Bien
voy entendiendo
cuál
ha de ser la respuesta
a
tanta pregunta impertinente,
a
tanta espontánea protesta:
Menos
hablar,
más y
mejor hacer,
cada
cosa en su momento,
y
Dios, a todas horas
en el
pensamiento
Bien
voy entendiendo
qué
es la entrega a Dios,
que
la merece toda por sí mismo.
Por
eso me entrego, sin reservas,
al
Señor Todopoderoso,
en
quien todo tiene sentido,
lo bueno y lo malo,
sin quejas, sin lamentos.
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