Ayer me fui por otros temas, en realidad iba a hablar de las
cosas que pasaron y se dijeron en nuestra tertulia, en todo caso partían de la
misma idea: “no es normal” lo que nos pasa, no lo que pasa, lo que nos pasa, ya que nos pasa
a personas concretas y no es lo mismo vivirlo que escucharlo.
Por supuesto que hablamos de Gibraltar…a favor y en contra,
por supuesto, aquí algunos prefieren las cosas como están porque así podrán seguir
ganando el pan de cada día…como hay tanto paro y las ayudas son cada vez más
escasas o complicadas.
Por aquí ya no vienen a penas extranjeros, son la mayoría
españoles que han perdido su empleo, sin ayudas o muy precarias; han perdido
familia, o se han perdido porque así lo han querido, y hasta pueden haberse
perdido a sí mismos y les cuesta encontrarse, por eso caminan sin cesar, a ver
si en algún lugar se encuentran cómodos, y a veces es como si dieran vueltas a
una noria alrededor de España entera…
Otra afirmación que escucho con demasiada frecuencia es que los
españoles prefieren el sur al norte, porque aquí se les acoge mejor y en mayor
número de centros, de Madrid hacia el sur. Nuestro albergue está catalogado
como uno de los mejores; además he
escuchado que los albergues en manos de las monjas son mucho mejores que el
resto.
Algunos consiguen ir a trabajos de campo, a la recolección
de frutas, en el norte también, pero dicen que allí son muy raros…que se está
mejor aquí, y que el trabajo está muy mal pagado, no compensa la estancia y el
viaje.
Y para rematar la mañana tengo que acompañar a una persona
con un problema de herpes, del peso o el roce de la mochila…tenemos que aclarar
si debe pagar ¡cien euros por la medicina que le han dado en la seguridad
social! a pesar de ser un ciudadano
español, de Galicia… Efectivamente, el farmacéutico, que es una gran persona,
pues se implica bastante en la atención a personas sin hogar, descubre que no
han incluido en la receta el número de la tarjeta sanitaria. ¿Tendría mucha
prisa el médico, sabía a quién estaba atendiendo? ¿Por qué le receta la
medicina más cara y a cargo al cien por cien del paciente, ciudadano español y
transeúnte?
Espero que en nuestro centro de salud le hayan validado la
receta con la el número de tarjeta sanitaria. Y el hombre encima agradecido,
admiro la paciencia de esta persona, como la de tantos otros que soportan estas
situaciones tan incómodas como injustas, y agradecen la ayuda y la información que se les
presta. En muchos casos, tan acostumbrados están a vivir a merced de la buena
voluntad ajena, que son incapaces ellos mismos de hacer uso de sus propios
recursos y derechos.
No es normal. Y después de lo que llevo dicho, alguien todavía
informaba de robos, pillerías y poco respeto entre las mismas personas sin
hogar; llegamos a la conclusión de que efectivamente
la sociedad anda mal…y donde primero se empieza a ver y padecer es sus sectores más débiles y marginados, las
necesidades insatisfechas son cada vez mayores y el número de marginados crece
sin parar, la competencia por la supervivencia entonces no tiene tantos
miramientos.
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