Esta mañana había en la oficina un ambiente caldeadito y
animoso, tanto que el que estaba a mi lado, de Ciudad Real, comenzó a demostrar
sin más sus dotes de cantaor, ha tenido
una vida variadísima desde vender cupones hace años, hasta llegar aquí, y lo
que echa en falta es un guitarrista para dedicarse a cantar, y así ganarse la
vida sin depender de que haya trabajo o no…
No terminan aquí sus preocupaciones, también de pronto nos
sorprende con una pregunta inmensa, como el espacio. ¿Cómo es que estamos ahí,
flotando, todos, los astros, las estrellas? ¿Quién ha podido hacer todo eso? Parecía
que la respuesta estaba de sobra…sin embargo, otro señor contestó con toda
rotundidad que todo eso sólo lo podía haber hecho Dios. Yo lo apoyé, claro está,
y al poco me sorprendió con otra afirmación más práctica, consecuencia de
aquella, “hoy falta el temor de Dios”.
Escuchar estas conversaciones en una oficina de personas sin
hogar, entreteniendo el tiempo de espera, dice mucho de personas que
socialmente dicen bastante poco. Y dicen mucho del ser humano, que a pesar de
sus más o menos trágicas circunstancias, conserva el “santo temor de Dios”…”Dios
me lo dio, Dios me lo quitó”, la historia de Job no ha terminado, lo que se va
acabando es la paciencia de los humanos por falta de entrenamiento, de educación,
de lectura, de respeto y de respeto a lo más sagrado. No vemos por falta de
educación, de saber escuchar y observar, de acallar la voz interior que nos
advierte, faltándonos así al respeto a nosotros mismos…a partir de ahí... quién
va a ser digno de respeto…
Precisamente ayer vi en la calle a este hombre que aún
conserva el temor de Dios, tratando de vender sus dibujos, y lo juzgue de
prisa, y mal. Más aún, comparé sus dibujos con los de otro, y pasé de largo. Cuál
no sería mi sorpresa hoy cuando me enseña sus dibujos allí encima de la mesa…al
verlos de cerca me quedé asombrado, unos eran abstractos, pero otros eran conceptuales,
resultaban unas ilustraciones muy interesantes. No pude por menos de reparar mi
injusticia de ayer y le cogí uno, un hombre salvando un peligro, o un náufrago…Un
artista de verdad.
Para completar la mañana, este mismo hombre tiene un enorme
parecido al Doctor Spock, entre bromas y veras le propusimos algunas formas de
sacar provecho a este parecido, y me dejó sacarle una foto, que le voy a mandar
para que él la mande a una página de esas que se ofrecen dobles, a ver si le
sale algo. Suerte, amigo.
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