OPINIÃO DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS
Cuando escogemos bien y escogemos lo bueno, acabamos, la
mayor parte de las veces, más solos. Tal vez por eso haya tantas personas que
siguen haciendo elecciones erradas, pues así continúan estando cómodamente cerca
de más personas como ellas.
Es aparente, las elecciones ciertas nos aproximan a la
perfección y a otros que se niegan a ser solo uno más. En verdad, son pocos,
pero comulgan de una misma forma, que es la voluntad de alcanzar el cielo. Al
final, solo las buenas decisiones son las que nos hacen buenos.
Mas, la compañía que se hacen los malos unos a otros es solo
un efecto no deseado de quien ya ha desistido de ser más y mejor. Es una
soledad profunda. Por aquí, en verdad, nadie se gusta siquiera a sí mismo.
Quien escoge el mal busca satisfacer un hambre que solo el
bien puede saciar.
El que decide bien, por más grande que sea el sufrimiento
que ello implique, se hace ejemplo para otros que han de seguir sus pasos... no
en vista de cualquier beneficio, sino sabiendo que están en camino del cielo...
aunque haya caído en el más hondo de los abismos.
Las incertidumbres necesitan una luz y las indecisiones carecen
de una llama que las anime. Es solos como debemos encontrar las luces que nos
muestren el camino y las llamas que nos calienten el corazón... el bien no se
conquista después de mil guerras, es un fuego que purifica, quemando lo que es
malo, poco a poco.
La mayor de las bienaventuranzas es la paz de quien sabe que
será feliz, aunque eso insista en demorarse, mucho...
(ilustração de Carlos Ribeiro)
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