José Luís Nunes Martins
Es más fácil amar a quien está alegre y con salud. Es más fácil ser amado cuando estamos alegres y con salud. Todo resulta más difícil cuando no es así.
Hay una sensación de injusticia en sujetar a quien amamos a
nuestra tristeza o a nuestra enfermedad, porque si nos ama, menos merece tener
que lidiar con alguien que está lejos de ser mejor.
Pero la unidad fundamental del amor no es el uno, sino el dos.
Y eso supone una apertura constante al otro, para dar cuanto es preciso y para
recibir también cuando fuera tiempo de recibir.
No importa si hoy eres quien está triste o enfermo, si
precisa de algo concreto, o si hoy eres aquel a quien le toca alegrar, cuidar o
dar algo que creías que era para ti. Lo que importa es que te reconozcas como
siendo parte de algo mucho mayor que tú mismo.
La tristeza pasa, así como la alegría. La enfermedad y la
salud dependen poco de nuestra voluntad.
Amar es darse a quien lo necesita. Es también abrirse al otro
cuando se nos da a fin de suplir nuestras carencias.
Pero si estás triste o enfermo, debes procurar hacer todo lo
que estuviera a tu alcance para superar esas condiciones. No hagas que quien te
ama cargue con un peso que puedes y debes ser tu quien lo cargue. Sin embargo,
la humildad de dar espacio al otro, dejándolo entrar siempre que quisiera…
El amor es una puerta bien abierta entre dos personas.
Cuando amo debo tener el coraje para dar cuanto el otro
necesita y la humildad para recibir cuando soy yo el necesitado.
Sólo es feliz quien vive dentro de un amor