Por Daniel Medina Sierra
Os daré
varias informaciones de forma breve y luego haré mi lectura personal de ambas.Como siempre los posts están para que podáis dar vuestra opinión al respecto.
Un niño
yace ahogado en la orilla del mar, todas las televisiones; de todos los países
observan con estupor las fotos del niño ahogado. Sin duda alguna, una absoluta
tragedia.
Cientos
de personas sin hogar o en el umbral de la pobreza mueren a diario en todos los
países, subdesarrollados y desarrollados. En nuestro país mueren todos los días
personas en exclusión social o en riesgo de ser excluidos sociales por hambre,
frío, depresión, e incluso, muchos se suicidan. Yo he conocido a algunos que ya
no están con nosotros¿ Saben cuantas noticias hubo? 0, o lo que es lo mismo,
ninguna.
Una
reportera le hace una zancadilla a un señor que intenta llegar a la frontera
para escapar del horror de la guerra, por suerte lo graban, todas las noticias
giran en torno al drama de este padre con dos de sus hijos. Todos nos
indignamos.
Llegan
a España y ya tiene empleo y casa propia, nadie dirá, y mucho menos yo, que no
lo merezca y que no me alegre por un final feliz. Ojalá se pudiera ayudar a
mucha más personas; pero... ¿Acaso somos conscientes de que en nuestro propio
país lo pasamos realmente mal? ¿Somos conscientes de como actuamos con los
propios españoles? Pensazlo.
Si a un
excluido social se le ocurre decir que necesita un hogar, un empleo o una vida
digna. ¿Saben lo que se nos contesta?.
¿Casa? ¡Si hombre, y yo pagando una hipoteca!. ¿ Trabajo?
¡Los pobres no queréis trabajar!. ¿Dignidad? ¡Claro, claro, anda y cómprate un
amigo!
La
realidad supera a la ficción. Somos muy solidarios con todos los que no sean
españoles, con todas los dramas que no tenga la etiqueta española; y que se me
entienda bien, todos somos iguales, iguales.
Os he
dicho en más de una ocasión que soy voluntario de cáritas. Bien, pues os voy a
dar una primicia que muy pocas personas saben; voy a dejar de serlo, al menos
hasta que mi situación no se normalice un poco.
He sido
un privilegiado al estar compartiendo una actividad tan satisfactoria con unos
compañeros a los que puedo llamar amigos, una verdadera experiencia con los
acogidos, muchos de ellos también me consideran un amigo.
Pero...
había algo antinatural en esto y lo estuve pensando durante mucho tiempo. Yo,
excluido social... Ayudando a muchas familias en riesgo de exclusión social.
¿Para cuando a mí?.
Recordemos que el último escalón de la
pobreza es en el que estoy yo. Estoy ayudando a personas en mejor situación que
yo. Ese es un conflicto que hay que resolver y aparentemente, sólo depende de
mi. No puedes ayudar si no te ayudan también a ti. Un voluntario no esta exento
de problemas y sufrimientos y...¿Quien ayuda al voluntario? De palmaditas en la
espalda no se come.
Esto
viene a decir que debemos cuidarnos a nosotros mismos, " España", y a
los demás países, sin tener que priorizar el quedar bien con los demás países o
asistir al pueblo español.
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