jueves, 30 de enero de 2014

Santa Inquisición



Por Gonçalo Portocarrero de Almada
publicado em 16 Nov 2013 - 05:00

Están de moda los sondeos de opinión pública, por lo que no es muy de extrañar que, también en la Iglesia, se recurra a este tipo de consulta popular. Sin embargo, es con alguna sorpresa y bastante sensacionalismo como la comunicación social transmite la noticia, en la letra impresa de los diarios, en la voz de las radios y en las imágenes de las televisiones, del cuestionario que el Papa Francisco ha hecho llegar a las diócesis.

No es más  que una consulta, sin otro propósito que la mera información, pero hay quien sueña con reformas copernicanas de la moral católica. Un sínodo o un Papa, no pueden alterar los principios básicos de la doctrina cristiana pero, consultados los fieles pueden mejorar su atención pastoral.

Dos mil años antes del Papa Francisco, ya Jesucristo, en Cesarea de Filipo, hizo un sondeo de opinión pública: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” – preguntó Él a sus discípulos. Las diversas respuestas – “Unos dicen que Juan Bautista, otros que eres Elías, otros que Jeremías o alguno de los profetas”- fueron todas amables… ¡pero todas erradas! Sólo
Pedro, interrogado por el Maestro, respondió de forma acertada: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo!” No porque Simón fuese más inteligente, o perspicaz, que los otros apóstoles – “no fue la carne ni la sangre que te lo revelaron”- sino porque fue a él a quien le fue dada la misión de confirmar a sus hermanos en la fe.


Sean cuales fueren los resultados del actual cuestionario a las Conferencias Episcopales de todo el mundo, una cosa es cierta: por la palabra del sucesor de Pedro nos llegará, más de una vez,  la respuesta verdadera, porque sólo él es, como su antecesor, la piedra sobre la cual, también ahora, Jesucristo edifica su Iglesia.

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