José Luís Nunes Martins
jornal i
26 abril 2014
http://www.ionline.pt/iopiniao/dever-da-liberdade
jornal i
26 abril 2014
http://www.ionline.pt/iopiniao/dever-da-liberdade
Ilustração de Carlos Ribeiro
La libertad es un
deber. No se trata de tener opciones para escoger, sino tan solo de asumir una,
y, obedeciéndose a sí mismo, seguirla hasta el fin. Ser libre no es una cuestión
de poder… es mucho más que eso. Es el derecho a seguir recto.
Ser libre obliga a ser auténtico,
desigual. Imagínese un proyecto que se puede y debe ir alterando, pero que se
va cumpliendo… somos una obra en construcción permanente, rumbo a una identidad
tanto más única cuanto auténtica.
El hombre libre se lanza
en el presente, se proyecta al futuro, no espera de forma pasiva las
circunstancias propicias, las procura, y, si no las hay, las sueña y las
construye. Sin grandes inquietudes y ansiedades… Siempre hay muchas más
posibilidades de las que aparecen a primera vista. ¡Es esencial comprender que
así como el pasado esta cerrado, el futuro está abierto! Todo puede ser
diferente, hoy mismo.
Todo cuanto se hace,
queda hecho. La dinámica del tiempo nos lleva a tener que, a cada momento,
decidir y seguir adelante, sin que nunca más sea posible volver allí, a aquel
instante concreto. Ser libre es querer seguir adelante.
Ser libre es establecer
las propias leyes. La libertad es un compromiso. Cuando escogemos, nos
escogemos, ante nosotros mismos, ante los otros y ante el mundo. No basta ser
independiente para ser libre. Quien no se compromete, no sueña y no hace un
camino, no es libre… pasa la vida
encontrando culpables y declarándose inocente.
Ser responsable no es
un estado pasajero, sino una actitud interior que se juega en el espacio y en
el tiempo. Es lo que permite una vida sana, en comunidad, en que cada uno
asume, de forma libre, las faltas de todos los demás.
La libertad es respeto.
Sólo quien reconoce el valor del otro es digno de reconocer el suyo. El otro es
y será siempre un ser libre. Puedo permitirme ayudarle, mas no sustituirlo en
la responsabilidad de escoger se a sí mismo. Puedo ayudar, pero no crear. Amar
a alguien es aceptarlo, tal como es, sin contar con supuestas evoluciones previsibles…
nadie deja de evolucionar, es cierto, pero siempre y sólo a partir de dentro.
La libertad es una
lucidez. Una luz que permite reconocer el valor absoluto de cada vida. No se
vive de ilusiones. No se vive de mentiras. No se vive de deseos. Es en la
verdad de la realidad concreta donde se construye nuestra existencia. A pesar
de las condiciones impuestas por la naturaleza y por la sociedad en que vive,
cada uno de nosotros debe ser señor de sí mismo, luchar por superar todo lo que
trata de dominar sin su acuerdo. A pesar de todas las contrariedades, habrá
siempre una elección final entre la
resignación o la rebeldía… entre participar en el destino o luchar contra él.
Se puede comprender el
valor de alguien por la forma como narra e interpreta su pasado, las
responsabilidades que atribuye a sí y a los otros… pocos son conscientes del
protagonismo que tienen en la propia vida.
No tiene sentido amor
sin libertad, ni libertad sin amor. La voluntad es libre y aspira a lo mejor. Aún
cuando escoge el mal es porque allí cree ver un bien. La libertad no es un fin,
sino el medio por el cual se llega al bien. El amor es la perfección de la libertad.
Una decisión que me compromete tanto a mí como al otro. Por ahí es por donde me
puedo liberar de mi egoísmo y llegar a ser más que… yo.
Sólo es libre quien
resiste a la maldad y no desiste de la felicidad… quien asume la
responsabilidad de no dejar que sus sueños se vuelvan imposibles.
“La libertad es respeto. Sólo quien reconoce el valor del otro…” Me quedo hoy con este párrafo, porque si no tendría que elegir toda la crónica, de principio a fin, pues es toda sustancia, y sustancia de primera, esencial para una vida sana, con sentido, amada y querida…
ResponderEliminarMe ha hecho recordar mis días de profesor, era uno de mis temas favoritos, la libertad, aunque no venía en los libros así desarrollada; hacía un gráfico en la pizarra, y asombrosamente los chicos quedaban impactados, al punto de decir: “Ah, pero eso es la libertad”… y es que se parecía mucho a la crónica de hoy, que es muy adecuada para un profesor en ejercicio, o para un padre; y aquí sí que me ha agradado leer y asumir la crónica, palabra tras palabra, porque es de verdad un consuelo enorme a tantos sacrificios como me ha costado sacar a mi hijo adelante. Precisamente ayer fue un día importantísimo para él, me dijo algo que me llenó de satisfacción: “me han dicho que valgo, que no me rindo, que ante un no me sonrío y sigo para adelante, que gente así es la que quiere la empresa…”
Pues no te digo José Luís que tengo la impresión de que tus crónicas me van siguiendo…¡cómo no voy a estar “enganchado” cada sábado a tu crónica! Muito, muito, muito obrigado!