda, en Dios, como nos dice San Juan. El P. Luís nos ofreció una homilía en su tono habitual, de párroco de toda la vida, sacando conclusiones prácticas para la vida de sus feligreses, de los que cuida celosamente.

La primera conclusión es que todos estamos necesitados de amor, está en nuestra naturaleza y por eso es necesario para vivir. Porque solo el amor nos permite crecer como personas, y amando a los que nos rodean les ayudamos también a crecer.  

Un ejemplo de amor, que destacó especialmente, es el de los padres, que se sacrifican para que sus hijos crezcan en las mejores condiciones y de la mejor manera. Y hay, dijo, otros muchos ejemplos en la historia de la Iglesia, misioneros y personas que dedican su vida a ayudar a otros a recuperar su dignidad, o proporcionándoles la ayuda material que necesiten.


Como se celebra también el día del enfermo, en la misa de once Pastoral de la Salud se encargó de recordárnoslo, participando en la preparación de la Eucaristía, recordándonos las palabras del Papa para este día y pidiendo por los enfermos. El P. Luis destacó la labor de Pastoral de la Salud en la parroquia, visitando a los enfermos que lo deseen, o llevando la comunión a quien la pida.





sábado, 8 de mayo de 2021

La fe exige que saltemos

 

José Luís Nunes Martins


Por más que busquemos la felicidad en la satisfacción de los placeres y deseos, por más que queramos dignificar nuestra vida a través de un compromiso serio con algo valioso, a veces es el momento de saltar más allá de lo que comprendemos.

Pasar mucho tiempo en el pasado es un error enorme. Incluso nos puede servir para comprender mejor la vida, ero de nada nos sirve para vivir. Solo se vive hacia adelante. La vida es una constante novedad. Por más que indaguemos en lo que pasó, jamás eso dejará de ser pasado.

El camino de nuestra existencia pasa muchas veces por donde no hay suelo. En esos instantes, la fe nos invita a dar un paso adelante. Quiere que saltemos.

¿Y si nos hacemos daño? Si los dolores y las lágrimas son furto de tener un corazón sensible, entonces mucho más desgraciados de lo que somos nosotros son aquellos que, por vivir sin corazón, no son capaces de llorar.

¿Y si nuestro destino fuese el cielo? ¿Cómo se puede llegar allí sin tener que saltar, sin caer, sin mostrar que queremos eso?

¿Si quieres ir al cielo, por qué no aceptas que eso exige que, a veces, tengas que sufrir por razones que no comprendes?

La fe es una certeza que nos hace fuertes. Si fuere la misma fe, y no orgullo o cualquier otra forma de egoísmo, debemos seguir adelante.

La fe no es una pregunta. Es la respuesta de cual es el camino cierto.

Recuerda que tu eres la fe de la que fueres capaz.


https://agencia.ecclesia.pt/portal/a-fe-exige-que-saltemos/




domingo, 2 de mayo de 2021

Cómo hacer el camino entre dos

 

José luís Nunes Martins


Ninguna persona está hecha para sí misma. Necesitamos unos de los otros y el amor, que es mayor y vale más que la propia vida, tiene que formar parte de nuestra existencia, si queremos llegar a vivir plenamente.

Más que la prisa o divagar, es importante, cuando caminamos junto con otra persona, que nos empeñemos en que ese tiempo sea bello e intenso. Nunca es algo que sucede sin ningún esfuerzo, depende de la conjunción de las voluntades.

La existencia no tiene dos lados, no hay un lado bueno y otro malo, porque todo es vida. Todo puede ser compartido. Hasta la vida entera.

Hacer un camino a dos es duro, porque implica que yo tenga que luchar contra mi inclinación egoísta e interesada. Es necesario que yo sea capaz de olvidarme de mí mismo, que mire y escuche al otro y lo que nos rodea. Respetado al otro, porque si me aproximo demasiado al otro acabaré por destruir su autenticidad, por anular mi identidad a través de esa hambre de fusión que la desprecia.

Que siempre haya espacio y tiempo para cada uno. Que el camino sea muy largo. Que ambos sepan que casi nunca andarán de lado a lado, el paso es diferente, los momentos son desiguales y, por eso, unas veces tienes que ser tu quien empuja al otro y, otras, tendrás que aceptar la ayuda de él siguiéndolo, algunos pasos por detrás. Estas distancias forman parte de la proximidad perfecta.

La tristeza de uno toca al otro, pero el principio de la alegría se da cuando uno de los dos encuentra el coraje para empujar por los dos, muchas veces a partir de nada.

No, no es equilibrado, al final de la vida uno habrá empujado más, porque sí, porque la vida no es justa, y porque … al final, ¿Qué es mejor? ¿Tener el coraje para encontrar las fuerzas donde no existen, dar lo que tiene, incluso cuando es solo un deseo, o vivir en constante desasosiego y necesidad? ¿Prefieres dar poco o necesitar recibir mucho?

Es importante aceptar que de nada sirve hacer una contabilidad sobre lo que hice yo y sobre lo que hizo el otro… vivir a dos ya es difícil, por lo que la existencia de conflictos innecesarios puede acabar siendo un factor decisivo de frustración… doble.

Que yo sepa servir. Que yo sepa llevar al otro por el camino donde llegara a lo mejor de sí. Que yo acepte mi fragilidad, incluso cuando me parece que estoy mejor sin nadie cerca.

Entre dos, nunca habrá garantía de felicidad… pero si nos comprometemos, por lo menos es cierto que nos perfeccionamos, cada uno a sí mismo.

Que no llegues al final de la vida antes de haber amado lo que puedes y lo que debes.

Que al estar próximo a la muerte le puedas decir: mi vida valió la pena.

¡No mueras sin a ver vivido!



https://agencia.ecclesia.pt/.../como-fazer-um-caminho-a.../