José Luís Nunes Martins
En “Filosofías. 79
Reflexiones” Lisboa 20013. Ed. PAULUS. Pág. 227
Ilustracion Carlos
Ribero
La felicidad se da en
un interior que desborda; el miedo, su opuesto, ocupa las interioridades
vacías.
Se comprende por tanto
que haya quien intente superar sus temores por la acumulación de bienes materiales,
armas que aparentemente compensan la cobardía original. Pero esta estrategia sólo
alimenta el propio vacío, lo asume como verdad y se somete a él.
El miedo se alimenta de
nosotros, aumentando su espacio a costa de nuestra destrucción… todos los intentos de llenar el vacío en
nosotros, sin recurrir a la Verdad, serán como la gula y la avaricia, la
codicia y los prejuicios, la furia y la lujuria… son sólo egoísmos vanidosos,
corazones llenos de nada… en hombres a quienes el miedo hizo creer que son dioses.
Sin fe, no hay fuerza. La
falta de confianza es la base del miedo.
Los temores son siempre
inmensos en las vidas de los que resuelven vivir lejos de sí, de los otros y de
Dios.
Quien no cree en la paz,
por más que a busque, jamás la encontrará. Al final, nadie encuentra aquello en
lo que no cree. Si (nosotros) confiáramos de forma auténtica, lo infinito se
nos revelará en el fondo de nosotros. Sereno, puro y fuerte. Como un mar. Nos
falta aún bucear, pues sólo se conoce la verdad del mar entrando en él… Y
porque, al final, la felicidad no resulta de vivir con el Amor en nosotros, se
da, sí, en el coraje de ser nosotros viviendo dentro del Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario