16 de janeiro de 2016 https://www.facebook.com/jlmartins/posts/10205377960716045?fref=nf
Ilustração de Carlos Ribeiro
Es un tremendo error que se una o permanezca unido lo que
debe estar separado. Del mismo modo, es un terrible error que se separe lo que
debe permanecer unido.
Es un excelente camino el que une lo que debe estar
ligado, tan bueno como la decisión de mantener separadas las partes que no
forman entre sí una unidad.
El amor es sinceridad y caridad. No debo fingir ser lo
que no soy, ni engañarme pensando que el otro es quien no es, sólo porque no
quiero admitir que no somos compatibles. Hay caridad pura en decir no a un amor
imposible…
La perfección no es la ausencia de error o un cúmulo de
virtudes. Nuestra perfección nace de que somos incompletos… pero que nos
podemos completar, haciendo de dos, uno… ¡un nosotros… perfecto! Completo.
No. El amor no sucede ni se desaparece por un desencanto
cualquiera extraño a la voluntad. Se decide a partir de la honestidad de los
que, a pesar de proceder de lugares distantes, resuelven unir sus cielos y
elevarse hasta allí por el mismo camino.
Puede partir de algo divino, pero no existe sin el
compromiso y los gestos concretos de los que deciden aceptar el don y
multiplicarlo. Está al alcance de todos, pero solo pocos tienen el coraje, la
paciencia y la firmeza de alma que los hace dignos del mayor de los dones, el don de ser
don en la vida del otro. Sin esperar nada a cambio, sino recibiendo siempre
mucho más de lo que se merece… muchas veces, cuando menos se merece…
Un compromiso de amor es siempre una decisión conjunta
definitiva a la que no puede faltar ninguna de las partes. No unir lo que es
separado es un excelente principio.
Más allá de los dolores y
de los placeres del día a día, debe prevalecer lo que es más elevado… unido lo
que debe estar unido y separado lo que debe estar separado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario