domingo, 23 de febrero de 2014

Más hombres, menos hombre


José Luís Nunes Martins
Por Jornal i
publicado em 19 Maio 2012 - 03:00

Cuando alguien está en una situación en que necesita auxilio, es bien posible que cuanta más gente lo esté viendo, menor será la posibilidad de que alguien lo socorra. Así son los hombres en nuestros días. Temen la opinión ajena, como si la originalidad fuese una falta de respeto. El deseo de llegar al consenso, y así evitar las confrontaciones, es una de las mayores travas a la evolución. Es casi siempre más difícil resolver un problema en conjunto de lo que lo haríamos individualmente.

Los grupos tienden a comportarse como los peores de sus miembros, y en una circunstancia normal, hay siempre quien así certifica la mediocridad de todo.

Es indignante de veras ver como gran cantidad de personas se conforman con las decisiones de todos, como un instinto de supervivencia. ¿Pero cómo pueden pensar que la renuncia a sí mismo sea un paso para su progreso?

Desgraciadamente, la mayor parte de las personas, gente buena, acepta resignadamente las malas coyunturas en vez de hacerles frente. Tal vez el comportamiento de las personas corrientes dependa más de la situación que la envuelve que de su, muchas veces débil, personalidad.

Es pues de absoluta importancia que escojamos juiciosamente aquellos de quienes queremos estar cerca. Los grandes hombres tienen casi siempre pocos amigos. Una amistad o un amor, auténticos, son excepciones, no reglas. Es raro encontrarse a alguien  que nos levante cuando  estamos caídos, menos aún que lo haga sin vacilación e independientemente de que haya mucha gente mirando. Si después de levantarnos seguimos a su lado, llegaremos lejos. Muy lejos… Caminamos con Dios.

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