Por Gonçalo
Portocarrero de Almada
publicado em 16 Nov 2013 - 05:00
publicado em 16 Nov 2013 - 05:00
Están de moda los
sondeos de opinión pública, por lo que no es muy de extrañar que, también en la
Iglesia, se recurra a este tipo de consulta popular. Sin embargo, es con alguna
sorpresa y bastante sensacionalismo como la comunicación social transmite la
noticia, en la letra impresa de los diarios, en la voz de las radios y en las
imágenes de las televisiones, del cuestionario que el Papa Francisco ha hecho
llegar a las diócesis.
No es más que una consulta, sin otro propósito que la
mera información, pero hay quien sueña con reformas copernicanas de la moral
católica. Un sínodo o un Papa, no pueden alterar los principios básicos de la
doctrina cristiana pero, consultados los fieles pueden mejorar su atención pastoral.
Dos mil años antes del
Papa Francisco, ya Jesucristo, en Cesarea de Filipo, hizo un sondeo de opinión
pública: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” – preguntó Él a sus
discípulos. Las diversas respuestas – “Unos dicen que Juan Bautista, otros que
eres Elías, otros que Jeremías o alguno de los profetas”- fueron todas amables…
¡pero todas erradas! Sólo
Pedro, interrogado por el Maestro, respondió de forma
acertada: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo!” No porque Simón fuese más
inteligente, o perspicaz, que los otros apóstoles – “no fue la carne ni la
sangre que te lo revelaron”- sino porque fue a él a quien le fue dada la misión
de confirmar a sus hermanos en la fe.
Sean cuales fueren los
resultados del actual cuestionario a las Conferencias Episcopales de todo el
mundo, una cosa es cierta: por la palabra del sucesor de Pedro nos llegará, más
de una vez, la respuesta verdadera,
porque sólo él es, como su antecesor, la piedra sobre la cual, también ahora,
Jesucristo edifica su Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario