sábado, 15 de noviembre de 2014

¡Por fin, toda la verdad sobre Jesucristo!



Después de Jesús casado, ahora es a la vez Jesús papá … y de ahí seguirá Jesús abuelo!

Es fatal como el destino: de tiempo en tiempo, invariablemente, se descubre un rarísimo manuscrito del siglo I, con revelaciones explosivas sobre Jesucristo; un nuevo heterónimo de Fernando Pessoa, encontrado por la mujer  un día, al limpiar la fecundísima arca del autor de Mensagem; y un post-it en el frigorífico, utografiado por el Nobel portugués, que da después ocasión a una voluminosa obra póstuma, original e inédita.

Este parece ser al caso del sensacional libro que el Sunday Times anunció, con gran tipografía, y que tiene por autores a Barri Wilson, profesor de estudios religiosos de la universidad de York, en Toronto,  Canadá, y Simcha Jocabovici, escritor y periodista israelo-canadiense. A lo que parece, esta prometedora obra acaba de llegar a las librerías, justo a tiempo para la Navidad.

Esta nueva versión “histórica” de Cristo es, convengamos, poco original pues, contradiciendo la tradición evangélica del Jesús célibe, demasiado ascético para los gustos modernos, copia a Dan Brown, el romántico casamentero que patrocinó el enlace matrimonial del hijo de Nuestra Señora con María Magdalena.

La novedad está ahora en los dos hijos habidos de ese casamiento. No sé si se trata de dos niños, de dos niñas, o uno de cada, o sea, aquello que antes se llamaba, muy burguesmente, un parejita. Tampoco sé si esta inesperada generación del Mesías y de su putativa mujer, sin ofensa, tiene alguna cosa que ver con la bonificación que, en la sede de IRS, se da ahora a las familias, por cada hijo a su cargo. Es que, como es sabido, las cosas no están fáciles para nadie…

Si un Jesús casado ya contradecía la verdad histórica de los evangelios y de los más serios y científicos estudios biográficos sobre Cristo, del que es principal referencia el Jesús de Nazaret en tres volúmenes, de Benedicto XVI, este Jesús papá, probablemente con pantuflas, todavía menos atrayente que el revolucionario Che Guevara, augura prometedora continuidad en un próximo episodio, digno de hacer competencia a Papá Noel: el abuelo Jesús.

El nuevo libro se basa, por lo que se ve, en un “Evangelio perdido” que, por así decir, es infeliz hasta en el título porque, si después fue encontrado, se debía llamar el “El Evangelio perdido y hallado”, no vaya el lector a quedar, también él, perdido. O mejor apodarse, tal como el hijo más joven de la conocida parábola,   “El evangelio pródigo”, que lo es, además, en inverosímiles disparates.
  
Es de extrañar la coautoría de un periodista israelo-canadiense. Un periodista es, en principio, un cronista de la actualidad, no un historiador de acontecimientos de hace dos mil años. Y,  ahora, ¿por qué dice ser israelo-canadiense? En cuanto a canadiense, normal, pero la precedente referencia parece indicar su alineamiento ideológico con la política de Israel y, en ese sentido, contrario al cristianismo y a su presencia en Tierra Santa. Si así fuese, esta obra no es más que una expresión seudocientífica de esa misma beligerancia.

Entre nosotros, otro artesano del mismo oficio, famoso por sus guiños a la teología, dio a Jesús algunos hermanos, todos igualmente hijos de María, a la cual atribuyó varias inmaculadas concepciones (¿¡), por ignorar que tal privilegio se refiere a la concepción de la misma virgen y no a su maternidad, que fue única y exclusivamente de Jesús. Es lo que pasa, cuando alguien se mete a hacer ciencia teológica sin saber siquiera las verdades más elementales del catecismo…

La banalidad de estos “decubrimientos”, que no tienen nada de científico, tienen con todo una ventaja porque, cuanto más insisten en la aparente vulgaridad de Cristo, más adensan su misterio. De hecho, si Jesús de Nazaret era, solamente, un hombre común, carpintero de profesión, casado y padre de dos hijos, ¿¡cómo explicar que, más dos mil años después, su nombre y su mensaje susciten tanta aversión –la religión cristiana es, actualmente, la más perseguida del mundo- y, sobre todo, tanto amor?!



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