viernes, 6 de abril de 2012

Tus palabras, el motor de tu vida


Hoy Roque nos dedica una estupenda meditación, me atrevo a decir que es una excelente aportación como lo que llamamos "autoayua". Si lo he comprendido bien es la mejor manera de llegar a creer en uno mismo, porque además se alimenta en una fuente inagotable, la del Sumo Bien, el que da hoy la vida por todos los hombres.

Por Roque

Esperanza, amor, misericordia, comprensión, bondad, generosidad…….
Quizás sólo palabras. Realmente todo son palabras, escritas, dichas, etc. Puedes verlas como te parezca, darles la  importancia que quieras, lo cierto es que como mínimo, deberías reconocerles su excepcionalidad, son exclusivas del ser humano, la línea de comunicación entre nosotros y la línea de comunicación con Jesús.
Reconocerás al final, que son muy importantes: la palabra de Dios, por Ejemplo; o para mal, cualquier palabra de un sicario leguleyo azuzado por cualquier miserable.
Palabras para el bien: las que dicen un hijo, las que te susurra una mujer, con las que te da ánimos un amigo, las que te escuchas a ti mismo, las de las personas que admiras y te importan, las bellas palabras de la buena literatura; las palabras que nos hacen soñar, volar, olvidar….
Palabras para el mal: las que te insultan, las que te persiguen con pleitos de éste absurdo y ofuscado mundo, las que te atosigan, sin la más mínima compasión, sin caridad humana, palabras miserables de miserables, usureras de usureros. Las palabras que no te respetan, que te humillan, que te desprecian, que nos quieren aplastar, las que impulsan y fomentan el odio entre los seres humanos.
No sé si cuando empezaste a leer éste panfletillo, pensabas que las palabras no eran tan importantes, pero puede que ya alguna importancia les has dado ¿no? Pero sabes lo que es realmente importante de las palabras, de las letras que las componen, de las frases que conforman, que son mágicas. Sí,  amigo, mágicas. No se me fue la tuerca que me quedaba, no. Todos tus pensamientos, todas tus ideas, todo lo que pasa por tu cerebro, palabras y más palabras, palabras que incluso describen imágenes, palabras que te originan, que te generan todo tipo de sentimientos, que sólo son tuyas y son las que al final se convierten en tu propio devenir, tu forma de actuar, de comportarte, contigo mismo y con los demás; todo empieza en una primera palabra, en una palabra tuya…… la que tú eliges. Si somos capaces de esforzarnos, de pensar en las palabras para y por el bien, para lo que es bueno, lo que es justo, los que amor, esperanza, fuerza, orgullo, del bueno, lo que proporciona alegría, lo que, en definitiva, supongan una muy concreta dirección para ti; las palabras serán magia, harán magia y con ellas, tu serás un buen mago.
Agárrate a las buenas palabras, cree en ellas, elije bien y que sean el motor de tu vida, las que pueden cambiar tu vida.
Si las quieres, te dejo algunas de las mías: esperanza, ilusión, amor, calor, cariño, comprensión, caridad, misericordia, piedad, clemencia, indulgencia, generosidad, felicidad, sonrisa, fuerza, ímpetu, (buen) juicio, razón, conocimiento, sabiduría, bondad, honestidad, capacidad, ternura, amabilidad, cortesía, armonía, concordia, fraternidad, perdón, caridad, reconciliación, paciencia, sinceridad, verdad, tolerancia, calma, sosiego, serenidad, (buen) orgullo, voluntad, virtud, vergüenza, amistad, arrepentimiento, reconocimiento, humildad, respeto, fidelidad, constancia, (buena) pasión, vida, supervivencia, confianza, humanidad……… soñar , creer, fe.
Ah! Y no olvides, precisamente en estos días, cada una de las palabras que Jesucristo dijo en su pasión, todo lo que hizo y todo lo que dijo, fue por nosotros. Le debemos todo pero, al menos si lo quieres así, como mínimo deberías escuchar, meditar, recapacitar y reverenciar cada una de sus sabias y divinas palabras.

Roque, lluviosa tarde del Jueves Santo del año 2012.

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