martes, 6 de mayo de 2014

El miedo al vacío


José Luís Nunes Martins
En “Filosofías. 79 Reflexiones” Lisboa 20013. Ed. PAULUS. Pág. 227


                                                            Ilustracion Carlos Ribero


La felicidad se da en un interior que desborda; el miedo, su opuesto, ocupa las interioridades vacías.

Se comprende por tanto que haya quien intente superar sus temores por la acumulación de bienes materiales, armas que aparentemente compensan la cobardía original. Pero esta estrategia sólo alimenta el propio vacío, lo asume como verdad y se somete a él.

El miedo se alimenta de nosotros, aumentando su espacio a costa de nuestra destrucción…  todos los intentos de llenar el vacío en nosotros, sin recurrir a la Verdad, serán como la gula y la avaricia, la codicia y los prejuicios, la furia y la lujuria… son sólo egoísmos vanidosos, corazones llenos de nada… en hombres a quienes el miedo hizo creer que son dioses.

Sin fe, no hay fuerza. La falta de confianza es la base del miedo.

Los temores son siempre inmensos en las vidas de los que resuelven vivir lejos de sí, de los otros y de Dios.

Quien no cree en la paz, por más que a busque, jamás la encontrará. Al final, nadie encuentra aquello en lo que no cree. Si (nosotros) confiáramos de forma auténtica, lo infinito se nos revelará en el fondo de nosotros. Sereno, puro y fuerte. Como un mar. Nos falta aún bucear, pues sólo se conoce la verdad del mar entrando en él… Y porque, al final, la felicidad no resulta de vivir con el Amor en nosotros, se da, sí, en el coraje de ser nosotros viviendo dentro del Amor.


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