miércoles, 6 de junio de 2012

Un pregón del Corpus muy convincente



 Hoy tengo la necesidad de expresar mi gratitud a Jesús Rodríguez Arias por su magnífico pregón del Corpus en San Fernando.

Yo no suelo ir a determinados actos en los que hay que ir trajeado, o cuando sospecho que  va a ser más un espectáculo donde se fuerzan las palabras y los gestos para dar una sensación máxima de lo que sea, pena o alegría. En esta ocasión, querido Jesús, ha sido un auténtico placer, espiritual y estético, el acudir a escuchar tu pregón del Corpus 2012 en San Fernando.

Como un auténtico caballero cediste todo el protagonismo al Exaltado, el Santísimo Sacramento, y comenzaste por situarte en un escalón inferior para tener que mirar hacia arriba cuando te dirigías al Señor, a la vez que te situabas a nuestra altura como representante nuestro ante el Señor.

¡Qué bien escogieron tu nombre, Jesús, y qué bien te encargas tú de no desmerecerlo ni con tus palabras ni con tus actos! El pregón se merece un montón de elogios que me atrevo a resumir en uno: presenta un equilibrio extraordinario entre tu espiritualidad y tu compromiso.

Es un auténtico testimonio de cristiano comprometido, huiste de quedar bien con un bonito discurso y te metiste en profundidades, hablaste en público de tu íntima relación con Dios, y construiste tu discurso fiel a las verdades de la fe católica, a la vez que nos recordabas que  de nada serviría la fe sin las obras.

 Me emocionó tu sentido recuerdo y agradecimiento a los cristianos que están dando su vida por defender la fe en tantas partes del mundo, así como tu insistencia en que no nos olvidemos de los que padecen la crisis; nos viniste a decir que no hay otra manera de ser un verdadero cristiano que la de  estar dispuesto a dar la vida por quien la dio primero por nosotros, y ser sensible al sufrimiento y las necesidades del prójimo.

Con este mensaje nos invitaste a acompañar a Jesús por las calles de San Fernando, para dar testimonio de nuestra fe y nuestro compromiso frente a los males que aquejan a esta sociedad: el egoísmo, la indiferencia, el relativismo y los intentos de expulsar a Dios de la vida pública.

Ten por seguro, Jesús, que tu pregón no ha caído en saco roto, que tus palabras seguirán escuchándose mucho tiempo, porque eran sinceras, claras y convincentes.

1 comentario:

  1. Mi querido Octóvilo:

    Decirte que tu post me ha emocionado profundamente. Las palabras que dices de mi están guiadas, sin lugar a dudas, por el enorme cariño que nos profesamos.

    No sabes lo que agradecí que asistieras ayer al acto de la Exaltación de la Eucaristía porque sé que no te prodigas mucho en estos tipos de actos y viendo tu artículo me alegro doblemente porque supiste captar el mensaje que ayer quise compartir con el Señor y con todos vosotros.

    Un fuerte abrazo, mi querido hermano, y que Dios te bendiga por todo el bien que estás haciendo.

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