sábado, 8 de abril de 2017

¿Puede el cuerpo acompañar al espíritu?


OPINIÓN  DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

El cuerpo se desgasta, el espíritu se cansa, pero se renueva.
El espíritu debe guiar al cuerpo, no al contrario. Hay quien deja a su cuerpo adolecer tornándose esclavo de los apetitos del cuerpo.

Otros aún, impiden que el espíritu se cure a sí mismo, siempre que prefieran no librarse de los malos sentimientos y de los malos pensamientos.

Aquello que el cuerpo sufre, el espíritu lo sufre de forma aún más profunda. El sufrimiento es siempre multiplicado por la consciencia que tenemos de nosotros mismos.

¿Si el espíritu es más ágil que el cuerpo que lo abriga, entonces cómo puede este acompañarlo? Es importante que sea el espíritu quien decida, en cada momento e edad, lo que es mejor para el cuerpo, atendiendo a sus limitaciones y necesidades.

Quien afronta grandes adversidades tiene, en la mayor parte de los casos, un espíritu heroico dentro de un cuerpo que se siente capaz de ir cumpliendo las más duras misiones. Al final, la voluntad puede siempre ser más fuerte que el cuerpo.

Hoy, se valora el cuerpo por el cuerpo, como si fuese un fin en sí mismo y en él no hubiese nada más. Como si las líneas externas de un cuerpo fuesen trazos de personalidad, que pueden ser reconocidos y valorados. Por el contrario, quien cultiva esta idea acaba por olvidarse que es dentro de sí donde se define su valor y que se va concretando en las decisiones que toma y en la forma como las ejecuta. Es la libertad del espíritu la que establece el valor de cada ser humano. Hay espíritus bellos y jóvenes en cuerpos de mucha edad.

El espíritu debe guiar el cuerpo con delicadeza y prudencia, sin ignorar las necesidades, ni el poder y la fuerza de los impulsos. Las personas nos hacen tropezar y caer.

Cuando el cuerpo no pudiera acompañar, que el espíritu encuentre la forma de elevarlo hacia donde puedan volar, a pesar de las apariencias.

La verdadera felicidad, la alegría del espíritu, no se encuentra en lo que ya se hizo, ni en lo que aún se tiene que hacer... sino en lo que se hace, aquí y ahora.




(ilustração de Carlos Ribeiro)


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