viernes, 21 de marzo de 2014

Riquezas de hierro


José Luís Nunes Martins
En “Filosofías. 79 Reflexiones” Lisboa 20013. Ed. Paulus


La riqueza promete siempre felicidad, pero nunca cumple. Como si el mundo cupiese en los números, muchos quieren llegar a la felicidad acumulando cosas… pero no llegan, porque nunca llega, ni el todo es suficiente…La felicidad no es una estación de llegada, es una forma de viajar…

Sólo los deseos naturales, como la sed o el sueño, pueden ser satisfechos, los demás son insaciables. La mayor de las riquezas es aprender a vivir con lo que se tiene. Y hay  más cosas importantes en el Cielo y en la Tierra que en todas las cuentas bancarias. No se piense sólo en playas, nieve y otras sonrisas, sino también en enfermedades y otros dolores, en luto y otras luchas. Las adversidades forman parte de la vida, renegar de ellas es aceptar voluntariamente una vida sin verdad.

Algunos ricos son como espadas de hierro que necesitan ser afiladas continuamente. El mero paso del tiempo las oxida, exigen incesante atención… hasta gastarse por completo o volverse completamente inútiles. Nunca son realmente valiosas, pues es más el cuidado  que exigen que aquel que consiguen facilitar. No sirven. A estas debemos desear que nunca les venga a faltar  la riqueza, para que sea siempre evidente su real miseria…


Después están los que conocen el secreto del acero. Son fuertes y valiosos, porque sirven a los otros y no a sí. Son duros y duran. Les basta lo que son para ser mayores que aquellos que pasan la vida en desear lo que no son.

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