domingo, 29 de septiembre de 2013

A la lucha por la supervivencia total, física y espiritual

                         

Los días malos son cada vez más frecuentes, hoy es uno de esos en los que las malas noticias se suceden de manera que hacen desear que termine el día, a ver si el día siguiente amanece con un sol deslumbrante.

“Esta noche han robado el Pan Nuestro”, esta fue la noticia que me asaltó al llegar a la oficina, que junto a una petición posterior: “¿puedes hacer algo por un chico que se ha ido de casa porque su padre lo amenaza si no se pone a vender droga?”, me afianzó en la conclusión que ya había comentado en otra ocasión parecida. El malestar social empieza a manifestarse de manera violenta e irracional en los sectores más desfavorecidos, en los que la capacidad de subsistencia depende total y absolutamente de la caridad, o, si a alguien le molesta el término, de que los que tienen, den de lo que tienen, porque a muchos de los que suelen dar, ya no les sobra.

Y  esta reflexión me lleva a otra, que pudiera ser la causa: “Es el reino de la confusión, un Babel”, lo que no sé es quién es el nuevo Nemrod, si es uno solo o son varios, una persona o un grupo. Lo cierto es que el sentido común se enfrenta a un combate muy desigual y confuso, y por tanto incierto; por eso la incertidumbre forma ya parte de nuestro vivir diario.


El pobre sentido común lucha contra unos políticos contradictorios, mentirosos; contra los poderes económicos, más y más voraces; contra los jueces, cuyas sentencias judiciales disculpan o protegen a los culpables y dejan a las víctimas desprotegidas. Y todo esto lo hacen a las claras, con apariencia de que hacen lo que deben, o de que es el mejor servicio que pueden ofrecer… Han creado un mundo de locos…mucho consumo, mucho cachivache, que a algunos les lleva a creerse especiales, los mejores, en esto o lo otro, manejando con destreza los artilugios informáticos.

En este mundo de locos se destruye más que se construye, y lo que se construye es disparatado o para disfrute de unos pocos… ampliable a aquellos que se rinden, se adaptan y sirven dócilmente al nuevo poder.

Alguien pretende crear un hombre artificial, un superhombre, contra el propio ser humano natural, como el de todos los tiempos, desde la creación o su aparición como homo sapiens. Pretenden así instaurar una nueva creación, pero una creación artificial, que no parte de la nada y por amor… sino que se gesta desde un  poder oculto, misántropo, egocéntrico, un genio de la división y la magia que hace ver las cosas al revés, lo que era bueno ahora es malo, lo que antes era justicia, igual para todos, ahora es discriminatoria a favor de quien convenga; lo que antes era un hombre, una mujer, un matrimonio, un niño, ahora son no sé cuantos tipos pueden ser de cada uno… el abecedario entero. Lo que antes era misterio, Dios, y permitía al hombre vivir con cautela y seguridad para evitar males mayores, ahora esa forma de pensar y vivir es motivo de desprecio, se le acusa de fomentar la intolerancia, incluso de ser culpable de las guerras.


¿Quién tiene tanto poder para haber impuesto sin coacción semejante cambio de mentalidad y actitud en millones de personas? ¿Quién es ese Gran Manipulador? Ha conseguido, contando sin duda con la ayuda de colaboradores necesarios y culpables,  destruir la educación clásica y el humanismo, los frutos del Renacimiento y la ilustración;  ha lavado las mentes de tantas generaciones, impidiendo que se llenaran de conocimientos necesarios para labrar su personalidad original y libre. El grupo sustituye al individuo, y el individuo cada día está más solo, más débil, sin capacidad para saber lo que realmente le conviene, y sometido a múltiples  señuelos que lo conducen por caminos sin salida, que agotan sus fuerzas y lo dejan sin esperanza. 

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