sábado, 19 de mayo de 2012

Algo más que una crisis




Más que en una crisis parece que estamos metidos en  un torbellino gigantesco, un agujero negro o en un huracán que se mueve en todas las direcciones, y que en vez de ir perdiendo fuerza se va regenerando por sí mismo. Y este torbellino lo está engullendo todo, lo público y lo privado, porque mira que es difícil encontrar un lugar y un momento de reposo.

Pues nada, no consigo ver horizonte alguno, todo da vueltas y vueltas, y cuando crees que ya vas a descansar un ratito de repente te sientes impulsado por el vacío que dejan otros en su loca carrera a ninguna parte y tienes que ponerte las pilas; de ahí que no consiga controlar el ritmo de mi vida.

Por oro lado, parece como si algunos pensaran  que ciertas personas tuvieran una cualidad especial que les permitiría alimentase de problemas y nunca se hartaran. Que yo sepa, sólo una persona sería capaz de semejante proeza, y es una persona divina, Jesús de Nazaret, el Buen Pastor, que apacienta a sus ovejas y en verdes praderas les hace recostar; “Venid a mi los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”; “llamad y se os abrirá”; “si  no os hacéis como niños”…

Estas y otras muchas palabras nos dejó dichas, y trato de aferrarme a ellas para no dejarme engullir por la corriente, o al menos ir agarrado a ellas para que los golpes no me hagan tanto daño, y resista hasta poder encontrar un refugio seguro o amaine el temporal. Dios lo quiera.

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