jueves, 27 de marzo de 2014

Huidas sin fin


José Luís Nunes Martins
En “Filosofías. 79 Reflexiones” Lisboa 20013. Ed. Paulus



No hay viajes, sólo viajeros. De un simple paseo para comprar el periódico a la decisión de emigrar, hay siempre dos formas que están en la base de estas decisiones: la de la búsqueda y la de la huida. Aparentemente será todo igual, pero la diferencia invisible entre los dos casos es absolutamente decisiva.

Los fugitivos, saltando de exilio en exilio, van descubriendo que no están bien en ningún lado… huyen de los lugares intentando escapar de sí mismos… mudan de clima a la espera de que sus problemas les pierdan el rastro… viven permanentemente en un error muy lejos de la verdad.

Las dificultades reales residen en el interior, y es ahí donde el hombre debe hacer su lucha. Ahí mismo, donde cada corte duele profundamente, donde los golpes nos parecen todos fatales y las heridas se empeñan en no cerrar. Decía un sabio: “Si tienes miedo, ve a ver!” Huir de un problema sólo le da más fuerza. Quien sea capaz de dominar sus miedos, enfrentar los gigantes que le viven en el pecho, luchando sin preocuparse de las heridas, puede conquistar para sí un pedazo de perfecta libertad.


El viajero cuyo destino es la verdadera paz de aquí y ahora puede incluso perderse, pero creará, a partir de la nada, un camino. Son admirables esas vías hechas por quien se pierde, no sólo por ser puras y simples, sino también porque en su ruta le sostiene la espera en un mundo mayor y un viajero que puede ser feliz en cualquier lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario