Los días malos son cada vez más
frecuentes, hoy es uno de esos en los que las malas noticias se suceden de
manera que hacen desear que termine el día, a ver si el día siguiente amanece
con un sol deslumbrante.
“Esta noche han robado el Pan
Nuestro”, esta fue la noticia que me asaltó al llegar a la oficina, que junto a
una petición posterior: “¿puedes hacer algo por un chico que se ha ido de casa
porque su padre lo amenaza si no se pone a vender droga?”, me afianzó en la
conclusión que ya había comentado en otra ocasión parecida. El malestar social
empieza a manifestarse de manera violenta e irracional en los sectores más
desfavorecidos, en los que la capacidad de subsistencia depende total y absolutamente
de la caridad, o, si a alguien le molesta el término, de que los que tienen,
den de lo que tienen, porque a muchos de los que suelen dar, ya no les sobra.
Y esta reflexión me lleva a otra, que pudiera
ser la causa: “Es el reino de la confusión, un Babel”, lo que no sé es quién es
el nuevo Nemrod, si es uno solo o son varios, una persona o un grupo. Lo cierto
es que el sentido común se enfrenta a un combate muy desigual y confuso, y por
tanto incierto; por eso la incertidumbre forma ya parte de nuestro vivir
diario.
El pobre sentido común lucha
contra unos políticos contradictorios, mentirosos; contra los poderes
económicos, más y más voraces; contra los jueces, cuyas sentencias judiciales
disculpan o protegen a los culpables y dejan a las víctimas desprotegidas. Y todo
esto lo hacen a las claras, con apariencia de que hacen lo que deben, o de que
es el mejor servicio que pueden ofrecer… Han creado un mundo de locos…mucho
consumo, mucho cachivache, que a algunos les lleva a creerse especiales, los
mejores, en esto o lo otro, manejando con destreza los artilugios informáticos.
En este mundo de locos se destruye más que se construye, y
lo que se construye es disparatado o para disfrute de unos pocos… ampliable a
aquellos que se rinden, se adaptan y sirven dócilmente al nuevo poder.
Alguien pretende crear un hombre artificial, un superhombre,
contra el propio ser humano natural, como el de todos los tiempos, desde la
creación o su aparición como homo sapiens. Pretenden así instaurar una nueva
creación, pero una creación artificial, que no parte de la nada y por amor…
sino que se gesta desde un poder oculto,
misántropo, egocéntrico, un genio de la división y la magia que hace ver las
cosas al revés, lo que era bueno ahora es malo, lo que antes era justicia,
igual para todos, ahora es discriminatoria a favor de quien convenga; lo que
antes era un hombre, una mujer, un matrimonio, un niño, ahora son no sé cuantos
tipos pueden ser de cada uno… el abecedario entero. Lo que antes era misterio,
Dios, y permitía al hombre vivir con cautela y seguridad para evitar males
mayores, ahora esa forma de pensar y vivir es motivo de desprecio, se le acusa
de fomentar la intolerancia, incluso de ser culpable de las guerras.
¿Quién tiene tanto poder para haber impuesto sin coacción
semejante cambio de mentalidad y actitud en millones de personas? ¿Quién es ese
Gran Manipulador? Ha conseguido, contando sin duda con la ayuda de colaboradores
necesarios y culpables, destruir la
educación clásica y el humanismo, los frutos del Renacimiento y la ilustración;
ha lavado las mentes de tantas
generaciones, impidiendo que se llenaran de conocimientos necesarios para
labrar su personalidad original y libre. El grupo sustituye al individuo, y el
individuo cada día está más solo, más débil, sin capacidad para saber lo que
realmente le conviene, y sometido a múltiples
señuelos que lo conducen por caminos sin salida, que agotan sus fuerzas
y lo dejan sin esperanza.