lunes, 31 de octubre de 2011

Del comunismo al capitalismo



D. acude cada día a tomar un café con nosotros, a fumar un cigarrillo y a charlar, nos cuenta numerosas anécdotas y no sólo anécdotas de la época de Ceaucescu en Rumanía, ya que él es rumano, y a menudo un rumano nostálgico de otra época en que todos comían todos los días y tenían una vivienda; yo le digo, sí, pero no había libertad; entonces el sonríe, tiene una sonrisa a flor de labios a pesar de vivir en la calle, y me responde con convicción, ¿y qué?, ¿de qué vale la libertad si ahora estamos peor?, la vida es mucho más cara y no puedes trabajar, y no tienes una vivienda. Yo entonces me callo, lo miro y nos encogemos de hombros, un tanto resignados.

D. vive en la calle, come se viste y se asea en el Pan Nuestro, y siempre va impecable, hasta viste con gusto; además, es de elevada estatura, tiene un color muy saludable, y la expresión de su rostro es alegre y afable. A todo esto he de añadir que habla muy bien el español, se le entiende perfectamente y él entiende sin ninguna dificultad la primera, la segunda y las terceras intenciones por lo que la conversación resulta entretenida. Es agradable, muy educado y muy agradecido, hasta el punto que voy a decir, porque no puedo por menos. La noche pasada había llovido mucho, le pregunto tímidamente: ¿cómo pasaste la noche D.?, y me responde amablemente: bien; he encontrado una casa vieja por ahí y he estado a resguardo de la lluvia, que es lo que me importa; el frío no me importa, yo no tengo frío, comparado con mi país aquí no hace frío.

Es así, franco, noble, directo, con un sentido de la realidad extraordinario, pero no sé muy bien definirlo porque se me escapa algo; él se ha formado en un régimen comunista y sin embargo nos entendemos muy bien, ama la vida sencilla, la familia, las amistades. Como dije al principio le encanta contarnos historias de Rumanía, con toda naturalidad nos cuenta cómo en Rumanía no iban a las Iglesias más que las viejas, mientras que si a un trabajador se le ocurría entrar en una Iglesia automáticamente la policía se encargaba de denunciarlo y se le quitaba el trabajo, la vivienda, todo. Pero, esto ya no es una anécdota es una descripción en vivo y en directo del régimen comunista de Ceaucescu.

No se podía entrar en una Iglesia sin perder los derechos, dice tan tranquilo, tampoco se podían expresar ideas contrarias al dictador, sin embargo, afirma una y otra vez D., no faltaba lo básico: comida, casa y poco más; las ideas, bueno, se podía una callar y ya está, podías vivir. ¿Qué hace una persona que no puede trabajar?; eso es lo que pasa ahora con el capitalismo, hay mucho de todo en los comercios, pero no hay trabajo, ni dinero para comprar, y existen las mafias que controlan todo.

Demasiadas preguntas se hace D., que no tienen fácil respuesta, sin embargo, no puede ser que personas tan capaces, tan en forma, que no han caído en ningún vicio, que su único delito es haber nacido en tal o cual país, o en un determinado momento de la historia, tengan que amoldarse a vivir de esta manera, viendo cómo viven otros y cómo muchos malgastan lo que tienen. Hablamos de desarrollo en cifras estratosféricas y sin embargo humanamente hemos retrocedido y seguimos en retroceso, si no es cierto lo que digo, cómo nos podemos permitir que numerosas personas, contra su voluntad, estén viviendo sin nada que hacer por la sociedad, y sin recibir más que lo imprescindible para subsistir, y a menudo gracias a la caridad de personas sensibles.

A veces, hoy por ejemplo, lo he visto más decaído, con una expresión de tristeza o impotencia, no se bien, pero me admira el temple que tiene; como he dicho en otra ocasión la historia de Job no es una invención, Job sigue vivo, porque no se ha producido aún una rebelión, porque la sociedad sigue como si nada pasara, como si fuera a ser siempre igual, y todo se arreglara de improviso por arte de magia.

Pero sospecho que algo se mueve, sólo habrá que esperar que se den las condiciones necesarias o surja el hombre capaz de asumir tanto clamor sordo y le de un cauce adecuado para iniciar la transformación que haga avanzar a la humanidad. Me hizo mucha ilusión hablar el otro día con un joven que sabe mucho de informática porque percibí que había un descontento profundo a través de una frase que circula por Internet: “ Las marionetas del S.XXI comienzan a cortar los hilos”. La verdad es que la leí como una revelación de algo importante, como un dato real de una fuerza social en gestación. El joven aún presumía de una frase suya que había publicado hacía un tiempo y aún permanecía entre otras citas en una página cualquiera: “humanos que viven bien, gracias a humanos que viven mal, eso es estupidez humana”, y reía satisfecho.

sábado, 29 de octubre de 2011

Las personas ante las pruebas de la vida.



Cuando Dios inspira una sociedad y se convierte en meta y modelo hay progreso garantizado, pues Dios no abandona a los que guardan sus mandamientos, y el temor de Dios garantiza el repeto al pasado y asienta el futuro en una base firme. No quiere decir que el mal deje de actuar, siempre existiran resquicios por donde intente colarse, pero estará controlado por una resistencia tenaz y eficaz.

La repuesta individual a las pruebas de la vida dependerá de nuestra fortaleza espiritual, y en quién pongamos nuestra esperanza como hombres. Me impresionaron, tanto por su sencillez como por su antigüedad, estas palabras de San Gregorio Nacianceo (330-390): “Entre las personas que pasan pruebas, unas me parecen ser como objetos ligeros y sin vida, que se dejan arrastrar sin oponer la mínima resistencia; no hay en ellas ningún rasgo de firmeza, no tienen el contrapeso de una razón sana que lucha contra los asaltos que les llegan. Las otras las asemejo a rocas, dignas de esa Roca sobre la cual nos mantenemos firmes y a la que adoramos; estas, formadas con razonamientos de verdadera sabiduría, se levantan por encima de la debilidad ordinaria y lo soportan todo con una constancia inquebrantable”.

Son palabras que encierran una gran sabiduría, fruto, sin duda, de una vida ejemplar y puesta al servicio de los hombres, expresadas de manera sencilla y clara invitan a la reflexión y a una acertada elección.

Huyendo de la verdad



Huyendo de la verdad no se puede ir muy lejos. ¡Cuántas veces veremos a J. por aquí! porque no se enfrenta a la verdad, a su verdad. La verdad tiene un valor universal, y lo mismo lo es para uno mismo que para cualquiera, si a uno mismo le juega malas pasadas y le hace infeliz su ocultamiento, a los demás les puede cansar y hasta molestar . Todos nos esforzamos en confiar en J., pero él no mantiene su palabra mucho tiempo.

J. es un chico aún, más que por edad por su aspecto, su forma de ser y su atuendo, él siempre va muy juvenil, debe darle muy buen resultado pues a primera vista resulta atractivo, simpático, y no parece mala gente, ni lo es en realidad. No es malo para nadie, es malo consigo mismo, como he dicho, por huir de su verdad y no aceptar que sus palabras no responden a los hechos, no tiene en absoluto dominio de sus prontos, ni es capaz de decir no a ciertas invitaciones; por eso se cree lo que no es y esto le llena de insatisfacción; insatisfacción que va en aumento a medida que se van repitiendo sus fallos en la disciplina y el control sobre su conducta.

Hoy mismo me decía “es que aquí ya no me atendéis, no queréis saber nada de mí”. Claro, es que se ha comportado en plan chulesco y quiso entrar en el albergue a toda costa, a pesar de que no cumplía el plazo reglamentario para poder volver a este albergue, del que había salido por causar algún problema de convivencia, incluso se atrevió a amenazar a la hermana con la policía. He dicho que es un niño y eso demuestra ser, pero un niño crecidito, se comporta caprichosamente y quiere las cosas ya, porque sí. Había pasado la noche en la calle, me dijo, y no quería volver a la calle, eso ni hablar; pero él quería este albergue, por lo que fuera, eso no lo dijo, pero dejó muy claro que no le interesaba ir a otro albergue.

¿Por que está en la calle ahora? porque en su segundo mes en Proyecto Hombre ha incumplido una de las normas de convivencia, una vez más, y tiene que salir a reflexionar. ¿Quiere o no quiere J. rehabilitarse? Eso lo sabrá cuando entienda que debe aceptarse, que debe desconfiar de sí y entregarse a una disciplina reparadora y progresiva, y dejarse aconsejar por quien sabe cómo debe afrontar sus problemas con éxito.

No tardaremos en volver a ver J., o mejor, ojalá no lo volvamos a ver hasta que haya cumplido el tiempo que necesite para alcanzar su meta particular. 

martes, 25 de octubre de 2011

Expulsados del paraíso




Llegan con cara de agotamiento, de tristeza profunda, con la incertidumbre a flor de piel, llegan al final de la mañana, cuando crees que ya no tendrás que atender hoy más casos difíciles, pero se reaniman inmediatamente los resortes de la generosidad: acoger , escuchar y ayudar.

Es el chico el primero que habla, la madre no puede, está agotada, pero deja habar a su hijo. Es un joven de diecisiete años, que está matriculado en cuarto curso de la ESO , y quiere estudiar una carrera universitaria, ciencias políticas exactamente; pero, ahora no tienen casa, ni recursos económicos, ni trabajo. El chico piensa por la madre y va a una velocidad propia de su edad, pero él no se da cuenta de que para llegar allí todavía depende de su madre, y si su madre no le puede dar alojamiento y comida, entonces el debiera ceder un poco en sus aspiraciones, no ir tan deprisa y ayudar a la madre, que está agotada y sola. La madre a penas dice alguna palabra o hace algún gesto de impotencia ante las palabras impetuosas de su hijo.

Dicho así parecería que estamos ante un chico caprichoso y egoísta. En absoluto, es un joven que sufre la enfermedad de asperger, tiene una inteligencia muy despierta, y esto en unas condiciones de vida atroces. Su padre es español y su madre es marroquí, después de veinte años casados los echa de casa a los dos, quizá se cansó de ellos y buscó otra mujer con menos problemas. Según dice, hasta hace pocos años no le faltaba de nada pues su padre ganaba un buen sueldo, ahora en cambio se ve en la calle y sin nada, pero él no quiere dejar de estudiar por nada del mundo. Su madre además padece diabetes y busca desesperadamente una casa y un trabajo. En verano pasó una temporada en Marruecos, en casa de su padre, para descansar del trajín de la separación, pero tenía que volver en septiembre para que su hijo estudiara y para firmar y seguir cobrando su ayuda. Es el hijo el que busca por Internet la pensión más barata donde poder pasar unos días, y luego buscar casa y un instituto donde matricularse, en un lugar lo más lejos posible de la ciudad donde vivió con su padre, no quiere recordar los malos tratos recibidos, dice su madre. Así decidieron venir aquí, al sitio más barato.

La casa en que vivían no era adecuada por el ruido excesivo para una chico con su enfermedad, las relaciones con los vecinos se volvieron muy tensas y además el dueño de la casa los echó porque tenía que dejar la habitación para un familiar. Han vuelto a una pensión pero el dinero se les ha terminado y no cobra hasta el día diez. Aquí es donde entran en juego los servicios sociales del ayuntamiento y Cáritas.

A Cáritas llegaron pasada ya la una de la tarde, enviados desde los servicios sociales municipales, le ofrecemos un desayuno porque no han comido nada todavía, mientras escuchamos su historia y vamos pensando posibles soluciones. En este caso la sintonía entre las trabajadoras sociales del Ayuntamiento y de Cáritas va a facilitar la búsqueda de soluciones, que le van a permitir a esta familia resistir hasta el día del cobro de la ayuda y poder pagar una vivienda en mejores condiciones que la última, más tranquila, y si fuera posible más barata.

Gracias a Dios no han vuelto por la oficina, señal de que han encontrado acomodo y podrá la madre ocuparse de buscar trabajo; quizá consiga por fin la pensión que debe pasarle su ex- marido, así este chico podrá estudiar tranquilo para llegar un día a ser un diplomático.

sábado, 22 de octubre de 2011

El Buscador



Cada día que pasa, por muchas que sean las personas que vienen a pedir ayuda, ninguna se repite,  ningún ser humano es igual a otro, es un milagro, no los hacen iguales ni las mismas circunstancias, ni las ideologías, ni las creencias, cada uno responde de una manera diferente y cada uno entiende los grandes temas a su manera.

D. me ha proporcionado una gran sorpresa hoy. Ya había estado por la mañana, más temprano, pero hoy hubo mucha demanda y poco tiempo para nuestras charlas, por eso yo a penas había hablado con él, además, como era su primera visita  se limitaba a escuchar otras conversaciones de los más veteranos. A pesar del cansancio acumulado y de la hora, las dos de la tarde cuando volvió por la oficina, iniciamos una conversación que fue adquiriendo un tono más y más elevado, primero comenzamos  alabando el nivel de español que tenía D., y sobre todo su pronunciación tan clara. Estábamos  hablando cuando llegó sobre el cerebro, la evolución, los libros y entonces él  dio un giro a la conversación cuando  afirmó  que hacía años que no leía un libro, pero que ahora estaba “enganchado” a  Marco Aurelio, y  que estaba muy contento de haberlo descubierto, porque le está ayudando mucho a entender la vida. De todos modos nos aclaró que él nunca había perdido el control de su vida por el alcohol o las drogas.

Ni qué decir tiene la profundidad que alcanzó la conversación a partir de ese momento, hablamos del tipo de libros que nos gustaban, de los inventos y los precursores de los  inventos, de la capacidad de conocimiento que poseemos los humanos, etc., etc. Todo esto intercalado con aportaciones de aspectos de la vida de cada uno de los circunstantes. D., ya confiado y animado con el nivel de la charla, nos confesó que él vivía feliz con su pareja en Bulgaria, desde muy joven, pero atraído por el brillo de una estrella viajera y el afecto familiar que se había trasladado a Málaga, decidió salir de Bulgaria y conocer el mundo, para lo cual tuvo que dejar también a su querida compañera.

Llegados a este punto D. quiso darnos aún una explicación más amplia de por qué se encontraba aquí. Según nos dice él siempre ha tenido en su vida una estrella que le ha conducido por caminos equivocados, yo supongo que se refería a esa frase tan popular de tener mala estrella. Yo en cambio me atreví a sugerirle que a mí me parecía que estaba buscando algo importante, que es alguien que no se conforma con una vida fácil. Apreció mi observación y repitió para sí. “un buscador, eso es, un buscador” incluso se sonrió.  Hasta ahora, efectivamente, esas estrellas lo han llevado por caminos equivocados porque son estrellas falsas o meros espejismos, que reflejan una luz todavía lejana pero que existe en alguna parte, es esa estrella que tiene luz propia porque es verdadera y bella y en ella se encuentra la felicidad, que algún día alcanzará si persevera  en su búsqueda y sigue aprovechando tan bien la enseñanza de cada experiencia vivida. No me cabe duda porque se comporta ya como un auténtico estoico, como un discípulo aventajado del mismísimo Marco Aurelio.

Un discípulo aventajado porque desde muy joven vivió con su pareja y disfrutó del amor, según nos dijo. No rompió la relación sino que se dejó seducir por esa estrella que se le aparece en ocasiones y le cambia la vida radicalmente, y se fue a ver mundo. Ha estado ya  en las antípodas, antes de venir a España pasó por Australia, de la que no guarda muy buen recuerdo. Nos cuenta de manera magistral, casi palpable, lo que es sentirse solo; nos dijo que dormía en un enorme estadio, al aire libre, solo, y podía oír el ruido insoportable del silencio, que no lo dejaba dormir; se sintió solo en medio de un silencio aplastante. No pudo soportar más tiempo aquella experiencia y siguió otra vez la estrella que le trajo junto a su familia en Málaga. Pero la familia en estos tiempos no acoge a todos sus miembros, muchas veces porque no puede, porque carece de los medios necesarios y porque falta trabajo, no queda otro remedio que salir de casa, que emigrar si fuera necesario.

Ahora mismo la vida de D. me hace pensar en una tragedia, D. parece un personaje de tragedia griega que es  sacado de su paraíso particular mediante una estrella seductora para hacerle recorrer el mundo en busca de otros paraísos que, como espejismos, se alejan cada vez más de su camino. Suerte ha tenido de encontrar un maestro como Marco Aurelio, que le enseña a hacerse dueño de su vida y le impide convertirse en una mera marioneta de un destino sin tino y sin  sentido.

Mucha suerte, y sobre todo mucha fortaleza de ánimo para encarar la vida y seguir  buscando  con acierto tu verdadero destino, que nada es por casualidad, D.

viernes, 21 de octubre de 2011

En recuerdo a Job




Siempre me ha impresionado la historia de Job, porque lejos de ser una mera ficción se empeña en ser el paradigma de los hombres que sufren la pérdida de sus bienes, de su familia, de sus amigos y de la propia salud, en todas las épocas, incluida la presente, por muy moderna y por muy desarrollada que se tenga.

La sociedad avanza y nos creemos que todos avanzamos al mismo ritmo, pero no es así, conocemos a personas que viven indocumentadas, en la calle, que viven una vida paralela o marginal, y sólo gracias a estos oasis, creados por la caridad o la solidaridad de personas que se convierten en intermediarios entre ellos y la sociedad, pueden sobrevivir.

Lo asombroso no es esto, lo más asombroso es que entre toda esta amalgama de personas marginadas, hay personas que, como Job, lo pierden todo pero no pierden la esperanza, no se quejan, no reniegan ni de Dios ni de nadie ni de nada, hasta pueden llegar a ser compasivos con los que se quejan más que ellos. Hay personas así, más o menos, para que nadie crea que soy un exagerado. Estoy pensando en concreto en una persona, M.

    M. es una persona trabajadora donde las haya, de sol a sol, y seguro que cuando volvía a casa aún le quedaban fuerzas para preparar la comida de sus hijos y de su mujer. Ha trabajado en varios oficios y en todos M. respondía con eficacia y era además muy bien mandado, lo que le pidieran. Todo lo hace con esa actitud que podemos llamar, sin miedo a que nos digan que somos tontos por ello o que estamos locos, “amor al trabajo”. Por eso no se cansa, sus energías se renuevan constantemente con una palabra de ánimo, un recuerdo rápido a su familia, a sus hijos sobre todo.

    M. ha disfrutado de cierto bienestar no hace tanto tiempo, pero algo tremendo le ha pasado porque hoy está solo, su mujer está  en un centro de la Junta, y sus hijos en otro centro también de la Junta. Él da a entender que un familiar de su mujer se ha metido por medio y le ha arruinado la vida, como suele decirse. Sus hijos tienen alguna discapacidad y lo necesitan a él, tanto como él a ellos, pues son su única queja, o lamento más bien, todo el día preocupado por cómo estarán o si les faltará algo. Lo oí hablar por teléfono con uno de ellos y le decía con una ternura que emocionaba: ” tranquilo hijo que pronto iré a verte”.

Pero M. está esperando cobrar la pensión no contributiva, como tantos otros casos no ha acumulado los años cotizados suficientes para disfrutar una pensión justa, aunque ha trabajado toda la vida sin importarle las horas y las condiciones, otros se habrán quedado con los beneficios. Necesita la pensión y espera que el Ayuntamiento le conceda pronto una vivienda protegida para poder traerse a sus hijos a vivir con él. El piensa trabajar además unas horas para disponer de más medios económicos, aunque él ya tiene la edad de jubilación, pero, como digo, sus energías son ilimitadas, hará cualquier proeza con tal de tener a sus hijos con él, son lo único que le motiva; por más que le animamos y decimos no consigue levantar cabeza, sí, nos dice que sí que tenemos razón, que va a intentar no desanimarse; pero nos lo
dice porque nos considera sus amigos y no quiere desairarnos.

¡Qué sabe nadie, M.! Recuerda lo que un día te decía cuando hablábamos de lo que un hombre es capaz de aguantar: “¿sabes por qué aguantas la soledad, M.? Porque no estás solo, siempre tienes a tus hijos contigo en tu pensamiento, y les hablas, y piensas que algún día volveréis a estar juntos. Por eso no estás solo nunca, y por eso aguantas. Pues figúrate si además crees en Dios, entonces sí que tienes al mejor confidente con quien desahogar tu alma”. Que Él te acompañe.

martes, 18 de octubre de 2011

Algunas fotos de la fiesta de las PSH año 2010














J. y P.



No es ninguna pareja extraña a la moda, son una par de amigos inseparables que se apoyan uno en el otro y se llevan francamente bien. Uno es malagueño y el otro rumano.

J., es todo un personaje, hombre de mundo, ha trabajando en hostelería y sobre todo en varios casinos, repartidos por la geografía española, es un crupier muy solicitado, ha ganado y gastado cantidades sustanciosas de dinero. Pero, ha malgastado una fortuna en drogas y alcohol. Aún así él conserva buen aspecto, es joven y si quisiera, dice, podría volver a trabajar en cuanto se lo propusiera.

Pero tiene un problema familiar que le obsesiona un poco a mi entender, la relación con su madre es un tanto contradictoria, en cualquier caso él no quiere ir a M. para no volver a caer en ningún vicio. Ahora está intentando entrar en un centro para rehabilitarse totalmente y empezar una vida ordenada.

Ha pasado varios meses con nosotros y realmente es un tipo encantador, simpático, servicial, está informado como el que más de todo tipo de cursillos, de ofertas, muchas veces nos informa a nosotros, y acompaña a cualquiera a cualquier oficina, pero sobre todo a P., P. sin J. no es nadie.

Le encanta hablar con nosotros, tiene interés en todos los temas y le gusta debatir. Ya digo que es todo un personaje, tiene una libreta que es una maravilla de orden, con una información completa de todo lo que pueda interesarle a él o cualquiera de los colegas del albergue, no es nada egoísta ni presumido, todo lo contrario, es siempre afable y nunca lo he visto de mal humor. Se le ve siempre muy seguro de sí mismo, salvo cuando sale el tema familiar.

Ahora P., el niño P. Efectivamente salió no hace mucho de un centro de menores y ha llegado hasta aquí, donde parece que se encuentra a gusto, y se ha puesto a buscar trabajo con la ayuda inestimable de J. Él se lo pasa muy bien. Pero, el tiempo pasa y no encuentra trabajo, y también se le va J. Al quedar solo lo pasa peor, pero insiste en quedarse en España. Por fin la trabajadora social le consigue un trabajo de camarero en Cádiz y parece que todo se le arregla, incluso el alojamiento en el mismo Cádiz.

Pero P., no tiene mucha disciplina, ni sabe muy bien lo que quiere, es un poco infantil, quizá tampoco entiende muy bien el español ni se adapta a la forma de vida autónoma y responsable. No supo mantener el trabajo y después de muchas dudas decide volver a Rumanía.

La historia de J. No ha terminado. Se fue de aquí a un centro de rehabilitación, cerca de su familia pero lo suficientemente lejos para mantener su independencia. El caso es que pasado un tiempo supimos que había abandonado el centro y tiempo después hemos sabido que lo han detenido y nos pide ayuda, quiere que demos un informe favorable de su estancia entre nosotros a su abogado. Ojalá consigas salir pronto y ahora sí, te comprometas de verdad a vivir sin caer en nuevos engaños o fantasías.

domingo, 16 de octubre de 2011

¡Qué mañanita!



Hoy comenzaba el día con alguna tensión y fue incrementándose a lo largo de la mañana, larga mañana. Unos ya clásicos problemas con la informática nos sorprendieron nada más ponernos a abrir los ordenadores, que por fin estaban listos para poder acceder a Internet, bueno, pues uno de ellos no se encendía; pero al menos ya tenemos un ordenador para que puedan los usuarios abrir sus cuentas de correo o buscar la información que requieran, y sí ayudó un poco para mitigar la mañana tan accidentada.

Se nos presentó un caso difícil y no muy frecuente, una madre con un niño de un año que había dejado el centro de Remar y ahora buscaba desesperadamente un lugar mejor para alojarse con su niño. Además el día se había presentado lluvioso, estaba oscuro y desagradable. El tiempo pasaba, las once, las doce, y la pobre trabajadora social, colgada al teléfono llamando o esperando respuestas, no lograba encontrarles acomodo, aunque fuera temporal. Los demás usuarios se impacientaban, nos gastábamos bromas y tratábamos de convencerlos para que tuvieran paciencia.

Por fin abrió su despacho la trabajadora social y la asaltaron con preguntas y demandas de solución a sus problemas, uno era, R. , un viejo conocido aunque es un chaval, hoy venía con un ojo morado, impresionaba y movía a compasión, pues es un buenazo; le quisieron robar mientras estaba acostado en su cajero y el trató de defenderse, resultando con un corte en la mano y el ojo hecho una pena. Venía a solicitar una plaza en el albergue, para no pasar la noche en la calle. Gracias a Dios la trabajadora social le dio el pase para ir a comer al albergue y quedarse allí hasta el lunes. Suerte has tenido hoy, R., y me alegro. También quería hablar con sus padres en Mallorca, busca su perdón y que le ayuden a irse con ellos. Lleva dando vueltas, entrando y saliendo de algún centro de rehabilitación, desde jovencito. Como andábamos muy mal hoy de tiempo accedió a dejar la llamada a sus padres para el día siguiente.

Otra persona que esperaba era una pobre e inocente mujer de Dos Hermanas, que un sinvergüenza trajo engañada desde Sevilla, haciéndole creer que la llevaba a su casa . Había pasado la noche en la calle y, precisamente R. le había ayudado a buscar un sitio donde cobijarse; ella quería un billete para Dos Hermanas. Gracia a Dios una buena persona se conmovió y la acompañó a la estación para facilitarle el billete. Dejó de llorar la infeliz, o quizá lloró de satisfacción porque se podía ir a casa con su familia, una larga familia que vive de la chatarra y no podían echarle una mano.

También había otras tres o cuatro personas que querían que la trabajadora social los atendiera.

Pero hoy ocupó toda la mañana la madre con su niño. Esta mujer de veintiún años, que vivió hasta los dieciocho en un Centro de Menores porque su madre vivía en la calle, dada a la droga, y que al salir del centro no tardó en tener el niño con el padre que la abandona, echándola de su casa por tener el niño.

Ha estado en un centro de Remar pero no aguanta el ambiente, la disciplina, el peligro del contagio de sida para el niño y que además se lo despiertan a las tres de la mañana. Está desesperada, teme que le quiten al niño y por eso se marcha precipitadamente, ¿a donde? A otro sitio, sí, pero ¿dónde hay otro sitio ideal donde puedan alojarse una madre y su niño?, una madre sin recursos, sin estabilidad. Está muy nerviosa y el niño ya no aguanta tantas horas en la silla encerrado en la oficina,por eso trastea, pide atención y su madre le riñe, hasta que lo coge contra su regazo, lo abraza y el niño se calma; en pocos minutos está dormido y lo coloca en el coche para ella seguir buscando dónde ir, pero ahora ya hasta sonríe, agradecida porque ha conseguido calmar al niño y le hemos alabado el gesto que ha tenido cogiéndolo con todo cariño y acochándolo en su regazo.

Por fin acepta volver a otro centro de Remar, la trabajadora le va a proporcionar una noche en un hotel para descansar y coger mañana tempranito el autobús a su nuevo destino. ¡Suerte!

viernes, 14 de octubre de 2011

Un payaso al natural, cotidiano, sin maquillaje



S. es como un payaso al natural, sin maquillajes ni costosos ensayos, el siempre provoca una sonrisa; no hace gran cosa, mas bien suele estar callado, observando el entorno con unos ojos muy vivos y alegres, siguiendo las conversaciones con sus gestos y sus sonrisas. Pero esa actitud suya invita a cualquiera a que le diga alguna palabra o le haga cualquier pregunta.

Cuando abre la boca, entonces ya si que colma la expectativa, su acento italianísimo es como una música que acompaña su aspecto y se inicia un diálogo a menudo irónico y entretenido, bien sobre su aspecto o bien sobre cualquier otro tema.

Insisto en su aspecto como de payaso al natural, sin maquillaje ni ensayo; es así, su actitud ante la vida es aparentemente así, optimista. ¿Qué número calzas? Le pregunta alguien, y el contesta con toda naturalidad, sin molestarse lo más mínimo mirando sus enormes botas, el cuarenta y dos; nadie se ríe por ello, y él sigue dando más explicaciones, son unas botas de un trabajador de telefónica; entonces cada uno expresa su admiración y hemos disfrutado de una conversación agradable, inofensiva, y S. se ha convertido en el centro sin aspavientos ni exigencias.

Para completar el atuendo, S. lleva puestos unos pantalones anchísimos para su diminuto cuerpo, y un polo hasta las rodillas, lo más parecido al de un payaso profesional; pero él es un payaso real, sin escenario y sin tener que pagar entrada para ver el espectáculo. Es aquí donde esconde su habilidad y su inteligencia, con este atuendo llama la atención, siempre de modo agradable y simpático, provocando una sonrisa, mientras el esconde algo en su interior; sabemos muy pocas cosas de su vida, ni siquiera sabemos su verdadero nombre, todos lo llamamos S. porque suena muy italiano y le va a él estupendamente, de hecho responde enseguida mirándote con sus ojos alegres tan vivos.

¿Qué más esconde S.? Así se protege también cuando duerme en la calle. S., es muy inteligente, cae bien y nadie se mete con él, es amigo de todos. Todos le hablamos, todos queremos que nos hable S., pero él solo habla lo que quiere con quien quiere, lo suyo es alegrar con su presencia la reunión, permitirnos unas cuantas bromas, y así un día tras otro.

Por otro lado es educadísimo, para cualquier cosa me pide permiso y tengo que decirle que las cosas están ahí para que se sirva cada uno a su gusto; hasta para coger un caramelo pide permiso.

Ojalá S. consiga encontrase consigo mismo lo más pronto posible, y pueda comunicarse con total libertad, sin trucos; no sé si entonces tantos querrán ser amigos de S. porque les hace sonreír, en cualquier caso los amigos que tenga lo sean de verdad, que se los merece.

jueves, 13 de octubre de 2011

Un recuerdo a Fermín Salvoechea, el santo laico




Hoy nos ha llegado un gigante a la oficina, tiene un aspecto bonachón y parece inofensivo, tiene una voz cálida y ofrece enseguida confianza, diría que es tan generoso como la naturaleza lo ha sido con él, por eso todo en él es grande, su cuerpo, su voz, su simpatía, sus inquietudes. El se mueve con cierta dificultad por algunos problemas de salud, con problemas en las piernas y en la vista, incluso a veces lleva un lazarillo, un buen compañero del albergue, pero si no lo dijera él no se notaría, tiene un humor excelente, no se queja, bromea siempre, no en vano es gaditano. Como lo cortés no quita lo valiente, P. también es bastante sensato y se preocupa por tener un futuro aceptable.

Fue una sorpresa muy desagradable para él comprobar al recibir la vida laboral que le faltaba más de un año para poder solicitar una pensión, pero por suerte había una oferta en cáritas para realizar un curso con prácticas remuneradas en una empresa, la trabajadora social lo inscribió sin dudarlo. Hoy me ha dicho que le han ofrecido prolongar el contrato una semana más. Poco a poco, debe pensar P. Por otro lado lo han citado en el hospital para preparar la operación de cataratas. Poco a poco se llega lejos, y P. tiene madera, sabe aguantar, pero también sabe disfrutar cada momento, porque es persona agradecida.

Todavía más cosas buenas, él es profesor de Bellas Artes, las prácticas que está haciendo las realiza en un centro de mayores y se dedica a enseñar manualidades a los ancianos. Como no podía ser de otra manera los ancianos están encantados con P. Ojalá que tan buena sintonía consiga un milagrito y se renueve el contrato indefinidamente. Aquí es donde deberíamos pedirle al santo laico de Cádiz que mirara por su paisano P.

P. además ha sido un buscador de aventuras, un comunero libertario, y un enamorado no correspondido. Yo prefiero ver en él a uno de aquellos primeros anarquistas o socialistas utópicos, maestros generalmente, que creían en la educación libre como el motor del progreso hacia una sociedad justa, igualitaria y feliz, aún no había llegado el socialismo científico con su lucha de clases; ahí quiero yo encuadrar a P. , en el comienzo entusiasta y espontáneo, por su carácter pacífico , aunque a él no le guste. (Quizá es que yo disfruté en mis tiempos de profesor de historia cuando enseñaba precisamente el anarquismo, diferenciando bien el primer anarquismo, pacífico, con una fe absoluta en la educación, del anarquismo violento con su “acción directa”, tratando de inculcar indirectamente en los alumnos el amor por la libertad, la sencillez y un deseo de saber práctico y benéfico para la sociedad. (Perdón, yo aquí no pinto nada, y además estoy dando una imagen de P. que no sé si aprobaría).

Quizá no apruebe esta imagen de buen socialista que he expuesto, pero creo que tengo una prueba de que no es así, P. es bastante tolerante y aguanta como he dicho el chiste, la ironía y, cómo no, las buenas intenciones. Tanto es así que el primer día que llegó estaba yo un poco hablador y tanto él como los demás más bien callados o expectantes, a ver si este voluntario
resultaba un plasta o un vulgar charlatán; yo me atreví a ver en uno de ellos un perfecto modelo para un fraile nada menos que de Zurbarán, y a P. le asigné el modelo para un San Pedro u otro apóstol para un buen pintor . Yo entonces no sabía que P. era licenciado en Bellas Artes, y él no protestó, al menos no me puso mala cara, sonrió, como pueden ver es muy discreto también y no ofendería jamás a nadie.

miércoles, 12 de octubre de 2011

“El misterio de la voluntad perdida”.



Es el caso de M.J., un buen hombre, sensible y cariñoso, que vaga por el mundo esperando encontrar un poco de cariño, debe haberlo encontrado entre nosotros, porque alarga su estancia, disfruta de nuestra compañía a todas horas, por la mañana durante las horas de oficina y las tardes que abrimos para tener nuestra charla café.

Además tiene una cualidad que le hace más tierno, vende globos a los niños para ganarse unos euros, tiene una gran habilidad para hacer figuras con los globos, perros salchicha, coronas, que sé yo, de todo, su habilidad se llama globoflexia, palabra que le encantaba a la trabajadora social, que estaba dispuesta a aprender y a montar un taller.

Hablaba poco, M.J., y aún así era un hombre que hacía compañía, con sus gestos, con su sonrisa perezosa, lo más que contestaba era un sí largo, como dejando algo en duda, un no, también dejándolo en dudoso, o un simple gesto torciendo la boca, o riéndose; sí sonreía bastante, pero a veces era una risa algo triste, como de añoranza de un tiempo mejor; al fin soltaba una frase completa para darse ánimo: “voy a hacer esto, o lo otro”. Lo normal es que durara poco en un sitio, ha recorrido muchos albergues, va buscando su sitio, pero vuelve aquí, o a casa de su hermana.

A punto estuvo de alquilar un piso con otro compañero, pero de pronto desapareció, se acordó de la bebida o de lo que le lleva a beber, y desapareció. Una vez supimos que fue a casa de su hermana una temporada, pero no quiere molestar, no quiere ser una carga, y sale a buscarse la vida otra vez. Creo que tiene un hijo en alguna parte, pero, como no habla mucho, como ya he dicho, pues esperemos mejor ocasión.

Ni qué decir cuánto apreciamos a M.J. La última vez que vino por aquí venía malucho, convaleciente de una operación, el alcohol le había pasado su factura. Lo operaron en un hospital en Castilla La Mancha y ahora está acogido en un centro de esa comunidad donde viene muy satisfecho y animado, ha venido sólo para arreglar unos papeles.
Que te vaya muy bien M. J., que encuentres lo que buscas.
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domingo, 9 de octubre de 2011

La “monegasca”




F. es un personaje algo así como un don Quijote versallesco y algo agitanado, su porte es elegante, luce a propósito algunas joyas y se expresa con un lenguaje y ademanes exquisitos. El no anda por esos mundos en busca de batallas contra explotadores y malandrines que afligen a inocentes criaturas, ni sirve a ninguna dama, en un primer momento nos tiene despistados, no somos capaces de descifrar qué puede ser eso que él llama “la monegasca”, con la cual, una vez la consiga, se le abrirán las puertas a su mundo perdido: con ella tendrá acceso a su cuenta corriente y se acabará su penuria y su mala vida; además tendrá acceso a sus propiedades, con ella recuperará su verdadera identidad y le permitirá heredar la casa de su madre en S., donde tiene sus cosas, y la carta que da fe de sus derechos sobre la casa. En la cual vive su hermana ahora.

No es una broma, cuando F. llegó nos dejó sorprendidos, no es alguien que pase desapercibido, entró en la oficina casi como un vendaval, él anda muy deprisa siempre. Acepta el café que se le ofrece con modales muy distinguidos y seguidamente se sienta en el sofá, se pone a ojear unas revistas y de pronto se pone a hablar en voz alta, mirando a cualquier parte; comienza una retahíla de amenazas e improperios que no tienen un destinatario visible, gracias a Dios; sus enemigos imaginarios son los que le alejan de ese talismán : “la monegasca”, que he descrito más arriba. Gracias a Dios no somos los presentes sus enemigos, si no quién resistiría una acometida semejante con tanto brío como pone en sus amenazas.

Esta actitud se repite cada día, llega puntualmente a la oficina, agradece el café que le ofrecemos y realiza algún comentario agradecido o formula un deseo de buenos días. Al poco rato él se retira a sus diálogos con las revistas del corazón y sus personajes que le tienen secuestrado y le hacen imposible una vida tranquila.

Poco a poco vamos deduciendo alguna pista que nos permita a nosotros llegar a descubrir quien es el verdadero F. , lo de la “monegasca” nos lleva a indagar sobre el tipo de vida que ha llevado anteriormente, sabemos que él viene de Francia, de la costa, como él dice, de San Tropez en concreto, como si no dijera nada; ha recorrido también el norte de Italia (todo esto en bicicleta), estos datos nos permiten suponer que ha podido llevar una vida de cierto lujo. La sagacidad de la trabajadora social interpreta lo de “la monegasca” como que hubiera estado en Mónaco, y se refiera a una cartilla de la seguridad social o algo así. Por sus entrevistas con la trabajadora social sabemos que trabajó para una empresa de coches de lujo, y de hecho F. ha trabajado y cotizado algunos años, pero su pista se pierde y sin documentación no sabemos siquiera si su nombre y apellidos son verdaderos. El paso siguiente fue comprobar en la policía si su identidad es la que él dice , y, efectivamente, existe un tal F. con sus mismos apellidos; ya tenemos el carnet de identidad y así dispondremos de una base segura para gestionar el resto de papeles necesarios para conseguirle una ayuda .

Recuerdo la mañana que lo acompañé al INEM, no paró de hablarme y de contarme unas historias tremendas con toda naturalidad; me contó básicamente cómo pudo escapar por los pelos de un atentado que voló su casa que tenía en la costa, con lo cual tuvo que volver a Francia y permanecer escondido un tiempo suficiente; también me contó cómo su familia, concretamente su hermana, le impide acceder a la casa de su madre en S. de la que él es heredero también, y donde él tiene toda su documentación y la famosa “monegasca”.
No hace mucho volvió a aparecer F. por aquí, con su chamarreta militar en pleno verano, y no hay quien se la quite, estaba molesto incluso con la hermana porque se la quería lavar. No hubo manera, pero al menos está más calmado, con su tratamiento médico y, bueno, quizá algún día aparezca la “monegaca”, el remedio de todos sus males, y de sus fantasías, y así encuentre el descanso que necesita y disfrute de la vida que le corresponde.

viernes, 7 de octubre de 2011

POESIA ALENTADORA

-Erase una vez...hace muchos años, igual que ahora...un ser que sufrió una experiencia trascendental en su vida y la dejó registrada en forma de poesía:
Mi cabeza gira,
mi cuerpo se agita,
los límites se expanden, mi alma danza.

La eternidad se hace visible,
y la imaginación fluye
a un ritmo alucinante
en una búsqueda incesante
del conocimiento.

En mi horizonte surge un mago
¿Tendré valor para abrir
la caja de mi vida
y en el eco de la añoranza
encontrar al ser que soy?

Pensador, oh, pensador...
¿Porque te agotas pensando
sólo en las piedras del camino?
Todo lo que piensas obliga
a tu yo experimentador
a experimentar, experimentar, experimentar.
¡Dedica tu energía
a pensar sólo en alegrías!
Apuesta por el mañana
y así el experimentador
experimentará, experimentará,
experimentará
todo lo bueno que pienses.
Un globo se lleva consigo
ideas que olvidaré
y me trae una nueva esperanza.
Optimista y confiado,
despierta mi niño.
Transformador transformado,
soy próspero, creo fortunas
materiales y espirituales.

Atento a lo cotidiano,
soy libre, alzo vuelo,
en busca de nuevas fuentes.
¡Voy pidiendo al Universo
todo lo que ambiciono y merezco!
Actuando para conquistar
oiré, estoy seguro,
en el eco de mis peticiones
las respuestas positivas
que alimentan mi verso,
mi canto,
mi camino...

Es Vanguardia quien me habla
suave pero con energía:
Tiénes luz, talento, armonia
y suficiente conocimiento
para realizar en la vida
con calidad y exelencia
todo el bien que ya conoces
Despójate de los miedos,
los bloqueos y las limitaciones,
y la flor más bonita se abrirá
como una estrella fulgurante.

Movimiento, quietud
rigidez, ternura,
niño, viejo y adulto
todo está dentro de mi

Quiero dar y recibir
poderes, ideas, sueños y amor
en un profundo encuentro
con beneficios para todos
sin agobio ni sacrificio,
en un juego que solo se gana
Me entrego a la vida
en una sola dimensión
consciente, en la soledad,
de que soy una parte y lo soy todo,
vago por la oscuridad
iluminando el camino
y aguzando mis sentidos,
descubro donde pisar
para mantener el equilibrio.

Quiero ser partícipe
del mejor lado de la vida,
donde mora mi verdad
y donde está también la suya,
diferente de la mia.
Al perdonar me libero
para que el mundo prospere.
Deseo y sueño.
Fijo mis metas
y sé adonde quiero llegar
en este camino sin fin
que no es poco, porque lo es todo
y mucho más.

Soy la tierra ardiente, segura,
generosa y sabia,
golosay fértil, maternal.
Disfruto, produzco, crezco,
me despojo de armaduras,
de las vanidades me alejo,
creo, sufro, rio y amo,
protegiendo y confiando.

Soy fuego, el sol creador,
decidido y enérgico
seguro de mi fuerza,
capaz de mover montañas,
de destruir obstáculos,
para la lucha dispuesto,
llevando la paz por donde paso,
aprendiendo e iluminando.

Fortalezco y estimulo
al máximo mi voluntad
Me relajo y descanso
para afilar mi hacha
Me preparo para la vida
con el sublime desafío
de cada breve momento.

Mi mago me muestra un tesoro
que está y siempre ha estado dentro,
muy dentro de mi.
Me bastaba abrir las puertas
del amor y la conciencia
para que el brillo dorado
fuerte, firme y generoso
llenase la nave de energía
para poder atravesar estrellas
y ser yo estrella tambien
Reconozco lo viejo y lo bueno
y dirijo mi futuro,
pués el tiempo no tiene límites
cuando doy y creo.
                                                     by babilonia.es

jueves, 6 de octubre de 2011

Una herencia inagotable



Poco puedo decir de E. aunque lleva viniendo por la oficina algunas semanas. Es callado, observador y prudente, y no lo digo sólo por las apariencias, me lo demostró cuando vino a c0nsultarme algo confiando en que le aconsejaría bien. Le habían ofrecido la posibilidad de colaborar en un proyecto, pero exigía cierta garantía antes de dar un paso. Él quedó muy satisfecho con mi respuesta, y me honra con su confianza y aprecio.

Me honra con su confianza porque es un ejemplo de dignidad, otro más, nadie diría que está en un albergue para transeúntes, ni por su porte externo, aseado y bien vestido, de buena presencia, ni por su trato con las personas de su entorno, siempre respetuoso, cortés y discreto.

Es argentino, otro hispanoamericano más que conozco y me confirma la buena opinión que tengo de ellos. ¿Qué tienen los hispanoamericanos que han heredado mejor que los propios españoles aquella gallardía, aquella fe en Dios y en los hombres que mostraron nuestros antepasados conquistadores de medio mundo? ¡Con qué dignidad van por el mundo, sin complejos, seguros de sus creencias y su forma de ser!. Y me atrevo aún a decir más, que admiro y ensalzo su agradecimiento a la madre patria, aunque haya muchos hoy, a un lado y a otro del Atlántico, que prefieran destacar lo negativo de la conquista y resucitar primitivas creencias.

No hace falta forzar la conversación cuando hay buena relación, hoy por fin llegó el momento y me contó que lleva ya diez años en España, tiene antepasados acá, como diría él, y cuando allí la vida se volvió turbia cogió el petate y se vino a conocer sus raíces.

No le ha resultado fácil encontrar parientes vivos, y menos aún jóvenes, de modo que no puede esperar apoyo por ese lado y empieza a trabajar. Se compró un vehículo para el transporte de caballos de carreras y no le fue mal como autónomo unos años, transportando caballos de Madrid a San Sebastián y otras ciudades con hipódromo; pero en poco tiempo los vehículos de transporte evolucionaron, más grandes, más costosos, desplazando a muchos honrados trabajadores como E., y ahí sigue confiando en otro golpe de suerte.

Él es una persona preparada, trabajó en Argentina muchos años en una empresa de computadoras, de aquellas que ocupaban una habitación entera, insiste en que era una habitación entera, para que yo me haga una idea exacta de lo que está diciendo. Luego vinieron los problemas familiares, y es cuando emigra a la madre patria. E. vivió en Argentina una época terrible, la de los militares, los desaparecidos; gracias a Dios que en su familia no han sufrido ninguna desgraciada consecuencia de las dictaduras, pero sí conoció casos cercanos y no tenía muchas ganas de hablar del tema. Sí me habló con entusiasmo de una organización que se creó, la primera, para la búsqueda de desaparecidos, que contó con el apoyo del juez Garzón y lograron algunos resultados.

E. tiene mucho que aportar, como tantos hispanoamericanos que actualmente residen en España, si logran permanecer largo tiempo y afincarse definitivamente en España, a España le irá muy bien, engrandecerían la cultura española, porque hablan muy bien español, un español del español del siglo de Oro mezclado con un acento afectuoso y un vocabulario propio; tienen ganas de aprender y trabajar, y si se les brinda una oportunidad sabrán responder. Una prueba de ello son los hispanoamericanos que forman parte de nuestras fuerzas armadas, incluso alguno ha tenido ya la triste ocasión de dar su vida por nuestra patria, su nueva patria a la que juró defender, y por eso los consideramos como nuestros héroes.

Una explosión de vida.



Nada más ver a O. percibí en él una vitalidad y un ingenio fuera de lo corriente, en a penas dos breves charlas ha dicho tantas cosas que requieren reposo para asimilarlas.

Al poco de hacer las presentaciones y saber de donde venía, ya estábamos arreglando no sólo el problema que tenían planteado en el albergue por unas colillas encontradas de manera sospechosa, sino que estábamos arreglando el problema de las personas sin techo, y me revelaba que tenía toda la documentación para fundar una ong. : AS.PRO.N.EX “Asociación Pro Necesitados y Excluidos”, aprobada por la Junta desde 2006.

Increíble. Pero antes veremos someramente quién es O. , es francés, pero es italiano también, habla incluso de las dos maneras: francés con acento italiano, vamos, una mezcla simpática; además no para de hablar, habla al ritmo de su pensamiento, puede expresar tres o más cosas a la vez, y además con gracia y alegría.

En cuanto a sus méritos, su currículum es amplio y variado: es conductor de todos los tipos de vehículos que existen, ha realizado estudios de comercio internacional, ha sido controlador aéreo en Málaga, , ha trabajado en hostelería en diversos puestos, animador de fiestas, etc., etc.

Un ejemplo más del despilfarro de esta sociedad, que no sólo despilfarra presupuestos y miles de cosas materiales, sino personas preparadas, capaces de desempeñar cualquier oficio; qué poco ha llegado a valer la vida humana en una sociedad sin ley, sin Dios, sin miedo ni vergüenza de sí misma, por no ser capaz de hacer realidad la igualdad de derechos para todos, de crear las condiciones para que nadie quede excluido de los beneficios que se ha alcanzado entre todos.

En Granada precisamente es donde estuvo a punto de crear esa ong. altruista, que nace del conocimiento en su propia carne de los problemas que sufren las personas sin techo, quiere proporcionar una solución adecuada a los problemas que se le plantean a estas personas llevada a cabo por personas sin techo. Tan bien expuso los objetivos y fines de dicha ong. a la Junta de Andalucía, que a penas tarda dos meses en aprobarla. Desde el 2006, O. tiene en su poder los papeles que le autorizan a poner en marcha la ong.

¿Qué ha fallado entonces? ¿la sociedad?, no tiene mucho sentido tal acusación, lo más probable es que entre las personas que rodean a O. no ha habido el mismo entusiasmo, la misma fe. Bien, esta sería la primera razón que se nos ocurriría a cualquiera, sobre todo si hemos sido tocados por el verbo fácil y seductor de O. Pero, como es la primera razón no hay que desecharla, porque el primer impulso es el bueno; luego, una segunda lectura, como me ha pasado a mi, advierte algunos fallos, para realizar una obra como la que él pretende se necesita algo más que buena voluntad: un local, baratito a ser posible, o donado, dinero para acondicionar el lugar, etc.

Valor, O., yo te animo a que lo hagas, y me atrevo a ponerte un ejemplo. El hermano Juan Carlos en Jerez, ha fundado una orden nueva: “Los Hermanos de la Misericordia”, y el proyecto, también para ayudar a personas sin hogar, fue aprobado por el obispo de Jerez y le entregó un local magnífico.

Yo no sé a quién tendrías que recurrir tú, O., sinceramente, yo sólo te puedo decir que el hermano Juan Carlos tiene como avales a Dios y al obispo de Jerez, y no le faltan los donativos para sostener su obra. Ya ves, quizá hace falta ofrecer unas garantías muy fiables para pedir algo tan importante como es la reinserción en la vida social de personas que han sido marginadas, unas veces por culpa de otros, otras veces por culpa de las mismas personas que no han sabido o no han podido gobernar sus vidas.

De cualquier modo, O., no me desagrada la idea, para crear una ong. de personas sin recursos por personas sin techo, se podría empezar porque fueran capaces de crear una comunidad en cualquier parte, apoyarse mutuamente unos en otros, imponerse una mínima disciplina para garantizar la convivencia en la misma comunidad y con el entorno; capaz de generar unas relaciones que poco a poco pudieran llevar a la integración espontánea, fruto de una solidaridad recíproca entre la comunidad y los vecinos.

O., has propuesto una utopía, si te sientes capaz, empieza a crear un grupo de fieles, un lugar, y haceros todo el bien que podáis entre vosotros y a los demás, aunque a veces no recibáis más que desplantes. Gracias a Dios no faltan personas capaces de hacer realidad todo lo mejor que somos capaces de pensar y decir, por ellos la humanidad aún conserva la esperanza de un mundo mejor para todos.

DAR Y RECIBIR

A veces, la vida te pone dificil ayudar a un ser querido. No obstante, si existe una dificultad que vale la pena afrontar, es la de ayudar a otro. Esto no es un deber "moral" ni nada parecido, es una elección de vida que cada uno puede hacer en su momento y en la dirección que desee. Mi experiencia personal de vivencias y de observación me hace creer que el ser humano libre y que se conoce a si mismo es generoso, solidario, amable y capaz de disfrutar por igual del dar y recibir. Por lo tanto, cada vez que te encuentres con aquellos que se miran el ombligo, no los odies, ya bastante problemas deben tener consigo mismos. Cada vez que te descubras en actitudes ruines o pequeñas, aprovecha para preguntarte que te esta pasando porque en algun lugar erraste el rumbo.////////////////////Un neurótico no necesita un terapeuta que lo cure ni un padre que le cuide. Todo lo que necesita es un maestro que le muestre en que punto del camino se perdió.      by babilonia.es

"ACEPTA LO QUE VENGA A TI ENTRETEJIDO EN EL DISEÑO DE TU DESTINO, PORQUE ¿QUE PODRIA SER MAS ADECUADO A TUS NECESIDADES?

Esto lo escribió hace dos mil años Marco Aurelio, uno de los escasísimos seres humanos que han poseído al mismo tiempo sabiduría y poder mundano.             by babilonia.es

ALTURAS DE VUELO

...///-Pero entonces existen mejores y peores personas. Existen el egoismo y la solidaridad, el bien y el mal. Es probable, pero prefiero pensar que vamos por el mundo caminando y caminando. Que hay unas pocas personas que vuelan como los maestros; que hay algunas, menos aún, que vuelan muy alto, como los sabios; y que hay tambien que pena, quienes se arrastran, son los que ni siquiera tienen altura para levantar su cabeza del suelo: son los que tu y yo llamamos malas personas.///

EL BIEN SUPERIOR MAS ALLA DEL BIEN Y DEL MAL

¿ Sabes con seguridad qué es positivo y qué es negativo? ¿Tienes una visión del cuadro total? Hay muchas persona para las que la limitación, el fracaso, la perdida, la enfermedad o el dolor, en sus multiples formas, han sido el mejor profesor. Las circunstancias adversas les enseñaron a soltar las falsas autoimagenes y los objetivos y deseos superficiales dictados por el ego. Les dieron profundidad, humildad, compasión, les hicieron mas reales. Cualquier circunstancia negativa contiene una profunda lección oculta, aunque no puedas  verla en el momento. Incluso una breve enfermedad o un accidente pueden mostrarte lo que es real y lo que es irreal en tu vida; en definitiva lo que es importante y lo que no. Vistas desde una perspectiva superior, las circunstancias siempre son positivas. O, siendo más preciso, no son ni negativas ni positivas, son como son, y cuando aceptas completamente lo que es -que es la unica manera sana de vivir-,ya no queda "bien" ni "mal" en tu vida, solo queda un bien superior que incluye al mal. No se trata de pretender nada. Estás permitiendo que las cosas sean como son. Esta actitud de "dejar ser" te lleva más allá de la mente. (let it be).                                                             by babilonia.es

miércoles, 5 de octubre de 2011

Todos somos responsables de nuestros actos.



E. es un joven enorme, un Hércules, procede de la muy rica y europea Cataluña . En menos de un cuarto de hora este joven maltratado por una sucesión de conductas nefastas, ha sido capaz de resumir su vida y dejarnos estupefactos; más aún cuando el tono con el que habla no expresa ningún rencor, quizá es el amor que siente hacia su madre el que le ha librado de desgracias mayores y también de dejarse llevar sólo por el odio y la venganza.

Es un ejemplo palpable de la perplejidad que produce la vida y la sociedad de hoy en un joven que ha sufrido las leyes educativas en un colegio(-guardería), leyes diseñadas para promover la ignorancia y el desprecio a la autoridad, ganada por el mérito y el esfuerzo.

A este mal ejemplo dado por quien menos se podía esperar, los maestros ( bueno, ahora se les llama profesores, y muy especializados, tanto, que los árboles no les dejan ver el bosque) se suma la desintegración de la familia.

Nunca como hoy la juventud esta necesitada de ejemplos dignos de confianza, de ejemplos que abran caminos, que ayuden a crecer y madurar a los jóvenes. Si cada ciudadano cumpliera su función con responsabilidad, toda la sociedad recibiría los beneficios, y habría beneficios abundantes, sería una sociedad rica en trabajo, en producción y en valores, segura y sin complejos, más feliz.

E. nos cuenta que él no tiene padre, vivía con su madre y cinco hermanos. Una hermana murió a los veinte años de un cáncer de huesos, el hermano murió víctima de la droga, una hermana en cambio se ha casado muy bien y ha heredado una fortuna.

E. ha vivido con su madre, y por el tono con que habla de ella existe entre ambos un gran cariño, él ha vivido para cuidarla, ha llegado a robar para comer, nos dice, y ha sufrido la cárcel como consecuencia. Ahora él acaba de salir de un centro de Reto, satisfecho de haberse recuperado de la droga, (y un poco confuso en cuanto a la idea de Dios que tienen los católicos y los protestantes; precisamente porque quería aclarar este concepto empezó nuestra conversación), pero su gran preocupación sigue siendo que su madre vive en la calle.

No se nos ha olvidado que una hermana, hija de otro padre, se casó y heredó una fortuna millonaria, y su madre sigue pasando necesidad. ¿Cabe mejor ejemplo de una sociedad de contrastes, desestructurada, terriblemente injusta?, porque la injusticia ya no se practica sólo en los tribunales corrompidos, sino que ha calado en la base de la sociedad, se practica entre hermanos, entre vecinos, entre los obreros; sí, entre los obreros, unos, más veteranos y quizá sindicados, están prejubilados y cobran pensiones como sueldos; otros, más jóvenes en su mayoría, llevan años en paro o recibiendo míseras ayudas que les obligan a vivir con sus padres, si tienen esa suerte; si no, Dios sabe donde irán a parar.

Como podemos ver, E. nos ha hecho un gran servicio, nos ha presentado en un cuarto de hora, a la velocidad que corre la sociedad actual, una panorámica de su vida y de gran parte de la sociedad que hemos creado entre todos, todos somos responsables desde que empezamos a poner por delante “mis derechos”, olvidando que para recibir hay que dar antes. Cuando todos den lo mejor de sí entonces se podrá recibir y no faltará un remedio para una enfermedad o una pensión digna para cualquier anciano, haya cotizado o no.

Gracias E. por tu sinceridad, por tu nobleza de carácter, por mantener viva tu curiosidad por saber lo que no te enseñaron en la escuela, hoy colegio, por respetar a quienes no piensan como tú, por hablar sin rencor a pesar de todo lo que he descrito aquí y todo lo que encierra de soledad, de tristeza y de coraje. Gracias por mantenerte vivo y querer mejorar en tu vida personal y a la sociedad que tan mal te ha tratado.

Hay que reconocer la labor tan extraordinaria que lleva a cabo Reto para sacar de una situación desesperada a cualquier persona, los métodos pueden gustarnos o no, pero son eficaces, y una vez recuperado, convertido ya en persona , cualquiera puede decidir qué hacer con su vida. En cualquier caso son muchos los que me hablan bien de reto, a pesar de alguna crítica, que ya empiezo a dudar si algunas son justas o no. Nobleza obliga y de bien nacidos es ser agradecidos.