domingo, 29 de abril de 2012

La primogenitura por un plato de lentejas



Esta mañana, mientras hacía las labores de la casa, me asaltó un pensamiento y me dejó tocado, y querría probar si escribiéndolo tendría el sentido que intuía. Pensaba yo en algunos de los post que he publicado, y me concentraba en la idea que se repite en muchos de ellos: el predominio de los derechos sobre los deberes y la crítica a diestra y siniestra sobre la autocrítica.

Una crítica llamativa es la que se hace a la Iglesia, que no ejerce ningún poder material sobre los ciudadanos, sólo orienta, aconseja y acoge a quien quiere; pero, muchos, seguramente orquestados por alguien muy interesado en acabar con ella, no sólo la critican sino que la desprecian, la despojan de su esencia espiritual y la convierten por su mala intención en un poder que priva a los hombres de ser felices y ejercer su libertad, impidiendo a los ciudadanos y sus gobiernos legislar a su conveniencia y a organizar la sociedad a gusto de cada cual.

Es aquí donde me asaltó el recuerdo de la historia de Esaú y Jacob, en concreto el pasaje en que Esaú, hambriento, vende su primogenitura a su hermano Jacob por un plato de lentejas. Del mismo modo muchos hoy venden su alma, su libertad y su dignidad, por satisfacer su ansia de felicidad y también su hambre de pan; prefieren fiarse del poder de los hombres y se conceden el derecho a legislar sin tener en cuenta ciertos principios y aspiraciones universales, que han hecho avanzar a la sociedad de la barbarie a la civilización a lo largo de la historia.

Esaú perdió su primogenitura, perdió su capacidad para dirigir al pueblo de Israel en beneficio de su hermano Jacob, quien sí supo renunciar a un plato de lentejas para merecer el honor de dirigir al pueblo de Israel según los mandamientos de Dios y mantenerlo así a salvo de los enemigos, aquellos pueblos que sacrificaban seres humanos, sus propios hijos inocentes,  a sus dioses en medio de fiestas y bacanales sin freno.
Alguno me diría que la historia es cíclica…yo no quiero sacar conclusiones.

No puede ser




No puede ser, si no, juzgad vosotros mismos: un señor pierde a dos hijos en un crimen colectivo espeluznante, más tarde pierde a su mujer víctima del sida; años más tarde una tía es víctima de un crimen repugnante, como es el asesinato de un mendigo por parte de unos jóvenes sin Dios y sin ley, que disfrutan con ello.

Pero, lo más asombroso es que este señor, al que he tenido el gusto de saludar esta mañana, es una persona afable, creyente a tope, y para probarlo me muestra precipitadamente la medalla de la Virgen del Rocío, porque sale corriendo para el comedor. Es asombroso que ande recorriendo el mundo, sin el menor espíritu de venganza, viviendo con absoluta discreción su vida. Es asombroso que nos cuente su vida en un momento, con la sonrisa en la cara, agradeciendo la atención que le prestamos, sin pedir ni exigir nada.

A mi me parece un hombre con un alma limpia, inocente, una víctima inocente, un ejemplo de cómo encajar el sufrimiento sin dejarse arrastrar por la desesperanza, dispuesto a vivir sin exigir ni lamentarse, a no buscar la mera compasión. Gracias, amigo, por la lección que nos das hoy.

viernes, 27 de abril de 2012

Los abuelos



Ya se ha convertido en una solución universal, barata hasta el punto de que en Alemania ofrecen a los abuelos que trabajan dos años de permiso pagados para cuidar de sus nietos, supongo yo que preferirán que trabajen los padres que son más jóvenes y producen más, pero mira por donde, pienso yo, en muchos casos los nietos saldrán beneficiados por la calidad del cuidado de los abuelos, tanto en experiencia y en afecto como en el tiempo a ellos dedicado.

En cualquier caso, la realidad supera siempre las situaciones imaginables, como en el caso que escuchaba, atónito, el otro día. Este es un abuelo que cuida de cuatro nietos de distintas edades , alguno mayor de edad. Precisamente nos hemos enterado de este caso porque este nieto mayor de edad no se comporta con normalidad y entonces el abuelo ha tenido que echarlo de casa, no porque quiera sino porque no puede con él, porque tiene alguna dificultad en las piernas, y la abuela no le es de gran ayuda, o mejor dicho pasa de los problemas dándole al cigarro y sentándose a que pase el tiempo.

¿Cuál es la situación en concreto? El abuelo del chico es abuelo porque se casó con su abuela, y lo acogió hace no mucho tiempo. El chico fue rechazado desde niño por su madre y lo echó a vivir con una tía, pero los problemas que tuviera con la tía lo devolvieron a la madre; la madre, al dejar de cobrar la ayuda que recibía por el hijo, lo echa de nuevo a la calle, pero antes de llegar a eso los abuelos lo recogerán. Pero este chico no tiene control de su vida y ya es mayor de edad, quizá tenga algún problema psíquico, pero los abuelos no tienen capacidad para resolver el problema.

También es verdad que hay mucha gente buena, como lo son estos abuelos, y unas amistades que se han preocupado del chico y le están ayudando. Pero, la otra realidad, la mala, es tan mala que uno no puede llegar a acostumbrarse ni mucho menos a admitirla, ¿cómo es posible que existan tales padres que antepongan “sus derechos” a los de sus propios hijos? personas conocidas de todos, que siguen viviendo la vida a su manera. No puedo admitir que exista una sociedad donde hay padres que abandonan así a sus hijos y no les pasa nada. Son situaciones tremendas, una, la del padre que abandona a la madre embarazada, y se va por ahí; otra, la de la madre que por disfrutar su vida se deshace literalmente de sus hijos (no es el primer testimonio que escucho tal cual).

No puede ser que ahora todos nos hagamos los despistados, no puede ser que culpemos de todos los males a los gobiernos, a la mala suerte, a los otros, y por qué no a la Iglesia, que es la única que sigue llamando a las cosas por su nombre, y sirve a la verdad, porque es el único camino para encauzarnos por el camino de la salvación. El evangelio, que es palabra revelada, y como tal nos dice el Papa nos ilumina, y su luz alumbra siempre, nos dice de manera muy sencilla lo que le sucede al que sigue la senda ancha y cómoda y en cambio lo que recibe al final el que sigue la senda estrecha y no se achanta ante las dificultades.

Quizá por eso los abuelos se han convertido en auténticos maestros de vida, porque para haber llegado a esa edad han tenido que superar numerosas dificultades, y con ello han dulcificado el carácter, son capaces de dar todo porque, a su edad, necesitan muy poco, su capacidad de renuncia permite que los hijos, los nietos, y a veces alguno más, sobrevivan a la calamidad que vivimos, una calamidad fruto de una vida colectiva que se viene gestando desde hace algunas décadas, y hemos preferido no escuchar las voces que nos advertían de los peligros.

jueves, 26 de abril de 2012

Balbuceos de sabiduría




Como si estuviera practicando
los primeros balbuceos
en la Sabiduría,
leo los textos sagrados.
Empiezo a comprender que yo
también tengo un sitio asignado,
no es inútil nada,
ni nadie;
todo tiene su encaje ,
en algún lugar,
en un tiempo.
La Sabiduría nos contempla desde siempre,
sabe quien soy,
y lo que hago;
me conduce suavemente
si me dejo guiar;
en mi mano tengo ser útil, 
ser discípulo de tan excelso Maestro.

lunes, 23 de abril de 2012

Regreso al hogar




Al ver a S. me quedé sorprendido por lo delgado que estaba, ya hacía unos días que no lo veía, o mejor dicho, últimamente se le ve muy poco por aquí, sólo de vez en cuando y cada vez más delgado, yo sabía que quería regresar a su país, pero no asociaba una cosa con la otra.

Hoy al verlo tan delgado le pregunté si comía, y me aseguró que sí, pero ante mi insistencia ya no tuvo más remedio que decirme que tenía que ahorrar para irse a su país, pero que comía lo suficiente. El pide en Cádiz, allí tiene su zona desde hace tiempo, yo creo que la gente lo asocia fácilmente a la plaza, es más, por su carácter afable y su aspecto de cierto candor consigue ayuda suficiente. Digo esto porque luego supe que un señor, anónimo, como debe ser, le va a dar una parte importante del importe del billete.

Supongo que lo echaremos de menos, o mejor echaremos de menos su presencia, su sonrisa inocente, sus saludos y su “gracias, gracias”, pero lo mejor para nuestro amigo S. es que pueda regresar pronto a su hogar, a su tierra y disfrute con los suyos tanto que le permita recuperarse de la soledad y de tanto tiempo de búsqueda infructuosa de mayor bienestar.

sábado, 21 de abril de 2012

“Cada uno en su casa y Dios en la de todos”




El tema de la iglesia y de la religión sale con mucha frecuencia en nuestras conversaciones y genera una animada discusión, fruto de la disparidad de criterios, no voy a ocultar que yo me siento aludido con facilidad cada vez que se ataca a la Iglesia, al Papa, incluso a los curas en general. Reconozco que a veces el tono se eleva sin necesidad, porque la verdad no se impone, y a gritos como que no le va mucho. Esto demuestra entonces que no estamos muy seguros de lo que decimos, o que no toleramos tanto como decimos.

Me parece justo entonces detenerme un día a sacar algunas conclusiones y la primer es, y no niego que me sorprende, que la mayoría de las opiniones, incluida la de algún voluntario, son muy negativas con la Iglesia, los curas y los obispos, acusándoles siempre de ostentación y riqueza. De poco vale decir que el mismo servicio donde estamos lo proporciona precisamente la Iglesia, y su finalidad es atender a las personas más necesitadas; o bien se mira para otro lado, o se le quita importancia.

Yo no sé si es fruto de esa tendencia a hablar de derechos, de exigir sin agradecer los logros alcanzados por nuestros antepasados próximos y más lejanos, que permiten precisamente que hoy vivamos como jamás se ha vivido. Yo creo que prima el deseo de disfrutar sobre el de superación, y por eso hemos degradado la educación, el esfuerzo por conocer y entender cómo se hacen las cosas; por eso tampoco asumimos lo que cuestan, los inconvenientes, o si hay miles de personas que no pueden disfrutar de las mismas cosas. Se reivindican derechos para todos y los deberes se exigen más a unos que a otros, pero siempre a los demás, antes que a uno mismo.

La falta absoluta de respeto, empezando por lo más Sagrado, Dios, incluso por parte de muchos que se consideran creyentes, es una pena, porque Dios es igual para todos, y el seguir fielmente sus mandatos nos obliga a respetar a todos, y nos exige, de buenas maneras, que mejoremos en todos los aspectos, de manera que busquemos el bien común antes que el nuestro. Pero, si sólo vemos a Dios como un consentidor y no como un referente exigente, nunca nos reprocharemos las faltas en serio y nos esforzaremos de verdad en no volver a cometerlas.

Esta idea es todo lo contrario de lo que expresaba en el párrafo anterior, la primacía del disfrute de las cosas sobre la satisfacción que produce la superación y la mejora como personas. Si tuviéramos ese respeto sagrado que debemos a Dios, yo lo definiría como una mezcla de confianza y temor, fácil de entender si nos fijamos en un niño pequeño frente a su padre, a punto de cometer una trastada, tendríamos garantizado el respeto a todos los hombres, y la sociedad sería más justa.

Esta idea es la respuesta a un enigma que me acompaña desde niño, una frase que escuché con diez u once años, hace muchos, de labios de una mujer viuda de mi pueblo, esta señora le decía a mi padre: “Cada uno en su casa y Dios en la de todos, señor Nicolás”; y la repitió varias veces”. Reconozco mi torpeza por haber tardado tanto tiempo en descifrar su contenido, pero al final a dado su fruto.

Uno de los tertulianos me preguntó un día si yo me confesaba y le dije que sí, me preguntó por qué y le dije que me hace sentir mejor, que me permite reconocer mi imperfección y apreciar la grandeza de Dios, es un buen ejercicio de humildad, exige fidelidad y constancia en el cumplimiento de las promesas; al mismo tiempo reporta una satisfacción personal segura y duradera, de modo que anima a levantarse después de cada fallo en los propósitos asumidos. Como muchos creyentes tibios, yo abandone la práctica de la confesión durante muchos años, porque lo del pecado era una cosa menor o de beatos, hasta de antiguos; gracias a que la Iglesia ha sabido mantenerse en su esencia y permite a cualquiera rectificar y volver a casa.

Recibid en herencia el reino preparado para vosotros

Un día me preguntó una persona necesitada por qué era yo voluntario, de momento me quedé pensativo porque no sabía qué contestarle, o no quería darle una respuesta  porque  no pareciera que presumía de ello; entonces él con mucha delicadeza me miró y me preguntó directamente "¿es por amor?" y yo no tuve más remedio que decirle "algo así", "sí", inmediatamente él me dijo "yo también amo mucho a Jesús".
Para mi es mucho más fácil recurrir a las palabras de otros más sabios y mejores, más constantes y experimentados que yo en el amor al prójimo, hoy os ofrezco estas palabras de San Cesáreo, que al principio nos resultan un tanto chocantes, como nos suele suceder cuando algún   hombre de Dios habla sin complejos, pero luego nos convence plenamente.


San Cesáreo de Árles (470-543)

Venid, benditos de mi Padre, recibid en herencia el reino preparado para vosotros.

Si estamos atentos, hermanos, el hecho de que Cristo tenga hambre en los pobres nos es provechoso. Mirad: un céntimo por un lado y el reino por el otro. ¿Es que hay alguna comparación? Das un céntimo a un pobre y de Cristo recibes el reino; das un pedazo de pan y de Cristo recibes la vida eterna; das un vestido y de Cristo recibes el perdón de tus pecados.
No despreciemos a los pobres, sino más bien deseémoslos para adelantarnos a ellos, porque la miseria de los pobres es la medicina para los ricos, tal como el mismo Señor lo dijo: Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo. Que cada uno se afane en no venir a la iglesia con las manos vacías: el que desee recibir debe , en efecto, ofrecer alguna cosa. Que el que pueda proporcione un vestido nuevo a un pobre; el que n o pueda, que por lo menos le ofrezca uno viejo. Y el que no se sienta capaz de ello, que le ofrezca un pedazo de pan, que acoja a un viajero, que le prepare un lecho, que le lave los pies, para merecer que Cristo le diga: Venid, benditos, tomad posesión del reino, porque tuve hambre y me disteis de comer; fui extranjero y me acogisteis


viernes, 20 de abril de 2012

voy entendiendo



Bien voy entendiendo
cuál ha de ser la respuesta
a tanta pregunta impertinente,
a tanta espontánea protesta:
Menos hablar,
más y mejor hacer,
cada cosa en su momento,
y Dios, a todas horas
en el pensamiento
para no equivocar los pasos.
Bien voy entendiendo
qué es la entrega a Dios,
que la merece toda por sí mismo.
Por eso me entrego, sin reservas,
al Señor Todopoderoso,
en quien todo tiene sentido,
lo bueno y lo malo,
sin quejas, sin lamentos.

jueves, 19 de abril de 2012

Evaluación




Hoy me paro a reflexionar un poco sobe la actividad diaria en esta oficina del servicio de atención a personas sin hogar, porque la verdad es que he pasado una temporada de mayor actividad, sin tiempo para una charla relajada.

Los hay que se enganchan a la tertulia, al café, a esos mínimos cuidados o atenciones que un voluntario u otro les dispensa. Fundamentalmente vienen para solicitar alguna ayuda de la trabajadora social, pero la espera se hace larga ya que una sola trabajadora para atender a todos los que acuden no es suficiente muchos días.

Vienen a la oficina cada día más personas, y algunos días no cabemos , y no nos entendemos porque hay a la vez tres o cuatro conversaciones. Sin embargo van, y van a gusto, a charlar, a ser escuchados, a tomar una café. Muchos ya son tan habituales que ellos mismos preparan su café o se lo sirven a otros, con una naturalidad digna de destacar.

Y digo esto porque en el albergue no tienen espacio para el ocio, no hacen vida en común, no tienen nada en qué ocupar tantas horas del día, día tras día; en la ciudad no es fácil encontrar sitios donde pasar algunas horas en buena compañía, con lo importante que es desahogar de vez en cuando el cerebro, sometido a tantas preocupaciones, dudas , o quizá perdido en un vacío interior lleno de sombras, a merced de cualquier impulso que lo haga reaccionar.

Pero no impera el pesimismo, como pudiera desprenderse de lo que acabo de decir, entre las personas sin hogar, por lo general tienen esperanza, y precisamente cuanto más dificultades tienen que soportar, hasta una minusvalía, es cuando su cerebro imagina las soluciones más maravillosas y más generosas que se pudieran llegar a pensar. Esto no quiere decir que no existan malos momentos ocultos bajo alguna máscara, bien una sonrisa o bien una rebeldía con causa o sin causa. Hace escasos días me confesaba un amigo mío que había tenido preparada una cuerda más de una vez y que le costaba mucho seguir confiando en que encontraría una solución a sus problemas, o que le ofrecieran algún trabajo que él pudiera hacer.

Frente a estos pensamientos están aquellos que buscan soluciones maravillosas, basadas en la generosidad más absoluta, de no tener nada pasan a ser millonarios, pero no para sí sino para remediar tanto mal como padecen muchas personas sin hogar (los cuentos no son literatura pasada de moda, siguen siendo pura realidad, porque sigue habiendo pobres y explotados y personas que se ocupan de aliviar sus males)¿Por qué no va a poderse realizar alguno de estos sueños cualquier día?  Yo creo que ya existen muchos proyectos en funcionamiento, sólo que la realidad los desborda y hace que cada día sean más escasos, y su funcionamiento exija compromisos que muchos no están dispuestos a cumplir.

Por eso habrá siempre personas en la calle, que nos ponen a prueba a los demás, por eso quizá tengamos que prepararnos para estar a la altura de las circunstancias y demostrar que somos capaces de atenderlos, tal y como se nos presentan y en las circunstancias que los rodean. Dijo Jesús: “Pobres los tendréis siempre”, ¿se nos olvida? ¿nos creemos mejores que el mismo Dios cuando culpamos de la pobreza a diestra y siniestra; o cuando apoyamos ideas que defienden la igualdad a cualquier precio? Tan urgente es el problema que dura ya la vida entera y tenemos por delante una dura tarea, quizá tengamos que revisar métodos y actitudes para ser más eficaces, pero sobre todo más humildes, yo creo que esta sería la mejor actitud, ser menos críticos con los demás y más humildes. Es un tema tan complicado, lo cierto es que la humanidad ha avanzado tremendamente, y tampoco nos satisface, cada vez hay más pobres, si bien hay que distinguir entre los pobres de los países desarrollados y los pobres del tercer mundo, del cuarto y del submundo.

Para muchas personas el misterio de la vida sigue estando oscuro, el querer resolverlo por medios meramente humanos me parece una tarea imposible; sólo cuando apareció el cristianismo tras el último gran imperio de la antigüedad y comenzó a aplicar los mandamientos y la Ley de Dios para resolver los problemas humanos, la dignidad de todos los hombres empezó a ser valorada y respetada, desaparece la esclavitud y la libertad es una aspiración que ayuda a organizar y mejorar la sociedad hasta llegar al presente. Hemos alcanzado niveles de desarrollo material que no controlamos ni disfrutamos por igual todos los humanos, y la insatisfacción es más profunda. Quizá por eso muchas personas hoy buscan de nuevo una clarificación al misterio de la vida en la Iglesia y las diversas religiones, ellas son fuentes de sabiduría desde tiempos antiguos, y han sobrevivido a los cambios y convulsiones motivados por la prisa de los hombres o su egoísmo.   

martes, 17 de abril de 2012

Los niños




Los niños, ¡qué bien!
se está con los niños,
son de verdad.
¿Quién da más?
Ellos lo dan todo,
tú lo controlas.
Alegría que desborda
cualquier contención.
Plenitud en retroceso,
(o encarcelada),
tras las máscaras de la edad.
Viejo y niño se encuentran,
ante la eternidad.
¡feliz tránsito!

lunes, 16 de abril de 2012

El Mensaje II



Por Roque

Recuerdo un día en especial, un día que me sentí tan orgullosa de mi madre y de mis hermanas, que pensé que nunca conseguiría ser como ellas. Llegamos a una bahía de frías y claras aguas de las costas del norte, habíamos nadado sin descanso desde hacía al menos cuatro meses desde un lugar remoto, que ahora no recuerdo, y lo cierto es que habíamos llegado allí algo cansadas y hambrientas. Mi madre empezó a comunicarse con un sonido intenso, largo y profundo con lo que nos parecía la nada. La bahía era inmensa y aunque sus aguas eran diáfanas, su profundidad y enormidad, no nos dejaba ver otro ser más allá de nosotros mismos.

Pero cuando algunas de mis hermanas y yo explorábamos los rocosos fondos de la bahía, aparecieron desde varias direcciones manadas de hermanas; nunca las había visto, pero sin embargo al rozar sus cuerpos y oír sus sonidos me eran tan familiares como las de mi propio grupo. En muy poco tiempo, todas nos lanzamos hacia el interior de la bahía, cada vez la profundidad era menor y los grupos se dividían una y otra vez, en varias direcciones y hacia el fondo.

Formábamos una inmensa manada, mamá con un solo sonido provocó unos extraordinarios movimientos entrecruzados hacia la superficie y como por arte de magia el agua se convirtió en alimento, teníamos ante nosotros una enorme y espesa masa de alimento formada por minúsculos animales de todo tipo, sólo teníamos que abrir nuestras bocas y volar hacia la superficie.

Cuando nos sentimos saciadas y recuperadas, las más veteranas se dedicaron a comunicarse y a compartir experiencias, las jóvenes, a modo de juego imitábamos el reciente y extraordinario acontecimiento.
.......
Ya anochecía y la agrupación local de ecologistas continuaba la representación del rescate, como burdos imitadores de algún documental americano; acordonaron la zona, se autoproclamaron dueños de la situación y sin parar de gritarse unos a otros y a todo quisque que se les pusiera por delante, adoptando una mezcla de falsa tristeza y bobalicón orgullo ecologista se dedicaron a atormentar al pobre animal en sus últimas horas de existencia.

A esas alturas yo ya había caído en la arena, sentado con la mirada fija en ella, mi pensamiento vagaba disperso hasta que una hipótesis iba creciendo dentro de mí, e igualmente crecían la rabia y las ganas de gritar al mundo lo que ya había comprendido. Pero no compartía la idea de mi amiga, que pensaba que su sacrificio, lleno de mensaje, no mereciese la pena.

La de Dios es Cristo de la naturaleza ¡ja! Estaba equivocada, estaban todas equivocadas. El ser humano era el peor parásito, la propia naturaleza se equivocó al crearlo, si por algo se distingue es por su sordera crónica, su desmemoriado cerebro, su orgullo su prepotencia, su maldad gratuita; por su derroche de recursos sin sentido, por su complejo de superioridad, incluso entre sus congéneres, por su desprecio a aprender, a conocer, a investigar más allá de sus narices, por su soberbia ante su Apocalipsis. Debería comprender la forma en que la naturaleza envía su agónico mensaje, debería hacer un acto de fe al estilo de las religiones.

Quizá deba confiar, quizá deba también tenderme en la arena y esperar el final, esperar que todos entiendan que nos están alertando sobre el futuro.
.......
Las aguas de mí preferido océano norte no me parecían tan mías, su sabor, su olor, su calor, su color; todo empezaba a ser distinto. Mamá murió sin decir nada. Sus ojos se esforzaban en no expresar nada, pero yo presentía una sombra detrás de ellos, sentía que algo me ocultaban, algo que al menos en esos momentos no quería que yo supiese, para no aumentar el dolor de su pérdida.

Empecé a sentirme tan sola, tan desconsolada, tan vacía, que nada me satisfacía, incluso dejé de alimentarme. La falta de un ser querido, todos en nuestra manada lo eran, siempre había sido triste, pero una tristeza a la vez llena de orgullo, su recuerdo nos reconfortaba, nos acompañaba y nos reforzaba como individuos y como grupo. Pero cuando mi madre se fue, mis sentimientos eran muy distintos a otras veces, como si su pérdida hubiese roto una presa de pensamientos y reflexiones en mi cerebro: cómo estaba cambiando nuestro mundo, nuestro entorno, otros grupos de animales y plantas que forman un todo con nosotros, nuestro océano, nuestro querido liquido elemento, nuestra segunda sangre. Lo cierto es que comencé a experimentar un desasosiego y una catarata de malas sensaciones: ansiedad, soledad, empequeñecimiento, miedo, angustia, un olor lóbrego y sombrío.

Una mañana sentí un impulso irrefrenable de seguir el camino que me ha conducido hasta aquí, en la travesía, mi mamá y mis antepasados, me hablaron de sacrificio, de mensaje, de advertencia, de última oportunidad, de liderar el cambio; recuerdo vagamente haberme opuesto débilmente, aún aquí en mi agonía, no estaba del todo convencida, pero un ser se ha acercado a mí, lentamente, sin gritar, con lágrimas en los ojos, se ha sentado durante horas frente a mi ojo derecho, mirándolo muy fijamente y creo que el mensaje ha llegado hasta él. Ya puedo descansar y sentirme satisfecha.

domingo, 15 de abril de 2012

EL MENSAJE I


Por Roque

Excitado y confundido por aquél espectáculo, lo miraba apretando los labios, los
ojos, las mandíbulas, tenía casi rígida mi cara y mi cuerpo.

Me acerqué despacio, con las manos metidas en los bolsillos y golpeando de vez en cuando alguna piedra con mis pies desnudos, la arena abrasaba, pero no sentía nada, mi cerebro se había desconectado. Rechazada toda emoción, todo dolor, todo olor, toda visión, nada existía más allá de donde estaban focalizados mis cinco sentidos.

La gente corría por la playa, algunos lloraban mientras gritaban pidiendo ayuda, sin saber muy bien de que tipo, ni a quién; representaban una función teatral playera, como tripulantes del Rainbow Warrior, todos sabían que nada iba a ser suficiente para evitar la tragedia, pero tenían que participar en aquella mala representación y aplacar sus conciencias. Yo era consciente de lo que ocurría, pero no quería parecer un curioso más, un morboso más, un falso afligido más.

Cuando pude llegar hasta ella, cuando pude abrirme paso por todo aquel ridículo tumulto, sorteando los cubos y palas de playa de los niños, cuando estuve justo al lado de ella y la miré a su ojo derecho, con sus largas pestañas, con su color azul profundo y oscuro como el color de su hogar, aprecié tanta tristeza y a la vez tanta calma, que en ese momento una punzante angustia me hizo llorar también a mi.
.......
No terminaba de entenderlo, y por tanto de admitirlo. Otras compañeras ya habían empezado a hacerlo. Una orden de arriba. Una orden de arriba, desde dentro de nosotras mismas. Nunca llegué a sospechar que seríamos las elegidas, pero pensándolo bien, a quién si no se le podía encomendar la misión.

Cuando vine a éste mundo todo era absolutamente maravilloso, me sentía tan arropada por mi madre, por mi grupo, por el azul y profundo elemento que desde que salí de mi madre ha sido mi mejor amigo, mi sustento, mi fuerza, mi orgullo, mi hogar, parte de mi mente, de mi respiración, del amor y la unión con mis hermanas, inmenso y a la vez tan cercano, el gran reino y a veces mi pequeño y secreto paraíso.

Me cuesta recordar, me cuesta respirar, ya empiezo a no sentirme bien. Recuerdo esos primeros años como una luz muy intensa, sólo sentía felicidad, nadaba y nadaba y de vez en cuando, el roce de la piel de mi madre o de cualquier miembro del grupo, me hacía sentir reconfortada, segura, fuerte, valiente, ninguna travesía me resultaba cansada ni aburrida, cada día, cada noche, un descubrimiento, una novedad, un placentero juego. Con el tiempo, aprendí que mi fuerza, mi seguridad y mi orgullo, debía ser moderado; de la manera más fácil, mis hermanos me enseñaron a respetarlo todo y a todos, desde el compañero más enorme de la manada, hasta la más ínfima vida de nuestro azul e inmenso mundo.
.......
Limpiaba mis lágrimas con el dorso de la mano cuando uno de los imbéciles que por allí corrían sin rumbo, se acercó a mí y quiso consolarme con un estúpido sentimentalismo , me echo un brazo sobre mis hombros y me dijo:
- Es una pena, ¿verdad compañero? ¡Qué estamos haciendo con el mundo, Dios mío!
Sí, gilipollas, que coño estás haciendo.

No sé bien que me impedía dar un solo paso, no sé por qué seguía hipnotizado por aquel ojo. De repente, empecé a comprender, empecé a pensar una extraña, una disparatada teoría. Me dejaba llevar por una mezcla de inspiración o alucinación, para no tener que admitir aquello que había visto, sentí un absoluto aborrecimiento por el ser humano y un infinito respeto por la naturaleza y a los animales. No podía asimilar que un milagro de la naturaleza como era ella estuviese en aquella situación, simplemente se habría despistado, y no podía soportar que aquella chusma que no tenía más inquietudes que la de llenar su monovolumen de compras los sábados fuese la única esperanza en sus últimos momentos de vida. Me negaba a aceptar la inutilidad de tan extraordinario sacrificio. Me irritaba que aquellos advenedizos tuviesen el privilegio de compartir su agonía y su muerte.

sábado, 14 de abril de 2012

¡Dios es amor, Dios es Padre!



Chiara Lubich

He aquí el descubrimiento: ¡Dios es amor, Dios es Padre!
Nuestro corazón se abre y se eleva.
Se une a Aquél que lo ama, que piensa en todo,
que cuenta hasta los cabellos de nuestra cabeza.
Las circunstancias alegres o dolorosas
adquieren un significado totalmente nuevo:
todo es previsto y es querido por el amor de Dios.
Ahora nada podrá darnos miedo.
Se abren camino una esperanza, una fuerza,
una seguridad jamás experimentadas,
sintiendo el amor de Aquél que, sigue con su providencia,
tanto la gran historia como la pequeña historia de cada uno.
Es un don de Dios que nos hace exclamar:
"Nosotras hemos creído en el amor".



Confianza



Poco importa
que te consideres frustrado,
si Dios te considera
plenamente realizado,
a su gusto.

Despreocúpate,
confiando ciegamente
en ese Dios
que te quiere para sí,
y que llegará hasta ti,
aunque jamás lo veas.

Piensa
que estás en sus manos,
tanto más fuertemente agarrado,
cuanto más decaído y triste te encuentras.
¡Vive feliz!
¡Te lo suplico!

viernes, 13 de abril de 2012

El contraproducente uso masivo de las citas



Por Roque
Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimientoEleanor Roosevelt
Ésta vez, ante de empezar, he colocado en el encabezamiento una cita.
Mi amigo Octóvilo me regañaría, pues es enemigo de las mismas, o mejor dicho, del abuso o del uso masivo de las mismas; pero, precisamente de ellas quiero escribir hoy, de las citas, de los dichos, de proverbios, de fábulas y/o refranes.

Todos éstos “entes” que circulan por la memoria colectiva, unos anónimos, otros errónea o intencionadamente atribuidos y los más moralizantes o paternalistas y siempre lapidarios y ejemplificantes, nos sorprenden, y si nos descuidamos , pensaremos que somos unos tontos ignorantes ante tanta y tan compacta sabiduría.
Que estupidísima prepotencia, que pedantería, que soberana estupidez.

Quién no se ha cruzado con el típico imbécil y engreído, que nos ha querido dar una lección de su excelsa sapiencia, citando tal o cual frase de ésta pseudocultura. Y lo cierto es que todos éstos pedantes no saben (definición de pedante = imbécil que se ha leído un libro, incluso y a lo mejor simplemente de cocina), no saben, como decía, que  éstos dichos, citas, fábulas y/o refranes, tienen las mismas propiedades de la multiplicación: la conmutativa.- no importa el caso al que se aplique, el producto es el mismo; la asociativa.- no importa como se agrupen los destinatarios de ellos, el resultado es el mismo; la distributiva.- la suma de dos por un tercero es igual a la suma de cada uno por ese mismo tercero e incluso la propiedad de elemento neutro(.-); cita o refrán,o dicho popular, o fábula aplicado a “uno”, siempre da el mismo resultado.


¿Sabéis? Tuve el mal gusto de imprimir e incluso enmarcar,  digo más, colgar en la pared de la oficina de Cáritas, un correo de citas que me enviaron, pues sí, penoso “ompare”.

Quiero disculparme y no me justifico, pero el autor de la última cita fue el que me provocó éste momento de enajenación. Como una fan adolescente, las palabras de éste autor me pierden.

Bueno, un vez confesado y fuera de la parálisis neuronal temporal, os digo que soy de la opinión de que las palabras son importantísimas, pero sólo las verdaderamente poderosas, las más importantes, sólo las que son para cada uno de nosotros, limpias de toda generalidad o de todo matiz, doblez u oscuridad.

Generalizar es casi siempre falso e injusto, y predicar sin dar ejemplo, es aún peor, pero no por ello lo más usual.
Y termino, de veras que termino, la muy respetable señora Roosevelt, no sólo fue esposa de…, fue por sí misma una importante escritora y sobre todo una importante activista del feminismo y la izquierda estadounidense, pero su frase nos es más que una obviedad y muy segura e interesadamente cargada de su visión, de su verdad.


En definitiva, no todo vale. Parafraseando al atormentado Hamlet, el más famoso hijo de Shakespeare: “nada es verdad, todo es mentira; todo depende del cristal por el que se mira”. Por mi parte, las palabras más limpias que he conocido, no las he escuchado, después de años de atronadores y sesudos discursos, no las he leído después de años de farragosas y densas lecturas, las  he encontrado en mi interior, cuando he regresado a la casa de mi padre, he vuelto a la fe en Jesús, el Señor.

martes, 10 de abril de 2012

Sólo los niños son inocentes y puros.




Tuvimos que ayudarle a salvar la escasa rampa de entrada a la oficina, no sólo no le funcionan las piernas, tampoco su silla de ruedas, algo destartalada, y menos cuesta arriba.

¿Es una imagen de su vida? no lo sé, pero si no le obedecen las piernas ni le funcionan las ruedas de la silla, que además es su casa en la actualidad porque duerme en un cajero, sentado, porque no soportaría  el dolor acostado en el suelo, si no le funciona casi nada ¡cómo es que Fermín rueda por la vida y por las calles! Este misterio lo resolví en la breve charla que pude mantener con él a solas, en la acera, interrumpida por el ruido y el olor del camión de los desatascos…

Naturalmente que si ves entrar en la oficina a alguien en silla de ruedas  procuras poner mayor empeño en atender a esa persona, y si es una oficina para personas sin hogar y sin techo,  entonces qué vas a pensar sino que estás ante un caso más difícil y pones en alerta tu sensibilidad y tus cinco sentidos. Al ver la escena me conmovió, y al escuchar su voz cálida, melodiosa, amistosa, y ante sus modales suaves, me dejé llevar, me limité  escuchar lo que quisiera decir, porque Fermín no callaba, y no cabía duda que quería decir algo importante.

Supongo, como dije antes, que ha tenido una vida concreta, una vida que le ha podido llevar a la situación que hoy padece, pero no me interesa esa vida, esas causas, más o menos voluntarias que lo han conducido hasta aquí, lo que me importa es lo que él quiera decir, y ¡vaya si dijo! Lo primero que dijo, y lo repetía tras cada frase, es que mejor se quedaba en su silla quietecito, sin dar guerra ni sufrir más; pero, ya más confiado porque yo lo escuchaba, me llegó a decir que no pensara por eso que él iba a pedir o desear que alguien le ayudara a desaparecer, y me explicó  por qué, porque en ese caso quien se llevaría su alma sería el mismo diablo, y él por ahí no pasaba, porque era muy amigo de Jesús.

Me dijo otras cosas, y tengo que reconocer antes de seguir,  que logró emocionarme hasta humedecerme los ojos, y tuve que hacerme el fuerte porque él se emocionó más todavía, y  lloraba porque quería, no morirse, sino irse con Jesús. Superado el ataque emotivo cargó con su cruz, una silla destartalada, cargada con sus enseres y su alijo de medicinas para aliviar sus padecimientos;  cambió el semblante, sacó fuerzas de flaqueza y decidió  ir a buscarse la comida a algún bar, y seguir dando vueltas hasta que llegara la hora de refugiarse en su cajero, donde le han dicho en el centro de salud que se quedará para siempre si no deja la calle.

Por eso fue a pedir ayuda a los servicios sociales municipales, y de allí lo mandaron a Cáritas. Antes de marchar todavía me dijo más cosas, que el mundo está muy mal, que le gustaría dedicarse a servir a la iglesia en algún sitio tranquilo, pero que hoy es muy difícil porque cada vez son menos los que creen en Dios. Me dijo algo que me impactó: que todos los hombres somos malos, unos con unos defectos y otros con otros, sólo los niños son inocentes y puros;  tú sabes, me preguntó, qué hacen  los niños cuando en sus cochecitos agitan los brazos, patalean y se ríen, no están solos, están jugando con los ángeles.

Y aún me dio alguna lección más sobre la  Biblia, me confesó que la leía con frecuencia, que no recordaba los versículos pero que lo que le importaba era el contenido, porque le ayudaba mucho, y me dijo algo asombroso: que era un libro fantástico porque cada vez que la leía aprendía algo nuevo, y siempre encontraba una respuesta. Y volvía a decirlo emocionado, y no podía con su pena o con su emoción, e invocaba a Jesús, y le pedía que se lo llevara ya, porque era lo mejor.

Me contó otras cosas que él ha ido deduciendo desde su silla de ruedas: que el mundo se acabará pronto, porque se va concentrando el poder cada vez más en menos manos hasta que caiga en manos del Anticristo, el mismo Satanás. Y me dijo también cómo hace tiempo habían desaparecido unas niñas y que les habrían colocado un ship con el número de la Bestia, que lo estaban haciendo en más personas, pero que él no se iba a dejar colocar ningún ship. Terminó viendo muy próximo el juicio final.

He querido añadir este último párrafo por respetar la charla completa, y puede que alguien esboce una sonrisa, yo mismo lo he hecho, pero todo lo anterior es auténtico y conmovedor. Por eso pido para que Fermín alcance todos sus deseos, que viva esa inocencia y pureza de los niños y disfrute jugando con los ángeles.

lunes, 9 de abril de 2012

Voluntariado


por Roque
Hace un par de meses o por ahí, que soy voluntario de Cáritas en San Fernando y lo cierto es que aún no he encontrado del todo el sentido de mi voluntariado, no me reconozco a mí mismo ni sé si estoy haciendo todo lo que podría hacer. Incluso lo he debatido con otras personas, sobre todo con mi apreciado amigo Octóvilo y él, dentro de su natural serenidad, siempre me dice: “espera Roque, ya lo entenderás. Llevas muy poco tiempo”.
Quizás sea cierto.
De todas formas, gracias también a Octóvilo y a su extraordinario blog “desde la caverna de Platón”, he encontrado una vía de escape a mis soliloquios envites, a mi intranquilidad.
Así, comparto de vez en cuando mis pensamientos, mis elucubraciones, mis filosofías, mis palabrejas, incluso mis experiencias, en el blog, con la única intención de que mis escritillos sobre lo que creo importante en ésta vida o sobre lo que yo intento ser, hacer y pensar ante/frente/contra/en fin, en éste mundo bastante complicado que nos ha tocado vivir, ayude en algo al que tenga la infinita paciencia de leer estos panfletos hasta el final.


domingo, 8 de abril de 2012

Homilía del Papa en la celebración de la Vigilia Pascual del Sábado Santo Sábado Santo, Basílica de San Pedro, 7 de abril de 2012



Considero, como otros muchos lo hacen, a nuestro Santo Padre el  Papa un verdadero Padre de la Iglesia, él destaca por una sabiduría luminosa y clarificadora; es la luz que más alumbra en el mundo actualmente, y es providencial su palabra cuando parece que se hayan desatado todas las furias infernales para acabar con la luz proveniente de Dios. No nos prometió en vano que no nos dejaría solos hasta el final de los tiempos. 
Por eso me atrevo a ofreceros un resumen personal de la  Homilía del Papa en la Vigilia Pascual.

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Homilía del Papa en la celebración de la Vigilia Pascual del Sábado Santo Sábado Santo. Basílica de San Pedro, 7 de abril de 2012
Queridos hermanos y hermanas:

Pascua,
   -Es la fiesta de la nueva creación. Jesús ha resucitado y no morirá de nuevo.  Ha asumido al hombre en Dios mismo. La creación se ha hecho más grande y más espaciosa.
  -En la Vigilia de Pascua, se lee el relato de la creación del mundo, presenta a la creación como una totalidad, de la cual forma parte la dimensión del tiempo. Los siete días son una imagen de un conjunto que se desarrolla en el tiempo. Están ordenados con vistas al séptimo día, el día de la libertad de todas las criaturas para con Dios y de las unas para con las otras.
Por tanto, la creación existe para que haya un espacio de respuesta a la gran gloria de Dios, un encuentro de amor y libertad.
  -La primera frase de la historia de la creación: «Dijo Dios: "Que exista la luz"» (Gn 1,3). Como una señal, el relato de la creación inicia con la creación de la luz. El sol y la luna son creados sólo en el cuarto día. La narración de la creación los llama fuentes de luz, con ello, los priva premeditadamente del carácter divino, están precedidos por la luz, por la cual la gloria de Dios se refleja en la naturaleza de las criaturas.

¿Qué quiere decir con esto el relato de la creación?

  - La luz hace posible la vida. Hace posible el encuentro. Hace posible la comunicación. Hace posible el conocimiento, el acceso a la realidad, a la verdad. Y, haciendo posible el conocimiento, hace posible la libertad y el progreso. El mal se esconde.
  -  El que Dios haya creado la luz significa: Dios creó el mundo como un espacio de conocimiento y de verdad, espacio para el encuentro y la libertad, espacio del bien y del amor. La materia prima del mundo es buena, el ser es bueno en sí mismo. Y el mal no proviene del ser, que es creado por Dios, sino que existe en virtud de la negación. Es el «no».
-  En Pascua, en la mañana del primer día de la semana, Dios vuelve a decir: «Que exista la luz».
Pero ahora vuelve a ser el primer día, comienza la creación totalmente nueva:
-         Jesús resucita del sepulcro.
-         La vida es más fuerte que la muerte.
-         El bien es más fuerte que el mal.
-         El amor es más fuerte que el odio.
-         La verdad es más fuerte que la mentira.
-         La oscuridad de los días pasados se disipa cuando Jesús resurge de la tumba y se hace él mismo luz pura de Dios.
-         Con la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada. Él nos lleva a todos tras él a la vida nueva de la resurrección, y vence toda forma de oscuridad.
Pero,¿Cómo puede llegar todo esto a nosotros?

 - Por el sacramento del bautismo y la profesión de la fe, el Señor ha construido un puente para nosotros, a través del cual el nuevo día viene a nosotros. A partir de ahora él te apoyará y así entrarás en la luz, en la vida verdadera. Por eso, la Iglesia antigua ha llamado al bautismo photismos, iluminación.

¿Por qué?
-         La oscuridad amenaza verdaderamente al hombre porque, sí, éste puede ver y examinar las cosas tangibles, materiales, pero no a dónde va el mundo y de dónde procede.
-         La oscuridad acerca de Dios y sus valores son la verdadera amenaza para nuestra existencia y para el mundo en general. Si Dios y los valores, la diferencia entre el bien y el mal, permanecen en la oscuridad, entonces todas las otras iluminaciones que nos dan un poder tan increíble, no son sólo progreso, sino que son al mismo tiempo también amenazas que nos ponen en peligro, a nosotros y al mundo.

En la Vigilia Pascual, la Iglesia presenta el misterio de la luz con un símbolo, el cirio pascual:
  -   es una luz que vive en virtud del sacrificio. La luz de la vela ilumina consumiéndose a sí misma.
  -   la luz de la vela es fuego, y el fuego da calor. Así Cristo, la luz, es fuego, es llama que destruye el mal, transformando así al mundo y a nosotros mismos.
  -  El cirio, se debe principalmente a la labor de las abejas. La cooperación de la comunidad viva de los fieles en la Iglesia es algo parecido al trabajo de las abejas. Construye la comunidad de la luz.
- Roguemos al Señor en esta hora que nos haga experimentar la alegría de su luz, y pidámosle que nosotros mismos seamos portadores de su luz, con el fin de que, a través de la Iglesia, el esplendor del rostro de Cristo entre en el mundo (cf. Lumen gentium, 1). Amén.


viernes, 6 de abril de 2012

Tus palabras, el motor de tu vida


Hoy Roque nos dedica una estupenda meditación, me atrevo a decir que es una excelente aportación como lo que llamamos "autoayua". Si lo he comprendido bien es la mejor manera de llegar a creer en uno mismo, porque además se alimenta en una fuente inagotable, la del Sumo Bien, el que da hoy la vida por todos los hombres.

Por Roque

Esperanza, amor, misericordia, comprensión, bondad, generosidad…….
Quizás sólo palabras. Realmente todo son palabras, escritas, dichas, etc. Puedes verlas como te parezca, darles la  importancia que quieras, lo cierto es que como mínimo, deberías reconocerles su excepcionalidad, son exclusivas del ser humano, la línea de comunicación entre nosotros y la línea de comunicación con Jesús.
Reconocerás al final, que son muy importantes: la palabra de Dios, por Ejemplo; o para mal, cualquier palabra de un sicario leguleyo azuzado por cualquier miserable.
Palabras para el bien: las que dicen un hijo, las que te susurra una mujer, con las que te da ánimos un amigo, las que te escuchas a ti mismo, las de las personas que admiras y te importan, las bellas palabras de la buena literatura; las palabras que nos hacen soñar, volar, olvidar….
Palabras para el mal: las que te insultan, las que te persiguen con pleitos de éste absurdo y ofuscado mundo, las que te atosigan, sin la más mínima compasión, sin caridad humana, palabras miserables de miserables, usureras de usureros. Las palabras que no te respetan, que te humillan, que te desprecian, que nos quieren aplastar, las que impulsan y fomentan el odio entre los seres humanos.
No sé si cuando empezaste a leer éste panfletillo, pensabas que las palabras no eran tan importantes, pero puede que ya alguna importancia les has dado ¿no? Pero sabes lo que es realmente importante de las palabras, de las letras que las componen, de las frases que conforman, que son mágicas. Sí,  amigo, mágicas. No se me fue la tuerca que me quedaba, no. Todos tus pensamientos, todas tus ideas, todo lo que pasa por tu cerebro, palabras y más palabras, palabras que incluso describen imágenes, palabras que te originan, que te generan todo tipo de sentimientos, que sólo son tuyas y son las que al final se convierten en tu propio devenir, tu forma de actuar, de comportarte, contigo mismo y con los demás; todo empieza en una primera palabra, en una palabra tuya…… la que tú eliges. Si somos capaces de esforzarnos, de pensar en las palabras para y por el bien, para lo que es bueno, lo que es justo, los que amor, esperanza, fuerza, orgullo, del bueno, lo que proporciona alegría, lo que, en definitiva, supongan una muy concreta dirección para ti; las palabras serán magia, harán magia y con ellas, tu serás un buen mago.
Agárrate a las buenas palabras, cree en ellas, elije bien y que sean el motor de tu vida, las que pueden cambiar tu vida.
Si las quieres, te dejo algunas de las mías: esperanza, ilusión, amor, calor, cariño, comprensión, caridad, misericordia, piedad, clemencia, indulgencia, generosidad, felicidad, sonrisa, fuerza, ímpetu, (buen) juicio, razón, conocimiento, sabiduría, bondad, honestidad, capacidad, ternura, amabilidad, cortesía, armonía, concordia, fraternidad, perdón, caridad, reconciliación, paciencia, sinceridad, verdad, tolerancia, calma, sosiego, serenidad, (buen) orgullo, voluntad, virtud, vergüenza, amistad, arrepentimiento, reconocimiento, humildad, respeto, fidelidad, constancia, (buena) pasión, vida, supervivencia, confianza, humanidad……… soñar , creer, fe.
Ah! Y no olvides, precisamente en estos días, cada una de las palabras que Jesucristo dijo en su pasión, todo lo que hizo y todo lo que dijo, fue por nosotros. Le debemos todo pero, al menos si lo quieres así, como mínimo deberías escuchar, meditar, recapacitar y reverenciar cada una de sus sabias y divinas palabras.

Roque, lluviosa tarde del Jueves Santo del año 2012.

domingo, 1 de abril de 2012

Dos historias muy diferentes


                                                         El hombre oportuno

Hay personas que siempre llegan a tiempo para echar una mano, sin que nadie las haya llamado, y sin que nadie les pida nada. Ese es nuestro amigo F., que desaparece cuando a él le conviene, el tiempo que necesita y vuelve. Vuelve generalmente renovado, de buen humor y con la sonrisa en la cara, saluda como si no hubiera pasado nada, y se sirve un café. Muchas veces llega cuando yo me encuentro hecho un lío y él en seguida se da cuenta y me ayuda a resolver el problema, una puerta que no cierra, un cable que no aparecía y de repente aparece, hay que buscar azúcar, etc.

F., además me has dado varios ejemplos, claros e impagables, con los cuales he afrontado yo con mayor tranquilidad ciertas dificultades.

Recuerda

Pongo este título porque me recuerda la película de Alfred Hitshcot, por si alguien la ha visto, aunque con otro tema y sin tantos peligros, o sea, “Recuerda” pero algo bueno en este caso, digamos que la versión amable de la primera.

Nuestro amigo R. no habla a penas y sólo si se le pregunta algo, en cambio sonríe permanentemente, y es su modo de seguir la conversación, porque eso sí, atento está a todo y a todos. Estoy seguro de que sabe mejor que nadie todo lo que pasa a nuestro alrededor, que nos conoce a todos perfectamente, pero él calla y a nadie le niega su palabra, nos iguala a todos con su silencio y su trato afable e indiscriminado.
De pronto debe acordarse de alguien y comienza a escribir y a firmar cartas que irán sabe Dios donde. Él conserva un recuerdo más feliz y debe haber sucedido en un lugar lejano, por eso nos mira como a seres desconocidos, oye nuestras conversaciones y le suenan a cosas conocidas, pero no se decide a participar, como si no se fiara de que era real lo que ve y oye, o temiera perder sus recuerdos.

A pesar de todo, me atrevo a asegurar que sus menajes, que firma con tanta convicción, tienen un destino y tendrán una respuesta algún día, y será buena para R, un premio a su constancia y paciencia.