miércoles, 30 de mayo de 2012


Un intento de mitin.
Discusiones estériles

Esta mañana en la oficina vivimos un intento de mitin, un señor muy “indignado” salió de su entrevista con la trabajadora social con los ánimos un tanto exaltados y provocaba a los presentes a expresar su descontento con la nula atención que les prestan a los parados los distintos servicios sociales, incluida Cáritas,  y lo mal que está España.

Gracias a Dios, nadie le siguió el juego, más aún, poco a poco lo fuimos calmando y convenciendo de que aquel no era el lugar para quejarse de aquel modo. Primero yo le dije que esta oficina no estaba para facilitar viviendas, que era una oficina para la atención a personas sin hogar, y que él además había dicho que cobraba una pensión, pequeña, pero al menos cobraba algo. A continuación unos y otros fueron exponiendo con mucha calma y convicción sus argumentos, unos a favor del hombre “indignado”, otros en contra; alguno creo recordar que insinuó que por dignidad  debería callarse ya que la mayoría de los presentes no disponían de ningún recurso,  unos acogidos al hogar y otros durmiendo en la calle.

Hoy mismo, a la misma hora había llegado uno de tantos ejemplos de parado en nuestra pobre España: joven, con tres carreras, con una depresión de la que, gracias a Dios, espera salir pronto para poder irse al extranjero; ahora trabajará una temporada captando clientes para un hotel entre los turistas, y en cuanto pueda regresará a C. y de allí a Europa.

Reconozco que me afectó, cree uno que ya está curado de espanto y  acostumbrado a escuchar las cifras todos los días, pero no es lo mismo escuchar su relato al protagonista de la tragedia. Ni siquiera la policía le permitió dormir en la playa en su tienda de campaña, ¿no pudieron hacer la vista gorda en esta ocasión? claro que luego el mismo levante lo ha obligado a  levantar la tienda…

Como él, otro señor, un armenio, refugiado político. Otro europeo, enfermo y bastante despistado. Hoy es uno de esos días en que la oficina representa la aldea global, y pone en evidencia que en todas partes todos los hombres tenemos la mismas necesidades, siendo la primera la de una vida digna, y que estamos dispuestos a recibir cualquier ayuda que quieran darnos para empezar a alcanzarla.

Por eso tendríamos que estar más pendientes de atender y escuchar en vez de liarnos en discusiones estériles y nocivas contra unos y contra otros.

Pero la discusión que más estéril y nociva me parece es la crítica desaforada contra la iglesia, por sus propiedades, piensan algunos que vendiendo los bienes iban a saciar el hambre de muchos, qué absurdo, y luego qué, ¿no expropió la revolución francesa a sus nobles y se empobreció en poco tiempo?, ¿no fue un fracaso la estatalización de la propiedad en los países comunistas?, ¿qué creen que se iba a conseguir con la venta de bienes de la Iglesia? Con toda seguridad sería insuficiente y durarían muy poco sus efectos, y ya nadie podría atender a los pobres en mucho tiempo, porque desaparecerían iglesias y museos, no se podrían financiar tantas obras de caridad que atienden a los menos favorecidos; tampoco tienen en cuenta que estos bienes irían a parar a personas ricas que podrían comprarlas, como pasó en el siglo diecinueve en España con la desamortización de los bienes de la Iglesia, que los pobres de las ciudades pasaron mucha más necesidad, porque algunos conventos tuvieron que cerrar y dejaron de suministrar la "sopa boba" que calentaba el estómago de tantos mendigos.

Muchos no piensan en estas consecuencias. Con toda seguridad sólo les mueve la crítica, cuanto más critican y más alto gritan sus falsos argumentos, creen estar cargados de razón, y si dan un paso más y empiezan a ofender, insultar se creen vencedores, y que así acabarán con la Iglesia. No son conscientes muchos de que sólo están siguiendo unas consignas progres, con apariencia de tolerancia y libertad, movidas por unos intereses ocultos, que sólo desean el poder para ejercerlo sin ningún control moral, sin ninguna garantía jurídica sólida y aceptable por todos.


domingo, 27 de mayo de 2012

De la Homilía de Benedicto XVI en la festividad de Pentecostés de 2012


Pentecostés es la fiesta de la unión, de la comprensión y de la comunión humana. Todos podemos constatar cómo en nuestro mundo, la comprensión y la comunión entre las personas muchas veces es superficial y difícil. 

El diálogo entre las generaciones se hace fatigoso y en ocasiones prevalece la contraposición; comprenderse parece demasiado difícil y se prefiere permanecer en el propio yo, en los propios intereses.

¿Qué cosa es Babel? Es la descripción de un reino en el que los hombres han concentrado tanto poder de llegar a pensar en no tener que hacer más referencia a un Dios lejano y de ser talmente fuertes, de poder construir por sí solos un camino que conduzca al cielo para abrir sus puertas y colocarse en el lugar de Dios. 

Mientras los hombres estaban trabajando juntos para construir la torre, de repente se dieron cuenta que estaban construyendo el uno contra el otro. Mientras trataban de ser como Dios, corrían el peligro de ya no ser ni siquiera hombres, porque habían perdido un elemento fundamental del ser personas humanas: la capacidad de ponerse de acuerdo, de entenderse y de actuar juntos.

Este pasaje bíblico contiene una perenne verdad; lo podemos ver a lo largo de la historia, pero también en nuestro mundo. Con el progreso de la ciencia y de la técnica hemos alcanzado el poder de dominar las fuerzas de la naturaleza, de manipular los elementos, de fabricar seres vivientes, llegando casi hasta el mismo ser humano. En esta situación, orar a Dios parece algo superado, inútil, porque nosotros mismos podemos construir y realizar todo aquello que queremos.

Actuar como cristianos significa no permanecer cerrados en el propio «yo», sino orientarse hacia el todo; significa acoger en sí mismos a la Iglesia toda entera o, aún mejor, dejar interiormente que ella nos acoja. 

Así el Espíritu Santo, Espíritu de unidad y de verdad, puede continuar resonando en los corazones y en las mentes de los hombres e impulsándolos a encontrarse y acogerse recíprocamente. 

Se hace cada vez más claro por qué Babel es Babel y Pentecostés es Pentecostés. Donde los hombres quieren hacerse Dios, pueden sólo ponerse el uno contra el otro. Donde en cambio se colocan en la verdad del Señor, se abren a la acción de su Espíritu que los sostiene y une.

¿Qué nos hace reaccionar? Hoy, poca cosa.



Por Roque
Cuando veo cualquier acto humano repugnante, sucio, inmundo, nauseabundo... inhumano, y no hay que mirar casi nunca y cada vez menos, muy lejos de nosotros mismos, siempre intento comprender, advertir o incluso vislumbrar cómo puede ser. Bueno, no quiero mentir, he de reconocer que en la mayoría de los casos, me devora el odio, la rabia, la cólera, la ira, una infinita sed de violencia. No quiero ser correctamente político.
Es cierto que intento mirar más allá del ser inhumano y comprender, incluso, también como todos, me salta la gran pregunta: cómo es que Dios lo permite.
Pero también soy humano y sobre todo cuando se trata de crímenes contra los niños, no puedo evitar convertirme en un verdadero animal. Pero se me pasa, empiezo a pensar en la ingente cantidad existente de malos actos, de malas acciones, de maldad en general y en resumen de los crímenes humanos contra humanos.
Y no hablemos de patologías, que bueno, hasta cierto punto, la desviación de todo ser es hasta medio aceptable, medio comprensible que el milagro de la vida, miles, millones de veces repetido, pueda engendrar descarríos. No, me gustaría saber y me angustia, conocer como el ser humano normal, más veces que menos pisotea, maltrata, daña, insulta, perjudica, arruina, hiere, humilla, ofende, mancilla, escarnece y asesina, mata, incluso es capaz de acabar con sus semejantes.
Está claro que vivimos en un mundo muy complicado, y quizás hemos bajado el listón de casi todo y hay la infinidad de sucesos y episodios de todo tipo que se nos pasan desapercibidos, pero no es algo exclusivo de nuestro tiempo. Antes y después de la persona más importante de la historia, del ser humano y que vino a purgar nuestros pecados, como digo, antes de nuestro Señor Jesucristo, mucho antes y mucho después, lo que quizá aún pueda ser más inexplicable, seguimos casi o sin casi, seguimos igual o peor. Y el escandaloso desarrollo tecnológico e intelectual de estos últimos años, no ha servido para otra cosa más que para nuevas formas de destruir el alma o el cuerpo propio o del hermano.
No soy un crío, ni tan siquiera joven, ni de físico, ni de intelecto, pero no entiendo nada y cada vez menos. Sino existieran mis más cercanos seres queridos, sino tuviese aún mis valores y mi fe, creo que me volvería chiflado, loco, desequilibrado.
Si quieres vivir en paz, sobre todo con uno mismo y además teniendo que dar un ejemplo y una educación a unos hijos, amar de verdad a tu mujer, ser educado, amable y arrimar el hombro a todo aquél que puedas, si quieres vivir en la verdadera paz que te da el sentir que eres importante para tus hijos, para tu mujer, para tus amigos, para las personas que intentas ayudar, tienes que tener una paz interior, una armonía de alma y mente, que si te paras a observar un poco ésta bola azul que se emponzoña, es muy difícil no caer en el desánimo, en el desconcierto, en la desazón, en la desmoralización, en el desengaño y casi en la apatía, o más grave, en la insensibilidad, en el letargo, en la parálisis, en la desidia, en la indolencia y aún más allá, en la construcción de tu trinchera y ser uno más que asoma el mosquete sobre el borde y disparas antes de pedir explicación, que saltas y corres a saquear al más débil que por allí pase para volver a agazaparte, para volver a mirar con ojos de odio, de desconfianza, de resentimiento y de aborrecimiento a todo ser humano que no sean los que están contigo en la trinchera, en tu foso, dentro de tu parapeto, de tu muralla y proteger tu mísero pan.
Que felicidad compartir absolutamente todo, sin miedo, sin “retranca”, sin desconfianza, sin suspicacias. Dar un abrazo de ánimo, de calor, de humanidad a quién lo necesite, agarrar la mano de quién se hunde, poner tu hombro de contrafuerte para quién se cae, lanzar mil y una palabra sin aprensión, sin recelo para todo aquél que las necesite, apuntar con tus dedos el mejor, mas fácil y más cómodo camino, hacer que tus ojos siempre expresen comprensión, amor, esperanza, coraje y que sean como dos bolas de un virus que todo esto lo contagie.
Dar fuerza, valor, esperanza… fe.
No doy clases magistrales, mensajes salvadores, consejos sabios, no, no, no soy más que un hombre perdido, si perdido, porque aunque me siento afortunado de tener una familia que me quiere, de tener lo suficiente para alimentarnos y de tener mis valores y mi fe, sufro por los demás, tengo mucho miedo del futuro, creo en Él, pero las cosas son como son y soy un poco cabezón y me cuesta tener esperanza, para nosotros, para ellos, para todos, para los hombres, para los críos.
Que Dios nos ayude.

sábado, 26 de mayo de 2012

EUCARISTÍA CON MOTIVO DE LA FESTIVIDAD DE SAN FELIPE NERI



Hoy ha sido un día completo con la participación en la eucaristía a la que el Obispo, Don Rafael, había invitado a todos los componentes de los grupos diocesanos que dedican especial atención a los más necesitados, en el Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz.

La participación fue muy numerosa a pesar del día y la hora, un viernes a las seis de la tarde, y el ambiente extraordinario, y el marco muy oportuno.

De nuevo he podido apreciar y disfrutar la manera tan sencilla y espontánea como Don Rafael preside la celebración de la Eucaristía, realmente parece el primero entre los iguales, sabe apreciar y agradecer la labor llevada a cabo por todos los grupos y a la vez sus palabras son una inyección de ánimo, porque sabe elevar la labor cotidiana y rutinaria haciéndonos ver de dónde procede nuestra confianza y razón de actuar en beneficio de los más necesitados.

Hoy, sin duda era muy fácil entender la importancia de nuestra labor, bastaba haber leído el díptico que nos facilitaron los hermanos marianistas con la vida de San Felipe Neri, por eso Don Rafael lo tenía más difícil, sin embargo supo hacernos mucha más atractiva nuestra labor al comentar las cualidades y algunos hechos de la vida del Santo.

Resaltó la importancia del momento histórico, difícil, en el que le tocó vivir, las consecuencias de la Reforma protestante. Por eso él fue primero un gran reformador de la Iglesia, convirtiéndose en un gran evangelizador, invitando a los católicos a buscar la santidad de vida, no sólo mediante la oración sino mediante la práctica de la caridad con los necesitados y el cuidado y la educación de los niños.

Además esta labor la llevó a cabo con humor y alegría; me llamó la atención un dato que no conocía, que los “oratorios” musicales nacieron gracias a las reuniones que el Santo celebraba con sus seguidores en las que cantaban pasajes de la Biblia. Cuanto más contento estaba más cosas le sobraban, porque el contento le venía del amor a Dios que lo llena todo.

Todavía al despedirse Don Rafael nos volvió a agradecer nuestra presencia, el haber respondido a su llamada, parecía que le costaba despedirse, como si quisiera habernos dicho más cosas y haber podido charlar con todos y cada uno, como pude comprobar después de la Eucaristía cuando por fin pude besarle la mano y vi cómo abrazaba a mi compañero, que se quedó emocionado y le duró la emoción toda la tarde. Insistió todavía en otro aspecto que debe estimular nuestro modo de actuar, más o menos vino a decirnos: no sois una organización más como una ong o cualquier otra forma de atención a las necesidades humanas que puedan darse a título individual, ese más lo pone el amor gratuito de Dios a todos los hombres, que le llevó a dar la vida por todos, sin distinción de raza ni cualquier otra distinción humana.

Ha sido otra gran idea de nuestro Obispo el reunirnos a todos los grupos que nos dedicamos a los necesitados en momentos tan difíciles, y en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, un lugar tan transcendental en la historia de España y de Cádiz. Si con nuestra labor podemos ayudar a muchas personas a sobrellevar la crisis hasta que desaparezca, será una buena contribución, y como lo hacemos desde el amor a Dios, si con ello contribuimos a superar también la crisis de valores, la desesperanza y la falta de fe de muchas personas, mejor habrá sido todavía nuestra contribución.

jueves, 24 de mayo de 2012

Perdidos




Alfonso viene de un lugar concreto de nuestra patria, pero no sabe donde se encuentra, él solo sabe donde quiere ir y pone en marcha su voluntad y sus pies, y no repara en la distancia, porque lleva en el centro del corazón el objetivo, él quiere ir a ver a su hermana, en Sevilla.

No repara en riesgos para alcanzar su objetivo, ajeno a la realidad, y sus pies le obedecen hasta la extenuación, sin comer, con breves e incómodos descansos en los bordes de los caminos, para no perder el tiempo, para no malacostumbrarse a la comodidad, en espera de encontrarse con su hermana lo más pronto posible.

¿Es que no lo ha visto nadie en su largo trayecto? ¿Nadie le ha hablado? Es posible, todos tenemos prisa,  una prisa que nos ha hecho crecer orejeras para no distraernos con el entorno; si no nos damos de bruces con algo o alguien no somos capaces de darnos cuenta de que algo o alguien pasa nuestro lado, no vamos entonces a reparar en los detalles, en el aspecto de quien pasa a nuestro lado, eso es perder el tiempo, además, cada cual se las apañe el solito.

Alfonso es un ser solitario, vive con un hermano, pero a menudo se escapa, lo malo es que esta vez ha ido demasiado lejos, desde el Mediterráneo hasta Sevilla. Bueno, en realidad no sabemos si ha llegado a Sevilla, porque en el transcurso de una mañana unos dicen que viene de L. y va a S., otros dicen que al revés; lo cierto es que ayer durmió en el albergue porque allí lo llevó la policía que lo había encontrado andando por la autovía. Durmió una noche y ya no volvió; claro, tenía que seguir su viaje, sólo obedece a su corazón y a su voluntad, además, yo creo que el descano le sentó mal porque no está acostumbrado a esos lujos y sus músculos y sus pies habían empezado a no responderle, por eso cojeaba, pero sin una queja, cuando hoy lo acompañaba de vuelta al albergue.

Apareció en la oficina  avanzada la mañana, hambriento, sin fuerzas, sólo acertó a decir que estaba cansado y hambriento, que había salido de L. y que quería ir a S., y que no ha parado desde que salió, no recordaba que había pasado la noche en el albergue y que había cenado y desayunado. Claro que este hombre llamaba la atención, precisamente por su debilidad, física y mental.

La trabajadora social se encuentra ante un caso complicado; menos mal que el hombre lleva una tarjeta sanitaria con un teléfono de la médica de familia que le corresponde a Alfonso, a esta doctora ha llamado la trabajadora social y le ha puesto en contacto con los servicios sociales  de aquella comunidad autónoma; ha logrado que le den el  teléfono de una hermana de A. y gracias a ella sabemos el mal que padece Alfonso, que se escapa o se pierde, pero que ella ahora no puede venir a recogerlo,  que hagamos nosotros lo posible por facilitarle el viaje de vuelta.

Pero entonces, los servicios sociales para qué están, nuestra trabajadora les ha  facilitado toda la información, aquí lo hemos recogido, y ahora qué hacemos con un hombre que no sabe dónde está, quién es, porque el DNI está caducado, y en su comunidad no se hacen responsables, y su familia no puede recogerlo. ¿Alguien entiende esto? ¿Podemos considerarnos en un país desarrollado y humanitario? ¿Podemos considerarnos todos los españoles iguales según el territorio (no quiero utilizar deliberadamente la palabra Comunidad) en que vivamos? ¿Tenemos una patria los españoles donde nos sintamos protegidos con agrado?

Cualquiera que fueran las respuestas a tantas preguntas, Alfonso nos demuestra que todos estamos tan perdidos como él, pero nosotros sin motivo, nosotros es por egoísmo, por comodidad, y por una rebeldía sin causa, y mucha ignorancia.

Hemos cambiado muchos términos para sentirnos más modernos, más libres, diferentes, no nos hemos dado cuenta que tras de los términos se esconde una realidad, y entre estos términos desechados a mi me apetece recuperar el de  Madre Patria, lo prefiero al de "papá estado", que se me parece más al  “tío concede”, como decían en mi pueblo, el papá que está para garantizar derechos y disimular y reducir los deberes. La madre patria nos obliga por naturaleza a amarla,  protegerla, cuidarla y mimarla, y claro, tanto esfuerzo nos produce fatiga, eliminamos el término y ya está, cada cual que haga lo que le apetezca.

martes, 22 de mayo de 2012

El mal quiere dominar el mundo





Hoy me siento abatido, no puedo asimilar los problemas que me afligen desde hace unos días, me siento como si alguien quisiera cerrar un círculo en torno a mí, para aislarme y rendirme, ha recurrido para ello a grandes y pequeños problemillas mezclados, de modo que no me quede ni el más mínimo requicio por donde escapar.

Menos mal que me queda esta ventana por la que me llegan estas palabras del Papa ante sus cardenales:
Hoy vemos como el mal quiere dominar el mundo y es necesarrio entrar en lucha contra él. Vemos cómo lo intenta de muchos modos, con diferentes formas de violencia, pero también enmascarado como el bien para destruir las bases morales de la sociedad”.

Hace tiempo admiro a Su Santidad por su clarividencia, por su don de palabra, por hacer claro y sencillo lo que es difícil de entender; lo tengo por una nuevo Padre de la Iglesia, porque  ha sabido defender como nadie más lo hace la fe frente al ateísmo y el relativismo derivados del racionalismo, y nos ha facilitado la recuperación de la alianza entre la fe y la razón para avanzar con seguridad en el camino del conocimiento y el progreso humanos.

Pero el mal está muy extendido, viene obrando desde hace demasiado tiempo y somos muchos los que le hemos permitido instalarse en nosotros mismos, hemos vivido muchos con una vela a Dios y otra al diablo, por eso de caer bien, por probar esto y aquello; nos rebelamos contra los padres y ya no hemos parado hasta exigir al estado nuestros derechos individuales, porque queremos vivir como nos apetezca.

Pero me temo que no sabemos bien lo que queremos, la anarquía se ha implantado y ha convertido esta aldea global en un babel moderno, nadie se entiende con nadie y muchos ni a sí mismos, parece que no hay argamasa capaz de unir a esta sociedad para que se salve, las ideologías nos dividen más que nunca, y el bien común, logrado con tantos esfuerzo en el pasado, es dilapidado.

Menos mal que aún quedan resistentes, y cada vez son más los que se de adhieren voluntariamente a regenerar la sociedad, a sacrificar parte de su vida en beneficio del bien común, a trabajar por la tolerancia y el respeto a los valores que hacen a los hombres más humanos, más humildes, sencillos, así podemos mirar al futuro con esperanza.

sábado, 19 de mayo de 2012

Algo más que una crisis




Más que en una crisis parece que estamos metidos en  un torbellino gigantesco, un agujero negro o en un huracán que se mueve en todas las direcciones, y que en vez de ir perdiendo fuerza se va regenerando por sí mismo. Y este torbellino lo está engullendo todo, lo público y lo privado, porque mira que es difícil encontrar un lugar y un momento de reposo.

Pues nada, no consigo ver horizonte alguno, todo da vueltas y vueltas, y cuando crees que ya vas a descansar un ratito de repente te sientes impulsado por el vacío que dejan otros en su loca carrera a ninguna parte y tienes que ponerte las pilas; de ahí que no consiga controlar el ritmo de mi vida.

Por oro lado, parece como si algunos pensaran  que ciertas personas tuvieran una cualidad especial que les permitiría alimentase de problemas y nunca se hartaran. Que yo sepa, sólo una persona sería capaz de semejante proeza, y es una persona divina, Jesús de Nazaret, el Buen Pastor, que apacienta a sus ovejas y en verdes praderas les hace recostar; “Venid a mi los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”; “llamad y se os abrirá”; “si  no os hacéis como niños”…

Estas y otras muchas palabras nos dejó dichas, y trato de aferrarme a ellas para no dejarme engullir por la corriente, o al menos ir agarrado a ellas para que los golpes no me hagan tanto daño, y resista hasta poder encontrar un refugio seguro o amaine el temporal. Dios lo quiera.

viernes, 18 de mayo de 2012

Muchos tiran a matar





Y eso que no estamos en guerra, pero muchos tiran a matar. Digo esto, muy dolido aún por el enfrentamiento que tuve ayer con un amigo y compañero de voluntariado. Yo le había prometido que no discutiría más de política, pero claro, como para el socialismo todo es política, pues venga a darle a los obispos, y ahí es donde yo me dejé llevar y ataqué, digo ataqué con todas las letras, porque las consecuencias han durado y siguen durando hasta este momento en que escribo para desahogarme, o mejor dicho, para echar este demonio fuera no sea que vaya a incubar algún resentimiento.

No puedo evitar sentirme molesto, incluso atacado, cuando alguien, en nombre del “buenismo”, el progresismo y un concepto idealizado de humanidad, arremete contra un obispo, persona ejemplar, porque ha dado su opinión en una iglesia, movido sin duda por su celo pastoral y el deber de ser un guía seguro ante los peligros que acechan a los cristianos y a los hombres en general.

Y reconozco que me molesta especialmente que cualquier persona, por eso de que tiene derecho, pero resulta que lo que le falta es capacidad de juicio, se atreve a atacar sin ninguna piedad ni consideración, incluso sin sentido del ridículo, a personas e instituciones que han aportado y aportan un valor de ejemplaridad y son la mejor garantía para seguir progresando con un mayor sentido de humanidad, y que son la mejor garantía de la defensa de la dignidad del hombre, porque su modelo es el mismo Dios hecho hombre por amor, y un amor universal y eterno.

Pero precisamente por eso, por tener a Dios tan cerca, muchos no lo reconocen, les parece mentira. Unos piensan en clave hedonista y buscan el placer a toda costa, otros piensan en clave marxista para lograr una sociedad mejor y más justa, por eso son partidarios de la lucha (odio) de clases, la división entre ricos y pobres, la dictadura (violencia) del proletariado; quieren hacer un cristianismo a medida de los impacientes, los que se creen mejores porque defienden ideas revolucionarias o progresistas; esto les parece más creíble que el perdón, la conversión, el amor al enemigo, la paciencia y la esperanza en merecer un día la vida para toda la eternidad.

martes, 15 de mayo de 2012

Ella ha arrojado la botella con el mensaje...





Hoy no puedo por menos de expresar mi admiración por “mi trabajadora social”, a pesar de que llevemos en este oficio más de cuatro años juntos, en estrecha colaboración y muy buen entendimiento.

¿Y por qué quiero resaltar mi admiración por ella? Pues, por su capacidad de trabajo, aunque esta capacidad es reconocida por todos desde que la conozco; por su capacidad para escuchar, aunque..., lo mismo que antes; por su capacidad para comunicar a cada “usuario” o demandante de ayuda, sea del tipo que sea, lo que le conviene para solucionar su problema, pero esta cualidad también es ampliamente admitida, salvo por esos que no toleran la verdad o no quieren saberla para seguir cómodamente como están; por su simpatía y permanente buen humor, pero esto lo saben en gran parte del territorio nacional, a quienes les interesa, claro está.

Pero hoy mi admiración es por todo esto junto más por su modo de actuar, con una dedicación plena, defendiendo con entusiasmo el espíritu de Cáritas, y sacando el máximo provecho de los medios que la institución le ofrece.

El calor nos tenía hoy un poco agobiados a todos y el ambiente era más bien relajado. Esto me permitió compartir más tiempo con la trabajadora social en su despacho, y conocer los progresos realizados y los métodos empleados en la solución de dos casos que producen cierta ternura. Ha logrado contactar a través del Facebook con la hermana de uno de ellos y con la sobrina del otro, una en España y la otra en el extranjero, y son personas que causan buena impresión por sus comentarios.

Ella ha arrojado la botella con el mensaje a las autopistas de la información, ahora nos queda esperar la respuesta, confiamos en que lo antes posible estas dos personas sean acogidas por sus familiares y puedan abandonar la calle y desterrar la soledad de sus vidas.

La verdad es que hoy destacan por su frecuencia y su crudeza los desencuentros entre familiares y amigos, con consecuencias para terceras personas muchas veces, menores generalmente, y otras veces personas débiles mental y afectivamente. Nada podrá sustituir el calor y la seguridad de una familia, ni el progreso por el progreso, ni las tentadoras ofertas del derecho individual a la libertad y felicidad a bajo coste, ni en el cambio por el cambio. Hemos dilapidado un herencia preciosa de conocimientos y valores que nos ha hecho progresar como nunca, por eso ahora nos toca demostrar que somos mejores que las generaciones pasadas, y para ello no basta con criticar, despreciar y acusar a las personas e instituciones que han creado esta sociedad, con defectos, pero muy fructífera.

lunes, 14 de mayo de 2012

La Ley. Las leyes




Hoy repasaba algunos textos bíblicos que voy seleccionando para tener una referencia a la hora de analizar y juzgar la sociedad en que vivimos, y ver cómo se puede humanizar la sociedad y las leyes. Me llama la atención la sencillez y claridad de estas leyes, pero sobre todo la apelación directa a cada persona, de manera que juzgan sin necesidad de juicio la conducta de cada uno, son una invitación a la piedad  y a la búsqueda del bien del prójimo necesitado como la mejor garantía del bienestar propio y el de todos.
Son estos:


“Cuando le reclames a tu prójimo algo que te debe, no entrarás en su casa para reclamar la prenda, sino que permanecerás a la puerta y él te sacará lo que tuviere. Ahora bien: si es pobre, la prenda no pasará la noche en tu casa, sino que se la devolverás inmediatamente antes de la puesta del sol para que duerma sobre su ropa y te bendiga y así halles justicia ante el Señor tu Dios.

No negarás su paga al indigente y al pobre ya se trate de tu hermano, ya sea un extranjero que mora contigo en tu tierra y en tu ciudad; antes bien, le pagarás cada día su salario antes de la puesta del sol, porque es pobre" y así es como sustenta a su vida, no vaya a ser que clame contra ti ante el Señor y se te impute como pecado. Que los padres no sufran la pena capital en lugar de los hijos, ni los hijos en lugar de sus padres, sino que cada uno muera por su propio delito". Dt 24, 10-16.

"Cuando siegues la mies en tu campo y te dejes olvidada alguna gavilla, no retornes a recogerla, sino deja que se la lleve algún extranjero, algún huérfano o alguna viuda, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas las empresas que pongas en práctica.
Cuando recolectes el fruto de tus olivos y se quede algo en las ramas, no retornes a recogerlo, sino déjalo para el extranjero, el huérfano y la viuda.

Cuando vendimies tu viña, no rebusques los racimos olvidados, sino que queden para el extranjero, para el huérfano y la viuda.

Acuérdate de que también tú fuiste esclavo en Egipto. Por eso te mando que obres así". Dt 24, 19-22.

martes, 8 de mayo de 2012

“Trocitos de eternidad”




Esta misma mañana se me ha ocurrido denominar así a ese tiempo transcurrido sin que tú te des cuenta, donde  todo es maravilloso, y de repente vuelves a la realidad.

Hoy F. nos contó lo que le había pasado el oto día con la lluvia, resbaló y cayó al suelo en un charco de agua mezclado con orines, de manera que a parte del mal olor corría riesgo de coger una infección. Entonces decidió ir al albergue a pedir ropa limpia; como la hermana le ponía pegas le soltó una de sus frases-“mantra”: “lo que has recibido gratis, gratis debes darlo”; inmediatamente actuó la Providencia en su socorro. Él tiene un alijo interminable de recursos para resolver sus problemas, pero sobre todo, tiene humildad y paciencia. Le confesé que lo admiraba porque con la capacidad intelectual que tiene nunca le he oído ninguna queja desagradable, y siempre termina aceptando la voluntad de Dios.

Yo estaba hoy un poco cargado entre las cervicales y el ajetreo de las conversaciones cruzadas…Miraba el reloj y vi que ya era hora de irme, pero seguía allí F. y no tenía ninguna prisa, también llegaron más personas y no dije nada. Salí a fuera para acompañar a F. que quería fumarse un cigarrillo, seguimos conversando como si nada pasara, mezclando anécdotas de nuestra vida y sacando conclusiones, siempre en el mismo sentido, que nada ocurre porque sí, o, como repite F. una y otra vez :”si es voluntad de Dios”.

Y entonces ocurrió el “milagro”, cuando entramos y volví a mirar el reloj habían transcurrido tres cuartos de hora y no me había dado cuenta, la prisa que tenía había desaparecido, y les dije asombrado pero es esta hora…si acabo de mirar el reloj y eran todavía las... Entonces F. me responde con toda la calma y una sonrisa: “Sí, eso pasa. Estabas tan a gusto conmigo, porque hablamos de verdad de cosas que nos gustan…” Lo miré y entonces se me ocurrió esa expresión, quizá un poco cursi: “son trocitos de eternidad”.

“Si no os hacéis como niños…”. Así es, los niños se entregan a quien les gana su confianza y no se cansan ni quieren que se termine su felicidad. Lo importante hoy es no dejarse seducir por modernos flautistas de Hamellin que secuestren a nuestros niños y nos arrebaten con ellos la capacidad de sorpresa, la imaginación, la sencillez y la inocencia necesarias  para dar respuestas a las cuestiones más difíciles de la vida.

lunes, 7 de mayo de 2012

Cuestión de voluntad




Esta mañana casi no daba crédito a lo que veía, entraba en la oficina nuestro amigo R. con una imagen nueva, como jamás lo habíamos visto, y mis dudas tenía de llegar a verlo un día de “persona normal”, con el que se puede mantener una conversación sin tener que estar recurriendo a lugares comunes y tópicos para animarnos como el varón de Münchaussen, tirándonos de los pelos hacia arriba para salir de las arenas movedizas.

Ha sido una alegría mirarnos a la cara, de frente, de tú a tú, luciendo una sonrisa auténtica, que deshacía cualquier duda o mal  recuerdo sobre la capacidad de R. para recuperarse.

Hoy no vino como solía hacer, echándose encima de mí, besándome y tambaleándose; hoy ya no me necesitaba para afirmarse, era dueño de sí mismo; le pregunté, más o menos, cómo se había operado ese milagro, y me contestó con aplomo: “ha sido cuestión de voluntad, porque me lo propuse”.

Todos lo alabamos y lo despedimos hasta el día siguiente porque tenía prisa, pero lo esperamos impacientes para que nos cuente, si lo tiene a bien, cómo logró rescatar la voluntad perdida, o quizá sólo estaba dormida y despertó con el estímulo adecuado, como en los cuentos, con un beso, con un toque mágico del hada buena, después de haber superado una peripecia llena de obstáculos y dificultades poniendo en riesgo la vida misma. Siempre me acuerdo de una gran película: “Nani Manzanas”, con cuanto gusto uno quisiera que fuera una realidad más a menudo.

viernes, 4 de mayo de 2012

Sobreviviendo en los márgenes de la Historia



 “¿Es una imagen de su vida? no lo sé, pero si no le obedecen las piernas ni le funcionan las ruedas de la silla, que además es su casa en la actualidad porque duerme en un cajero, sentado, porque no soportaría  el dolor acostado en el suelo, si no le funciona casi nada ¡cómo es que Fermín rueda por la vida y por las calles! Este misterio lo resolví en la breve charla que pude mantener con él a solas, en la acera, interrumpida por el ruido y el olor del camión de los desatascos”…

Escribía este párrafo no hace mucho tiempo en  el post “Sólo los niños son inocentes” sobre nuestro asiduo amigo desde entonces, F. Tan asiduo que aquel vacío sobre su vida se va llenando de datos y de sorpresas, que él quiere contar, al hilo de los diferentes temas de conversación. “Vengo aquí para charlar un rato a gusto”, me decía esta mañana. Reconozco que es “demasiado”,  que es difícil asimilar que no le haya sacado más provecho a un cerebro como el suyo: ágil, perspicaz, capaz de mover su voluntad hacia el objetivo que se propone.  

La mayor sorpresa hoy ha sido descubrir su origen; resumiendo: hijo de familia acomodada, del norte de España, huérfano desde niño y con varios hermanos, mayores que él. ¿Qué pasó entonces con la supuesta herencia? Pues que los hermanos mayores heredaron todo y él quedó al margen y lo metieron en un orfanato. Como era un superdotado salió delante, a pesar de las dificultades propias de aquella sociedad del tardofranquismo. Pero, aquí estaría la primera causa que lo habría conducido a la situación actual, y que yo el otro día no quería saber. ¡Qué injusta era aquella ley de la herencia que predominaba en algunos territorios del norte de España, por la influencia del carlismo, consiguió mantenerse vigente a pesar de la conquista por el liberalismo de la igualdad de los ciudadanos ante la ley, incluso sobrepasarlo hasta nuestros días!

La educación, el conocimiento de la historia: de la evolución del ser humano de todas las épocas y lugares, es una tarea pendiente, necesaria e imprescindible, sólo así se evitaría que grupos reducidos impusieran sus privilegios, que, como en esta historia vemos, los imponen desde la propia familia, ateniéndose a una ley medieval, la ley del mayorazgo,  en pleno siglo XX.

jueves, 3 de mayo de 2012

Presencia



La naturaleza delata
Tu presencia,
unas veces descaradamente,
humildemente otras,
y a veces se oculta
enigmáticamente.
En cualquier caso
Tu siempre estás,
Detrás de unos ojos atentos,
De unas manos generosas
De unos pies decididos
Que no se apartan del camino.
Tu presencia se multiplica
En la alegre floresta,
En la verdura refrescante,
En las elevadas montañas;
En los graciosos animalillos
En los salvajes y fieros.
Todo es para deleite
de nuestros ojos
que no ven tu divina providencia
entre tanta belleza y abundancia,
ojos velados para tu misteriosa presencia.
Dame, Señor, la gracia
De unos ojos limpios,
Que miren sin malicia ni prejuicios,
Que me permitan contemplar tus misterios
Y me acerquen a tu divina presencia,
Sin perecer.

martes, 1 de mayo de 2012



Por Roque


Como éste papel virtual en el que escribo palabras que siempre son desahogo de mi alma. 

Cada letra, cada palabra, cada oración, cada texto que finalmente garabateo en éste papel, sea el tema que sea, me doy como soy, él me acepta y me reconforta.

Como la nieve que éste Gaditano casi no conoce y que siempre embellece cada paisaje que envuelve.

Como una sabanita limpia, recién recogida del tendedero, que envuelve y sientes su fresquito, su claro, su nítido olor. Como esa sabanita que te abraza y te hace sentir protegido.

Como las nubes de primavera, grandes, frecuentes y, aunque a veces tormentosas, nos dejan sobre nosotros el necesario líquido elemento. Y siempre, sobre todo en ésta tierra, reflejan una luz que ciegan.

Como la camiseta de mi equipo, je, je!

Como la leche de una madre, imprescindible mensajera de fortaleza presente y futura.

Como la piel del guiri antes de ir a la caleta, casi transparente.

Como cuando tenemos poca luz y vemos como en una peli antigua y en la oscuridad nos guía.

Como los pétalos de flores que alfombran los más importantes eventos de nuestras vidas.

Como el arroz que alimenta a millones de personas, de nuestros pobres niños del tercer, cuarto o ya incluso quito mundo.

Como el interior de un coco tropical, lleno de agua para el sediento náufrago.

Como mi maicena de niño, que con tanta paciencia me daba mi abuelita.

Como el color de la verdad, de la claridad de espíritu, de la nobleza de carácter, de la bondad, de la generosidad, del amor al prójimo (el otro amor es “má bien coloraito”), el de la amabilidad, de la paciencia.

Como la túnica de Jesús resucitado.

Como tu nombre.


Para mi amiga Blanca