Gonçalo
Portocarrero de Almada
jornal i,
18 janeiro 2014
jornal i,
18 janeiro 2014
Ilustração de Carlos
Ribeiro
Cuando por alguna razón,
tengo que hacer alguna comida fuera, nunca consigo que sea normal. Es cierto y
sabido que no escapo a la regla del diminutivo, que es ley en el reino de la
restauración.
En el caso de la “haute
cuisine”, la terminología microscópica es de las más realistas que hay, porque los
sofisticados platos “gourmet” de los mejores chefs priman por la excelencia de
la forma y por la escasez de materia: son manjares que tienden a agradar más a
los ojos y al paladar que a satisfacer la necesidad de alimentación. Sólo la
cuenta al final no merece, en el importe, el diminutivo cariñoso, que es regla
en todo lo demás.
Pero, igual cuando el
restaurante es modesto, como ocurre las más de las veces, la entrada es siempre
una “sopita”, después siguen unos “filetitos” muy “tiernos”, o un “pescadito”
muy “fresquito”, por especial recomendación de la casa y, para la sobremesa,
antes del “cafetito”, una “frutita” o un “pastelito”.
Sería exagerado suponer
que esta tendencia, muy “portuguesinha” al diminutivo, pretende escamotear la
realidad de las cosas porque, casi siempre, no pasa de un exceso de buena
educción, sin más importancia. Pero también es verdad que, a veces, el recurso
a esta estratagema no es totalmente inocente: no es por casualidad que un retraso,
si fuese el nuestro, es, por regla, de a penas unos “minutitos”; como una falta
a la verdad tenderá a ser, para una conciencia poco escrupulosa, tan solo una “mentirijillas”,
como si también hubiese “homiciditos”, o “blasfemitas”…
Son de alabar nuestras
amables costumbres, pero la delicadeza también puede pecar por exceso. Sin
descuidar la cordialidad en las relaciones sociales y profesionales, llámense a
las cosas por sus nombres, sin subterfugios. “Sea este vuestro modo de hablar:
si, si; no, no. Todo lo que fuere más allá de esto procede del espíritu del mal”
(Mt. 5, 37)
Y, ya ahora, ¡“obrigadinho”
por la atención!
No hay comentarios:
Publicar un comentario