9 de janeiro de 2016 https://www.facebook.com/jlmartins?fref=ts
Ilustração de Carlos
Ribeiro
A
medida que vamos cayendo quedamos más cerca de los que son como nosotros. Son
nuestras flaquezas las que nos ennoblecen si fuéramos capaces de reconocerlas y
de luchar contra ellas… cualquiera que sea el resultado, nuestro corazón sale
fortalecido y más bello siempre que nos abrimos al otro y regresamos con él a
nuestro lado.
Nadie
hace dos veces el mismo camino. Nadie cae dos veces de la misma forma…
Después
de las caídas tenemos que elegir qué recuerdos queremos conservar. De aquellos
en que caemos o de aquellos en que nos levantamos y nos hacen levantar. Buenos
no son los que no caen, sino aquellos que se levantan siempre.
La
sonrisa el gesto interior de quien se levanta a pesar de sus dolores. La
alegría serena es la prueba de una vida que es entera con todas sus
fragilidades
Es
en las cosas pequeñas donde debemos ser grandes… así como en las mayores
debemos ser humildes, nunca dejamos de ser… fuertes, elevados por una fuerza
que experimentamos, pero no es nuestra.
Es
importante que no nos creamos más que nadie. Por más trágicas que sean sus
caídas. Cuando caemos, nos juntamos al polvo que nos recuerda de donde venimos…
pero solo quien acepta el polvo que es, se puede elevar al punto de poder
llegar al cielo.
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