sábado, 14 de abril de 2012

¡Dios es amor, Dios es Padre!



Chiara Lubich

He aquí el descubrimiento: ¡Dios es amor, Dios es Padre!
Nuestro corazón se abre y se eleva.
Se une a Aquél que lo ama, que piensa en todo,
que cuenta hasta los cabellos de nuestra cabeza.
Las circunstancias alegres o dolorosas
adquieren un significado totalmente nuevo:
todo es previsto y es querido por el amor de Dios.
Ahora nada podrá darnos miedo.
Se abren camino una esperanza, una fuerza,
una seguridad jamás experimentadas,
sintiendo el amor de Aquél que, sigue con su providencia,
tanto la gran historia como la pequeña historia de cada uno.
Es un don de Dios que nos hace exclamar:
"Nosotras hemos creído en el amor".



Confianza



Poco importa
que te consideres frustrado,
si Dios te considera
plenamente realizado,
a su gusto.

Despreocúpate,
confiando ciegamente
en ese Dios
que te quiere para sí,
y que llegará hasta ti,
aunque jamás lo veas.

Piensa
que estás en sus manos,
tanto más fuertemente agarrado,
cuanto más decaído y triste te encuentras.
¡Vive feliz!
¡Te lo suplico!

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