Este año Cáritas Diocesana de Cádiz y Ceuta ha organizado
varios actos dentro de la campaña de Personas
sin Hogar, y el último, en San Fernando, ha sido la celebración de la misa de Cristo
Rey, en el albergue Federico Ozanam. Aunque no sea lo más importante, sí a contribuido este año a darle a la campaña
un toque muy especial, la máxima autoridad religiosa de la Diócesis, el Sr. Obispo,
Don Rafael, ha querido venir a celebrar
la misa al Hogar, y a tener un rato de convivencia con toda la familia vicenciana.
Verdaderamente ha sido una iniciativa digna de ser
agradecida, y no me cabe duda que ha sido muy bien acogida en el albergue,
tanto por las personas que forman la Conferencia de San Vicente de Paúl, las
Hermanas, Hijas de la Caridad, y las personas que están allí acogidas en estos
días. Yo que estaba de fotógrafo, me vi desbordado por las numerosas peticiones
de personas que querían sacarse una foto con el Don Rafael… la verdad es que se
me agotó la batería, y la llevaba cargadita.
Para la homilía Don Rafael se bajó del presbiterio y así
estar más cerca de nosotros. Nos habló de Cristo Rey, un Rey muy especial, que
no recurre a la fuerza sino que con amor y misericordia conduce a los hombres a una
vida mejor. Un Rey al que le pedimos todo tipo de cosas, y hacemos bien en
pedirle. Dirigiéndose a la Conferencia y a las Hermanas, recalcó con una sonrisa
que son precisamente Hermanas de la Caridad, y que están llamadas a actuar con
misericordia por eso mismo. También nos habló, suavemente, del juicio final, y
nos lo expuso con una mirada a la edad media y al arte, en las iglesias solía
haber dos puertas, en una estaba representado Cristo Rey, en la otra se
representaba el juicio final. Y terminó con la frase de San Juan de la Cruz, “al
final de la vida, os examinarán del amor”, pero nos examinarán…así no lo dijo
el Sr. Obispo exactamente, pero creo interpretarlo correctamente.
En la convivencia Don Rafael departió con todo el mundo allí
presente, y se prestó amablemente a dejarse fotografiar con todos. Yo no puede
estar en las conversiones, pero quiero dejar constancia de una muy simpática,
mi amigo Jaroslav, de Chequia, que lleva algunos meses en el albergue y siempre
se ha mostrado muy agradecido, a Cáritas, a las hermanas y a todo el mundo en
general, me decía que le había dicho el Obispo: “qué buena cerveza tienen en tu
país”. En cualquier caso las fotografías demuestran el buen ambiente y las
caras de satisfacción sin excepción alguna.
Como resumen de toda la campaña decir que ha estado muy
bien, que si en algún momento se echaba de menos al público ausente, tanto de
las propias filas, como de la ciudad en general, pues no se puede achacar a
falta de interés, y mucho menos por no haberla preparado con todo esmero y
cariño. Como nos dijo Don Rafael, todos
sabemos muy bien que al final sólo se nos va a juzgar por el amor, el amor que
hemos puesto en todos los actos de nuestra vida, y por supuesto en socorrer a
los más necesitados.
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